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15 diciembre 2025

¿Vale la pena leer Go Luck Yourself, por Sara Raasch?

Go Luck Yourself
Por Sara Raasch ‧ 2025
ROYALS AND ROMANCE
1. The Nightmare Before Kissmas | 2. GO LUCK YOURSELF

REPRESENTACIÓN: Protagonistas LGBTQAI+


Someone has been stealing Christmas’s joy, and there’s only one clue to the culprit—a single shamrock.
With Coal busy restructuring Christmas—and their dad now having a full midlife crisis in the Caribbean—Kris volunteers to investigate St. Patrick’s Day. His cover: an ambassador from Christmas to foster goodwill. What could go wrong?
Everything, it seems. Because Prince Lochlann Patrick, Crown Prince of St. Patrick’s Day, happens to be the mysterious student that Kris has been in a small war with at Cambridge. They attempt to play nice for the tabloids, but Kris can’t get through one conversation without wanting to smash Loch’s face in—he’s infuriating, stubborn, loud, obstinate, hot—
Wait—hot?
Kris might be in some trouble. Especially when it turns out that the mystery behind Christmas’s stolen magic isn’t as simple as an outright theft. But why would a Holiday that Christmas has never had contact with, one that’s always been the very basis of carefree, want to steal joy? Can a spare prince even hope to unravel all this, or will Kris lose something way more valuable than his Holiday’s resources—like his heart?
En el 2024 se hizo más o menos popular una historia que recordaba mucho a Red, White and Royal Blue, excepto que los protagonistas eran el príncipe de la navidad y el príncipe de Halloween, esa obra fue el primer libro de lo que en este año se convirtió en una serie, al salir la historia de uno de los personajes secundarios, pero más queridos de esa obra, Kris, el otro príncipe de navidad, quien ahora estaría en su propia aventura para salvar la navidad, lo que implica enamorarse del príncipe heredero de San Patricio. Con una media de 4.31 estrellas y más de 10.000 personas opinando sobre esta historia, podría decirse que logró su objetivo como secuela, teniendo una recepción increíble por parte del público al que está dirigido.
Este libro contiene los siguientes posibles triggers: ataques de pánico, abuso de niños, padres abusivos, familiares abusivos, uso de alcohol.

Mi opinión corta, en cuanto lo terminé, fue algo así: entre más pienso en la historia, más me disgusta.
    Pero aquí vengo a desglosar. Así que, por qué me disgusta.

LA ESCENCIA DE LOS PERSONAJES ES MUY DISTINTA
    En el primer libro, Kris se presentó como el personaje sensato del dúo de hermanos.
    Seguía las reglas con rigor porque su objetivo no era solo cumplirlas, sino demostrar que podía ser un buen hermano menor, alguien que no pusiera en riesgo la reputación de su festividad, sobre todo considerando que el hermano mayor —heredero y todo— sí solía causar problemas. Kris era el contraste perfecto: prudente, consciente en el uso de su magia y, más que nada, un embajador impecable. Sabía hablar, sabía comportarse, sabía representar.
    Y, claro, todos entendíamos que detrás de esa fachada había represión.
    Sabíamos que le costaba mostrarse tal cual era, que cargaba expectativas ajenas y que había partes de él mismo que prefería esconder. Pero, aun así, su esencia seguía siendo la de un chico dulce, un joven que adoraba fastidiar cariñosamente a su hermano mayor y que jamás habría hecho algo que dañara su festividad.
    Pero en esta nueva entrega, es como si alguien hubiera cambiado las etiquetas de los personajes.
Kris y su hermano parecen intercambiar papeles. Todo lo que antes hacía Coal —ser impulsivo, frívolo con la magia, imprudente al hablar— ahora lo hace Kris, incluso en situaciones donde su rol como embajador debería haberlo frenado. Y vamos, eso molesta, porque no es un crecimiento, ni una crisis (aunque sí pasa por varias crisis el niño), ni un arco de personaje: simplemente parece otro personaje usando el mismo nombre.

LOS NUEVOS PERSONAJES NO DAN LA TALLA
    Algo que disfruté muchísimo del primer libro fue la dinámica entre Coal y Hex. Eran polos opuestos en el mejor sentido: chocaban, se complementaban, tenían química narrativa y emocional. Su interacción era graciosa, tierna, y generaba un interés genuino por saber más de ellos.
    Eran personajes diferentes, sí, pero coherentes, con motivaciones claras y personalidades definidas. Se sentían vivos.
    En contraste, los nuevos personajes de esta entrega no logran sostener el mismo nivel, especialmente Lochlann, que en teoría debería ser una pieza clave de la historia al fungir como interés amoroso de Kris.
    Lochlann no resulta un personaje atrapante. No se siente bien desarrollado ni particularmente distinto de otros secundarios de fantasía romántica. Más que aportar capas o complejidad, sus actitudes parecen limitarse a igualar la imprudencia de Kris, entrar de lleno en un tropo de “del odio al amor” sin suficiente construcción, y manejar “todo bajo cuerda” en su festividad para demostrar, muy de vez en cuando, que no es completamente un imbécil.
    Las hermanas de Lochlann son bastante irrelevantes en la historia en sí misma, más allá de puntos de apoyo ocasionales, y un pequeño indicio de que una de ellas podría tener una relación con Iris, la mejor amiga de Kris y Coal, por lo que no descarto que tengamos alguna vez un tercer libro en la serie para desarrollarlo más allá de una noche de fiesta.

EL ABUSO NO ES NORMALIZADO, PERO TAMPOCO CASTIGADO
    Esta serie aborda de forma constante —y bastante explícita— las dinámicas familiares disfuncionales. El problema no es que lo haga, sino qué decide hacer con ellas.
    La madre de Kris y Coal los abandona cuando apenas eran niños. Años después, mantiene contacto solo para victimizarse: se queja de que sus hijos no la buscan, de que no forman parte de su vida, ignorando por completo que ella era la adulta responsable y que fue quien los dejó atrás. La obra expone claramente esta actitud como dañina, pero nunca la confronta de forma real ni le asigna consecuencias.
    En el libro anterior, el padre de ambos es amonestado en su rol como Rey de la Navidad cuando se revela su carácter tiránico. Sin embargo, en esta entrega, tras años de abuso verbal y psicológico hacia sus hijos, además de sus comportamientos nocivos hacia otras festividades, su resolución es marcharse en busca de su exesposa, abandonándolos una vez más. No hay reparación, no hay rendición de cuentas ni una reflexión profunda sobre el daño causado, ni siquiera alguien ajeno a sus hijos hablando de lo mal que estuvieron sus acciones. Simplemente desaparece, como buen político corrupto, y dicha desaparición funciona más como una evasión que como un castigo, pues él no lamenta nada de lo ocurrido. 

“I altered my whole being into shapes that fit voids in everyone else’s lives so they’d stay, so my life would look perfect, so I wouldn’t be alone again. But I never asked myself what shape I wanted to take.”
    Algo similar ocurre con el tío de Lochlann, el antagonista de esta historia y el único familiar adulto que Loch y sus hermanas tienen. Él se aprovecha de la festividad para absorber toda la magia para sí mismo, descuida por completo su función de mantenerla próspera y, además, ejerce abuso psicológico constante sobre ellos. A pesar de la gravedad de sus acciones, las consecuencias que enfrenta son mínimas o inexistentes, al menos en proporción al daño infligido. 
    Y aquí está el punto central: el abuso no se presenta como algo aceptable, pero tampoco se castiga
    Como lectores, reconocemos que estas conductas son dañinas, incluso traumáticas, pero se queda a medio camino. No hay justicia narrativa, ni reparación emocional, ni un cierre que valide el sufrimiento de los personajes

Y BUENO, EL TÍO DE LOCHLANN TAMPOCO ES UN GRAN VILLANO, ¿SABEN?
    El antagonista de esta historia tampoco logra destacar.
    Su problema principal es simple pero grave: carece de una motivación real. Es malo porque sí, porque puede. Trata mal a sus sobrinos porque tiene poder sobre ellos, no porque exista un conflicto interno, una ideología o siquiera una ambición bien planteada que lo respalde.
    En teoría, su objetivo es reinar sobre la festividad de San Patricio. Sin embargo, sus acciones contradicen constantemente ese supuesto deseo. No hace nada por mantener viva la festividad, no organiza actividades, no procura la felicidad de los humanos —factor clave para que la magia de estas celebraciones exista dentro del sistema de magia del mundo— y, aun así, utiliza la suerte que genera la festividad únicamente para invertirla en sus negocios personales y volverse millonario.
    Esto lo vuelve no solo un villano plano, sino uno incoherente con las reglas del universo. Si la magia de las festividades depende de la alegría humana, resulta absurdo que un antagonista que desea conservar el poder ignore por completo el motor que lo sostiene.
    De hecho, desde una lógica interna, darle el control a Lochlann desde el inicio habría sido la mejor decisión posible. Lochlann habría mantenido la festividad próspera, asegurando un flujo constante de magia, y aun así le habría permitido a su tío quedarse con una parte para invertirla en sus negocios, si eso era lo que realmente quería. Era una solución sencilla, funcional y beneficiosa incluso para el propio antagonista.
    Pero no.
    Elige tomar decisiones torpes y cuestionables, no porque sean estratégicas o trágicas, sino porque la historia lo necesita así. Y, al final, todo se resume a lo mismo: puede hacer lo que quiera porque nunca enfrenta consecuencias reales.

 OTRO AMOR A PRIMERA VISTA DISFRAZADO DEL TROPO DE RIVALES A AMANTES
    Kris y Lochlann se conocen en circunstancias bastante interesantes. 
    En la universidad, Kris reserva un salón de estudio. Pero, al llegar, encuentra que está ocupado por Lochlann, a quien le pide que se retire con amabilidad. Este decide ignorarlo, por lo que Kris decide utilizar la magia de la Navidad para darle una lección. Resultado desproporcionado: Lo humilla públicamente sin saber que es el príncipe de San Patricio. 
    Esta decisión impulsiva por parte de Kris, hace que las personas se cuestionen la capacidad de Loch para ser el heredero de su festividad, como si las decisiones de otros tuvieran que ver con su competencia personal.
     Y, aun así, desde ese primer momento, la tensión no es de enemistad real, sino de atracción evidente. La mitad de las pullas que se lanzan funcionan solo para subrayar lo atractivos que se encuentran mutuamente.
    Pero nos tenemos que creer que ellos se odian, eh.
    Su relación, en todo caso, no me parece convincente. 
    Lochlann es antipático la mayor parte del tiempo, rebaja a Kris con sus palabras y lo hace sentir humillado de forma constante. La historia intenta justificarlo al decir que es irlandés y esa es su forma de coquetear. Pero, en lo personal, ser un imbécil, sin importar tu país o tus traumas, nunca me ha parecido una buena forma de demostrar interés romántico
    Kris no está en una mejor posición, pues, aunque se arrepiente de la broma de mal gusto por solo un cuarto de estudio, su orgullo herido le lleva a tomar decisiones muy cuestionables en cuanto a cómo se comporta. De nuevo, no es una decisión que ayude a empatizar con la pareja.
    Decir que toda la rivalidad al amor sucede en el transcurso de una semana no es exagerar. Es el tiempo real de la novela. Y, lamentablemente, no es lo que busco en un libro cuyo único tema para ofrecerme es el romance. Le falta desarrollo a la relación, le falta alma, tensión real y profundidad emocional.

“You aren’t an awakening. You’re the whole dawn. And I can’t believe I ever thought I’d seen the sun before you.”
LA MAGIA DE REALEZA SE ROMPE DE FORMA CONSTANTE
    Hagamos un énfasis especial en que estos personajes son príncipes de festividades. Desconocidos para el mundo mortal, sí. Pero todavía con una reputación para mantener y prensa que les sigue de forma constante para las revistas de chismes en el sistema mágico de su mundo
    Pero, por alguna razón, son las personas menos dignas que encuentro.
    Podría decirse que tiene más gracia y decoro un NPC. 
    Kris se presenta a las actividades oficiales como embajador de la Navidad con camisetas con frases de doble sentido. Es más, la de la portada del libro dice "kiss my snowballs". Y sí, sale así, sin ironías ni consecuencias. 
    Esto resulta aún más absurdo cuando el propio texto establece que Kris cuenta con un equipo encargado de diseñar su imagen pública y escoger su vestuario para representar adecuadamente a su festividad. Se supone que hay protocolo, criterio y estrategia detrás de cada aparición. Pero, por alguna razón, ese equipo decide que la mejor opción no es una corbata con copos de nieve, ni un suéter elegante, ni algún símbolo festivo… sino camisetas sugestivas.
    Decisiones narrativas, entonces. Se pone en duda la capacidad de Lochlann debido a una broma ajena a sus decisiones, que no hace referencia a su personalidad o a su competencia como heredero; pero al mismo tiempo nadie crítica las elecciones estéticas de Kris, aunque las decisiones sobre la ropa sí que tienen que ver con gustos y personalidad. Interesante. No en el buen sentido.


Para resumir lo ya dicho, repito lo del inicio: entre más pienso en esta historia, más me disgusta.
    Los personajes pierden coherencia, y los nuevos no logran compensar esa pérdida, en especial Lochlann, cuyo desarrollo y romance se apoyan casi por completo en tropos poco trabajados.
    El abuso familiar se expone, pero nunca se confronta ni se castiga. El villano carece de motivación real y actúa en contradicción con las reglas del propio mundo mágico, y las consecuencias se aplican de forma selectiva según convenga a la trama.
    A esto se suma un romance apresurado y poco convincente, una representación de la realeza que rompe constantemente su propia solemnidad y decisiones narrativas que castigan a personajes por actos ajenos mientras ignoran responsabilidades evidentes.
Por estas razones, no podría decir que recomiende Go Luck Yourself.


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08 diciembre 2025

The Sun and the Star, por Rick Riordan & Mark Oshiro

The Sun and the Star
Fantasía ‧ Romance ‧ Middle Glade
THE NICO DI ANGELO ADVENTURES
1. The Sun and the Star | 2. The Court of the Dead


As the son of Hades, Nico di Angelo has been through so much, from the premature deaths of his mother and sister, to being outed against his will, to losing his friend Jason during the trials of Apollo. But there is a ray of sunshine in his life–literally: his boyfriend, Will Solace, the son of Apollo. Together the two demigods can overcome any obstacle or foe. At least, that’s been the case so far...
Now Nico is being plagued by a voice calling out to him from Tartarus, the lowest part of the Underworld. He thinks he knows who it is: a reformed Titan named Bob whom Percy and Annabeth had to leave behind when they escaped Hades’s realm. Nico’s dreams and Rachel Dare’s latest prophecy leave little doubt in Nico’s mind that Bob is in some kind of trouble. Nico has to go on this quest, whether Mr. D and Chiron like it or not. And of course Will insists on coming with. But can a being made of light survive in the darkest part of the world? and what does the prophecy mean that Nico will have to “leave something of equal value behind?”
Una nueva obra dentro del universo de Percy Jackson vio la luz en el año 2023, esta vez siguiendo a uno de los personajes más queridos por la mayoría de los lectores, Nico di Angelo, un semidiós que ha dado bastante de que hablar desde su primera aparición en la saga y que, para muchos, yo incluida, era uno de los mejores desarrollos dentro de la obra. En la actualidad, con un total de 59.688 puntuaciones en GoodReads, The Sun and the Star cuenta con un promedio de calificación de 4.19 estrellas, es decir que tuvo una recepción increíble por parte del público que ya era fan del mundo desarrollado por Rick Riordan. 
Este libro contiene los siguientes posibles triggers, aunque teniendo en cuenta que es una obra middle grade, están bastante diluídos: Abuso de poder, abuso de niños (dioses siendo dioses), amnesia, asesinato, cautiverio y confinamiento, familiares abusivos, intento de asesinato, manipulación, muerte animal, padres abusivos, pérdida de memoria a corto plazo, tortura, uso de armas, violencia y, de alguna forma, padres adolescentes.

Cuando les diga que a mí no me ha gustado en lo absoluto, nos hacemos los sorprendidos. Es mi maldición el que no me gusten los libros que otros aman. Y en esta ocasión en particular, de hecho, me ha dolido bastante, pues, como ya dije, Nico es mi personaje favorito en todo el universo de Percy Jackson. Yo le armaría un altar, yo lo adoraría de rodillas. Y, sin embargo, a lo largo del desarrollo de esta obra, quise enterrarlo a él, y a todos los personajes, en lo más profundo del tártaro
    Finalizando las pruebas de Apolo, nos enteramos de que Nico sintió un llamado desde el Inframundo. A pesar de que me emocioné de sobremanera pensando que se trataba de Jason, se nos revela que, en realidad, se trata de Bob, quien quedó atrapado en el tártaro desde la saga de la profecía de los siete. Nico, creyéndose responsable de él, decide volver a enfrentarse a la pesadilla que fue su estancia en ese lugar, junto a su novio, Will Solace, hijo de Apolo, pero las cosas no van a ser tan fáciles, pues la profecía que se les fue dada anuncia que, para rescatar a Bob, algo de igual valor deberá ser dejado atrás. 
    ¿Por dónde me empiezo a quejar?
    Cuando intenté leer este libro la primera vez, por allá en el 2023, estaba pasando una etapa de #Jasico muy hardcore y pensé que por eso no lograba hacer que me gustara.
    Quiero aclarar que Will nunca me cayó mal en el canon, me encantaban sus pequeños esbozos de relación con Nico, porque, como a todo el mundo, me encanta la idea de opuestos que se atraen y que son perfectos el uno para el otro, aunque Paolo, ejem. Pero, cuando comencé con esta historia (todavía hablo de la primera vez), no había nada bonito en Will… Incluso logró caerme mal. Y, de nuevo, pensé que esa era mi etapa de Jason Grace hablando, pero no… parece que, en efecto, han hecho de Will un personaje terrible
    Y mira, era difícil hacer eso, porque de él tenemos tan poco en el canon, que no estábamos ante la posibilidad de arruinar una personalidad. La cuestión es que ni siquiera supieron construir una que no diera ganas de estamparle un botellazo en la cara. Es como si ni siquiera tuviera un filtro en la boca, crítica todo por el puro placer de hacerlo y sin importar quién se encuentre al frente. Sumado a eso, de repente es una mamá sobreprotectora que no deja que Nico mueva un dedo, cuando en lo poco que vemos de él en los libros anteriores, sí, se preocupaba, pero también dejaba que Nico usara su poder.
    Luego, también está la parte en la que se deshace en halagos para con Perséfone, llamándola la persona más guapa que ha visto en la vida, se le cae la baba y lo repite mil veces, y tiene el descaro de preguntarle a Nico si está celoso de que la encuentre guapa, cuando Nico nos ha dicho mil veces que la ve como su madrastra. Y sí, es raro que tu novio esté encantado con tu madrastra, y aunque sí es normal que las personas encontremos a otras atractivas, no existe descaro más grande que hacerlo de la misma forma que Will lo hizo frente a su novio emo, depresivo y que nunca se ha creído suficiente debido al trauma por abandono que se carga. Claro que, esto ya es algo que se veía venir desde la saga de Apolo (Paolo, ejem, x2), por lo que se podría decir que Will es una muy buena representación de lo que es un semidios griego clásico: le va a todo en todo momento.
    No es el único que lo tiene todo mal. 
    ¿Nico? Dios, debe ser otro personaje. Solo utilizaron su nombre. ¡Quiero a mi hijo de vuelta! Me siento como en esas películas de terror, cuando algo posee al niño de la casa y la madre lo sabe, pero no tiene ni idea de qué hacer para arreglarlo. Bueno, esa soy.
    Nico siempre ha sido una mezcla encantadora entre un exterior frío y despreocupado, con un interior cálido y con muchos traumas. Pero mucho de eso se queda relegado, no vemos a Nico como un guerrero fuerte y capaz, que ha pasado por dos guerras antes de tan siquiera tener 18 años, en su lugar vemos un chico al que sus miedos le ganan, incapaz de enfrentar sus problemas y que llora y huye en cada uno de los arcos de la novela, como si no hubiera entrenado por años con su espada, como si no fuera la razón por la que los semidioses tuvieron una oportunidad en ambas peleas. Claro, sigue teniendo una inclinación encantadora por lo oscuro y lo que los demás rechazan, pero se siente diluido, y al mismo tiempo exagerado, al punto de que, en un momento casi prefirió dejarse matar, porque quería salvar un alma del tártaro. La misma que lo quería matar a él. Cositas.

“For your mind to heal, your body must also"
    
    ¿Y saben? Creo que el problema es, de forma genuina, el Solangelo, o Will, porque hubo dos capítulos en los que estuvieron separados y, de pronto, el punto de vista de Nico fue tan genial, de repente se sentía como si fuera Rick Riordan escribiendo sobre el personaje que tanto amamos, con sus juegos de palabras ingeniosos, sus momentos ridículos, pero divertidos. Fue un respiro inesperado, me hizo preguntarme por qué el resto de la obra no podía contar con los mismos tintes encantadores, y es que lo demás es un suplicio.
    Para ser sincera, la relación establecida entre ambos me disgustó sobremanera. No tiene una base firme, que creo es lo que muchos esperábamos al venir a este libro, que nos mostraran cómo se había formado su relación y tener indicios de cómo la llevan en un día normal. Pero, por un lado, se dedicaron a contarnos, en lugar de mostrarnos, que estaban diseñados el uno para el otro, porque se complementaban sus aspectos más oscuros con sus aspectos más luminosos. Y, por el otro, aquello que sí nos mostraron de su relación fue peleas, porque Will aborrece todo lo relacionado a la oscuridad, cosa que, oh, Nico es. A lo largo de toda la historia, yo solo podía pensar "si se odian tanto, por qué están juntos". 
    Hablemos también de los huecos argumentales, ujum. No es que los libros previos de Rick Riordan no tuvieran su propia dosis de "me olvidé y taché", es solo que no estaban tan marcados. Es como si cada párrafo de esta historia negara el canon previamente escrito, todos sus personajes son sombras de lo que alguna vez fueron. Percy, Annabeth, Quiron, el señor D., que de repente es agradable y no se equivoca con el nombre de Nico, que es la única persona a la que nombra en toda la obra, la verdad. La única que no logra valer en su breve aparición es Sally Jackson y, bueno, era difícil arruinarla con solo dos diálogos, pero hubo temor genuino de mi parte. 
    Aquí algunos de mis favoritos:

“Nico missed the other demigods, like Percy and Annabeth and Jason, even if he wasn't sure they missed him.”

― The Sun and the Star, capítulo 17
    Este pertenece a un fragmento de memoria de cuando Nico va por primera vez al tártaro, y tiene la desfachatez de decir que extraña a Jason, cuando en realidad nunca tuvimos indicios de que se conocieran antes del Argo II. Vamos a intentar solventar esto pensando que se conocieron antes de la pérdida de memoria y, como Nico es un mártir, jamás se lo dijo a nadie.
 

“I remember how sad I was when you left to go find Percy," Will said to Nico. "When he disappeared."
"You rere sad? But... did we even know each other then?"
"Maybe not as close friends or anything, but... but I was drawn to you. Maybe it was because you were so mysterious. Maybe it was because you kept pushing everyone away whenever they tried to be your friend."
"Not a lot of people tried to be my friend in those days," said Nico.
"That's not true!" said Will, and for a moment his energy seemed to come back. "Plenty of us tried to be friendly to you, and you always had an excuse or a mean remark ready for us."”

― The Sun and the Star, capítulo 8
    O aquí, cuando Will intenta gaslightear a Nico diciéndole que, en realidad, medio campamento quería ser amigo suyo, cuando a lo largo de los libros vimos cómo su apariencia y poder les causaba desagrado. No es en vano que, las personas que realmente intentaron ser amigas suyas, como Jason o Reyna, lo lograron, mientras los demás no. Ellos ni siquiera pusieron tanto esfuerzo y Nico los adora, así que no creo que los demás le hayan dirigido una palabra. Es más, al mismo Will ni siquiera le costó tanto hacer que Nico lo tratara como un amigo, así que, en qué nos basamos para decir que el problema de Nico era su personalidad oscura. 
    Es que, incluso lo vemos a lo largo de esta historia, cómo Will pretende que, a través de él, Nico deje de lado su esencia, su oscuridad, para que puedan encajar. Quizás no es algo que se diga en palabras textuales, pero la crítica constante de Will a todo lo que es Nico, la oscuridad, el inframundo, los chistes sobre muerte, los propios poderes del semidiós, llega a dar a entender esa idea. Incluso en uno de los arcos, Will tiene una conversación con Perséfone y le pregunta cómo pudo aceptar la oscuridad de Hades, porque él no cree poder hacer eso con Nico. La respuesta no se las doy, pero quiero que entiendan lo marcado que es el desagrado por la naturaleza Nico, como para que justo él venga a decir que muchas personas querían ser sus amigas, pero que él no les dejaba acercarse. 

“Taking advantage of the creature's disorientation, he scrambled forward and drove his blade through its chest.
The creature wailed. "I just regenerated!" she screamed. "Come on!"
Then she crumbled into clumps of dust that broke apart in the goo"

    No sé si soy yo, pero sentí que el estilo de los dos autores no se mezclaba de la forma que debería, lo que llevaba a situaciones muy incómodas, pues interpretaban a los personajes y sus relaciones de formas muy diferentes, por lo que hubo momentos en que los personajes decían algo y lo negaban al siguiente capítulo. 
    Esto también se vio muy marcado porque uno de los autores, yo apuesto por Mark Oshiro, tenía la desagradable costumbre de indicarnos cuando un personaje estaba soñando, mientras el otro simplemente lo hacía pasar sin darnos aviso, lo que debería ser la norma. Esto no solo era molesto porque, en lo personal, me sacaba de mi ritmo de lectura, sino que me hacía pensar que el autor nos cree lo suficientemente tontos como para no darnos cuenta de que nos encontramos ante una secuencia de sueño


    Creo que no se necesita hacer tanto énfasis en que están soñando. Creo.
    Quiero decir, lo podrían justificar como que es un libro middle grade y no quieren que los jóvenes lectores no entiendan que EL SUEÑO SE TRATA DE UN SUEÑO, pero es que la serie original de Percy Jackson también era dedicada a un público joven y, aunque tenía un humor idiota, jamás llegó a tratar a sus lectores como tales. Por eso le tiro la culpa a Oshiro, porque no conozco su trabajo en solitario y alguien debe llevarse las reprimendas. 
    El mismo tipo de anuncio extraño sucede en algunos de los flashbacks y, gente, es horrible.
     Teniendo en cuenta que la mitad de este libro es recordar asuntos del pasado, pueden imaginarse lo molesta que me tenía el cambio de perspectivas constante. 
    La mitad restante también se dividió en dos, una parte para contarnos (sin mostrarnos) cómo es la relación de Will y Nico, y la otra parte para que hicieran su viajecito turisteado al Tártaro. 
    Hablo de hacer turismo porque, ejem, tanto hemos visto sobre el Tártaro siendo el peor lugar en el que podría caer un semidiós, dónde los monstruos cada segundo se están regenerando, y donde nadie es un amigo, para que a Will se le ocurriera que iba a ir allí sin un arma, porque oh, dioses míos, él es un sanador, no un asesino. Vamos a obviar que todo lo que hay allá abajo quiere acabar con él, y mandarlo de todas formas como apoyo moral. 
    Cuando leía sobre eso, me los imaginaba tal que así: 

Will: "Sí, cuando nos ataquen monstruos, me escondo detrás del primer arbusto seco que vea y dejo que Nico se encargue de todo, preocupándose por él mismo Y POR MÍ 😀"
Y Nico tipo: "Sí, cariño, porque soy el Rey Fantasma y puedo con todo. Con todo menos los traumas de abandono 😀"

    Hilarante. Todavía tiene la desfachatez de decir, cuando Nico está en peligro, "Voy a ir a salvar a mi novio" ¿Con qué mi vida, con qué? Estaba más muerto que vivo, además, porque tú sabes, un hijo de Apolo sin sol. Es su kryptonita. Así que no solo iba sin arma, sino que estuvo moribundo por la totalidad de la historia, y además se la pasaba criticando todo lo que a Nico le gustaba. Ah, sí, ni siquiera sirvió de apoyo moral. 
    Hablando de " salvar a mi novio", sabían que se refieren a ellos así 102 veces en la obra. Teniendo en cuenta que la serie de la profecía de los siete tenía varias parejas establecidas y dicha palabra no aparece ni la mitad de las veces, vamos a echarle la culpa, otra vez, a Oshiro. Al pobrecito le culpo de todos los males habidos y por haber. Y el problema no es en sí que se llamen novios, eso son. El problema es que las oraciones eran del tipo: "El novio de Will, Nico, saltó", "Will, el novio de Nico, estaba pálido". Sí, amor, no hay más novios, tampoco hay más Wills o Nicos, sabemos a quiénes se refieren, basta. Es como si debieran aclararnos cada rato que están en una relación, probablemente porque no hicieron un muy buen trabajo desarrollándola sin que pareciera que preferirían estar con cualquier otra persona


Para resumir un poco, The Sun and the Star se lee un poco como un mal fanfic. Desde el cambio en todos y cada uno de sus personajes, hasta una trama aburrida, llena de huecos argumentales, y que no cumple con establecer lazos de ninguna clase entre sus lectores y sus personajes, todo parece hecho con prisas y sin ningún cariño por las sagas anteriores pertenecientes al mismo universo.
    Por razones como esas, no considero que se deba considerar canon dentro del mundo y, por tanto, yo misma la tomaré como eso: una mala obra hecha por fans.
    Dicho esto, no me atrevo a recomendarla.


Vamos a terminar esto hablando de cuatro cositas más. 
    Por un lado, los cacodeimons. Que sepan, además, que si no le he puesto solo una estrella a estos libros es por su breve y muy dulce aparición, pues desde que se subieron a la barca con Will y Nico se me hicieron las cositas más adorables que hubo en la obra.
    Los cacodeimons, por si no leyeron esta historia y están aquí por el placer del chisme, son unos demonios nacidos de Nyx, que hizo a obra y semejanza de las emociones negativas de Nico di Angelo. Es decir, a nuestro semidiós emo le tocó ser papá adolescente y sin mucho consentimiento, o conocimiento de causa. Y, aunque son muy lindos, no quita del plato que, en un libro para niños, una diosa primordial de quién sabe cuántos milenios de existencia, tuvo bebés demoniacos con un adolescente. Qué turbio. Muy clásico, pero muy turbio.
    Por otro lado, la profecía se leía tal que así: 

“Go foth and find the one who calls out your name,
Who suffers and despairs for refusing to remain;
There leave something of equal value behind,
Or your body and soul no one will ever find.”

― The Sun and the Star, capítulo 5
    Que no solo suena demasiado infantil, sino que también es demasiado obvio sobre qué deben hacer. La cuestión es. Ambos deciden embarcarse a este viaje porque es para salvar a Bob, y mencionan que la vida de un Titán no es comparable a la vida de unos semidioses, así que no tendrían que quedarse atrás de ninguna manera. No saben lo que tienen que dejar, pero de alguna forma no van a ser ellos mismos.
    Lo que terminan dejando es nada más y nada menos que las emociones negativas del pasado, lo que les permite seguir creciendo como personas y cambiar... Que no, tampoco es comparable con un Titán, pero de alguna forma les funcionó.
    Demos otro giro, digamos que la profecía no se refería al cuerpo físico de Bob, digamos que se refería a sus propios sentimientos de cambio, de no querer su antiguo yo. Para eso, considero que debería tener sus recuerdos pasados, puesto que, si quieres ser una mejor versión de ti mismo, deberías poder conocer qué aspectos de ti quieres cambiar, no aceptar de forma ciega lo que otros han puesto sobre ti, así vives de expectativas, no de realidades, ni de las vivencias que te forman. En este sentido, tendría valor que Nico deje atrás esas emociones malas, pero, de nuevo, son las cosas que lo forman, así que yo considero que han perdido demasiado y no de forma clara, siendo la profecía muy, muy mala. Además, no estoy segura de que las vivencias y emociones de un Titán de miles de años sean comparables a las de un adolescente que ni es mayor de edad
    ¡Pero esto tiene sentido! Ya que no es una profecía real, es una enviada por el mismísimo Hades, quien ya no entiendo si quiere ser un buen padre o solo un dios griego común, otra vez colocando a su hijo en una situación arriesgada cuando podría haberlo hecho todo él. Solo me pregunto si Apolo no se habrá enojado demasiado, sabiendo que utilizo a Rachel Elizabeth Dare, un oráculo en toda regla, como uno de los catalizadores para vomitar constantemente la profecía falsa hasta que Nico hizo caso. Formas de acoso. 
    Al final de la historia, Nico llama a Piper para hablar sobre Jason y decirle que quiere ser su amigo. Y no lo soporté. Por un lado, porque bien saben los que me conocen que Piper me cae muy, muy mal. Por otro, porque esto no es Nico, cero por ciento Nico, mucho OOC detectado. Y, por último, porque Piper es la llamada menos probable. Existen Hazel, ¡Reyna! Me lo imagino hablando con Reyna, quien conoció a Jason antes y después de la pérdida de memoria, que debe estar destrozada. Con Hazel, que es su hermana, y una de las pocas personas que lo entiende de forma genuina. ¿Qué tal encontrarse con Talía y tener un corazón abierto sobre cómo perdieron a sus hermanos de forma tan injusta, quizás? Pero Piper... Decepcionada, pero visto lo otro, no sorprendida.

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24 noviembre 2025

Kill the Beast, por Serra Swift

Kill the Beast
Por Serra Swift  ‧ 2025
REPRESENTACIÓN: Protagonista LGBTQAI+

The night Lyssa Cadogan's brother was murdered by a faerie-made monster known as the Beast, she made him a promise: she would find a way to destroy the immortal creature and avenge his death. For thirteen years, she has been hunting faeries and the abominations they created. But in all that time, the one Beast she is most desperate to find has never resurfaced.
Until she meets Alderic Casimir de Laurent, a melodramatic dandy with a coin purse bigger than his brain. Somehow, he has found the monster’s lair, and―even more surprising―retrieved one of its claws. A claw Lyssa needs in order to forge a sword that can kill the Beast.
When the witch Ragnhild decrees that Alderic and Lyssa must gather the other ingredients to forge the weapon together, or else the spell will fail, Lyssa gets more than she bargained for. Alderic is ill-equipped for the task at hand, and almost guaranteed to get himself killed.
But as the two of them search for the materials that will be the Beast's undoing, Alderic reveals hidden depths: dark secrets that he guards as carefully as Lyssa guards hers. Before long, and against Lyssa's better judgment, they begin to forge a blooming friendship―one that will either lead to the culmination of Lyssa's quest for vengeance, or spell doom for them both..

Kill the Beast, publicitado como una mezcla de El Castillo Ambulante y The Witcher, fue una de las novedades más esperadas del mes de octubre, teniendo a la fecha una calificación promedio de 4.15 (829 ratings). Esta buena recepción no se debe solo de la encantadora mezcla de dos franquicias con públicos enormes, sino porque la obra se vendió como uno de los subgéneros de la fantasía que más auge tiene en la actualidad, el cozy fantasy. Se trata del primer libro de la autora, Serra Swift, de quien poco más sabemos, pues mantiene una vida personal bastante privada.
Este libro contiene los siguientes posibles triggers: Abuso de poder, amputación, asesinato, depresión, misoginia, muerte, muerte de un menor, pérdida de un hermano, procedimientos médicos, sangre, suicidio (intento), uso de alcohol, uso de armas y violencia.

Por supuesto, vuelvo a ser la única y diferente, pues además de no encontrar aquí las vibras que me prometieron de las otras historias, también encontré que, en general, este es un libro bastante problemático.
    En un mundo de fantasía donde los faes y los seres humanos conviven de forma poco amistosa, Lyssa se dedica a acabar con estos monstruos como forma de vida y como manera de obtener venganza, pues su hermano fue asesinado hace bastantes años por aquel conocido como La Bestia. Sus intentos, sin embargo, han sido un poco infructuosos, pues este monstruo en particular se ha escondido y no es habitual verlo. Eso hasta que aparece Alderic, un hombre rico que parece tener más dinero que cerebro y que dice saber dónde se esconde La Bestia. Juntos deben emprender un viaje para recolectar elementos que les permitan forjar una espada mágica y así acabar con el monstruo maldito de una vez por todas.

¿PROTAGONISTA FUERTE? NO, PROTAGONISTA MATONA
Es común en la literatura actual que quieran reivindicar lo femenino, dejar de vernos débiles, dependientes de los hombres y como si, en general, no nos pudiéramos cuidar en absoluto por nuestra propia cuenta. Eso es genial, buenísimo, pero hay que aprender a trazar esa línea entre una mujer fuerte y una que solo es una bully, Lyssa resulta ser del segundo tipo.
    Se caracteriza sobre todo por no dejar que nadie se acerque a ella, siendo su única compañía un perro, Brandy, que le dieron cuando todavía era pequeña. Para mantener su imagen de persona poderosa e inaccesible, es común que recurra a la violencia física y verbal, haciendo de menos a los demás, invalidando las experiencias y sentimientos ajenos, pues según ella, no le competen, aunque a todos les debe interesar su mal humor. Esto se puede ver desde el principio, pero quiero comentar dos casos en particular:
    1. Al inicio de la obra, Lyssa mata un troll y decide hacerse una capa con su piel. Ella, y todos los personajes con los que se cruza, dice de forma constante que los trolls son las criaturas más apestosas del mundo, así que imaginen cómo va oliendo mientras lleva esa capa inmunda por la ciudad, solo para hacer el punto de que es una chica súper mala y poderosa, porque en realidad no la necesita. Así que, cuando la gente inevitablemente se cansa de ella, y un valiente decide quemar la horripilante capa, su reacción es ir a partirle la cara al pobre tipo.
    Sí, él no tenía el derecho a quemarla. Pero también, ella se aprovechó de la reputación que tenía para poder llevar eso a todas partes sin ser vetada, porque le tenían miedo. 
    2. Al conocer a Alderic, él la lleva a su casa, en donde Lyssa encuentra un montón de bordados y tejidos, de por sí le causa mucha gracia que alguien se dedique a hacer eso, porque ella es única y diferente y, por supuesto, rechaza todas las cosas femeninas, como los baños y la ropa limpia (estoy mofándome de su carácter). ¿Pero cuando se entera de que es Alderic quien los hizo? Bueno, digamos que va un poco más allá. 
    Ella no puede concebir que existan personas que se dediquen a cosas tan lindas y finas, que les guste la ropa y verse bien, pero que al mismo tiempo sepan defenderse. Por eso, su relación con Alderic en gran parte de la historia es tan solo mirarlo desde arriba, con una superioridad que raya en lo ridículo. No entiendo si la autora quiso hacer la contraparte de cómo se comporta la sociedad con la mujer, pero no me ha colado. Si era una crítica, no le siento la fuerza.
    Finalmente, a pesar de toda la superioridad que se jacta de tener, termina siendo Alderic quien la rescata en diversas ocasiones, porque se sume tanto en la violencia, que no es capaz de pensar de manera racional. Bien sea que esté ante faes o ante otros seres humanos, pareciera que la única herramienta que tiene disponible son sus puños y la lengua viperina.
    Por supuesto, una podría alegar que su comportamiento es necesario para su desarrollo de personaje, excepto que nunca lo tiene. A pesar de sus constantes metidas de pata con todas las personas que conforman su casi inexistente círculo social, son ellos los que se terminan disculpando con ella, mientras Lyssa asiente, como una pobrecita niña ofendida, a pesar de que ella se ha portado fatal con todos y cada uno.

TIENE MÁS ACCIÓN UNA PARTIDA DE AJEDREZ ENTRE RECIÉN NACIDOS
Bueno, el problema aquí es que nos han vendido a la protagonista como una asesina de monstruos, pero a la vez nos han vendido la historia como cozy fantasy, es decir, que una no sabe si esperar acción abundante, o que todo se resuelva por el poder de la amistad. Así que obtenemos los dos. 
    Un rato todo es asombroso y los problemas se resuelven porque Lyssa ama mucho a su perro, su hogar de la infancia y, por supuesto, insultar a otras personas.
    Al momento siguiente nos dan los momentos de acción más feos y rebuscados de la vida. No es solo que la narración sea paupérrima, parece que a Serra de verdad se le dificulta escribir si se requiere movimiento, sino que todo es demasiado rápido, del tipo: "y entonces corrí, y llegué al lago, y me metí y le clavé la espada a la sirena. No sé cuánto tiempo, pero ya estaba oscuro. Y algo me tocó, pero era Alderic". 
    O sea, preferiría que pusiera nada. Si total solo nos sirve para que Lyssa abra la boca e insulte a diestro y siniestro. Y cada vez que Lyssa maldice, muere un hada. Bueno, quizá por eso le encanta hacerlo. 

UN LIBRO ADULTO CON LOS MISTERIOS DE UN LIBRO INFANTIL (O MENOS)
Por los temas tratados a lo largo de la historia, que incluyen menciones de intento de suicidio, lenguaje vulgar, y mucha, mucha violencia, esta obra está catalogada para un público adulto. Sin embargo, parece que la autora ha olvidado eso por completo a la hora de querer introducir el plot twist de la misma, siendo que incluso a quienes les ha encantado cómo ella ha hecho las cosas, coinciden en que se veía venir desde el primer momento, pues no hay que ser un genio para que, si nos han vendido esto como inspirado El Castillo Ambulante, conectemos que el rubio dramático y encantador esconde más de lo que deja ver a primera vista. ¡Y es el único giro argumental que tenemos!

NO TODO ES MALO, TENEMOS EL PODER DE LA AMISTAD
Y aunque la historia está catalogada como romance, se trata de un romance platónico. Lyssa y Alderic desarrollan una "bonita" amistad, que incluye bastante violencia de ella hacia él, pero que funciona para los propósitos de la trama. Si esto fuera al revés, lo estaríamos condenando, pero bue... Lo cierto es que, desde mi punto de vista, nunca tuvieron ninguna especie de química que les ayudara a conectar más allá del trauma que sufrieron a manos de La Bestia. Un segundo Lyssa le está tirando súper duro a Alderic, al siguiente se vuelve loca porque le tocan un pelo. No me pregunten cómo funciona su cabecita retorcida, no lo he descifrado.
    Se considera a la protagonista bisexual por su relación tranqui con Alderic, aunque ciertamente nunca vemos que sea algo más allá de amigos. Pudiéramos decir que, si hay un romance aquí, entonces se trata de uno muy casto, o uno muy abusivo, donde los besos son puños. Teniendo en cuenta que se nos narra la relación pasada de Lyssa con una mujer llamada Honey, en donde castidad era lo que menos existía, yo considero a la prota lesbiana.
    En todo caso, aunque la relación de Alderic y Lyssa, romántica o amistosa, no me parece que tenga las bases ni las interacciones correctas, le abono que traiga a la mesa algo diferente. Sobre todo, porque es un libro de fantasía adulta, los cuales en los últimos años se han caracterizado por ser lo más explícitos posibles sin que les cataloguen como fantasía erótica.  


Para resumir un poco, Kill the Beast presenta expectativas que no llegan nunca a término. Se trata de una historia que promete demasiado, pero que tiene una ejecución un poco pobre. Lo cual, teniendo en cuenta que es la primera novela publicada de la autora, puede entenderse bastante.
    La obra tenía una base interesante, pero les ha faltado desarrollo a sus personajes. Aunque ha llegado al objetivo planteado en la misma, haber echado mano de obras y autores tan establecidos a la hora de hacer publicidad, considero que le ha jugado en contra, pues como lectora me he creado expectativas basadas en esas historias que me gustan tanto y, al no encontrar un buen resultado con las mismas, me he decepcionado más. 
    No considero que Kill the Beast sea una novela entretenida tal y como está, por el contrario, me resultó bastante soporífera. Por tanto, no me atrevo a recomendarla.


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26 abril 2025

Hyacinthus, por L. Alarcón Miguel

Hyacinthus
L. Alarcón Miguel
2024
Mitología | Romance 

Grecia en la época dorada, antes de los héroes, de cuando los dioses bajaban a la Tierra, conviviendo con los seres humanos y demás criaturas terrestres. Hyacinthus (Jacinto), príncipe de la conocida como Esparta, es todo lo contrario a sus hermanos, encuentra en la contemplación y no en la guerra la felicidad. De su ingente hermosura se habla por cada rincón de Grecia, hasta el punto de que incluso los dioses conocen su existencia. Es así como varias deidades, entre ellas, Céfiro, Bóreas y Apolo posan su mirada en el joven, dispuestos a sumergirse en una competición para lograr acariciar su corazón. El dios del sol al descubrir que el rey de Esparta busca un nuevo maestro para Hyacinthus, no lo duda, bajando a la Tierra para poder conocerlo y darle la oportunidad de que lo ame de la forma en la que él ya realiza. Sin embargo, su objetivo no solo será este sino, también enseñar al príncipe a observar el mundo con una perspectiva más amplia. Las cosas se complicarán cuando entren al juego los dioses de los vientos, narrándonos así el mito que todos conocemos de una manera más íntima e intrínsecamente hermosa.
MI OPINIÓN
    No creo que el problema sea el libro sino yo. 
    Es que, para hacerlo corto, no congenié ni un poquito con el estilo de narración
    Esta historia es una reinterpretación del mito de Jacinto, el enamorado de Apolo que termina como todos los enamorados de Apolo: bien muerto. Pretende hablarnos de su historia desde el principio, cómo empieza, cómo se desarrolla, las deidades contra las que hay que lidiar para que en algún momento puedan estar juntos y el fatídico e inevitable final, porque qué graciosas son las moiras.
    A decir verdad, hubo cosas que sí me encantaron. Una de ellas fue que, al iniciar la historia, el autor hace una invocación a las musas por inspiración. Esto es algo que se hacía mucho, como tenemos de ejemplo en la Ilíada, cuando Homero dice, desde su canto primero, "Canta, oh diosa, la cólera del Pelida Aquileo", para darle veracidad a las historias. En otras palabras, sería como decir "según el estudio realizado por tal...". A mi parecer, le dio un toque encantador, pues no he visto otras reinterpretaciones de la mitología griega con este recurso, que le da mucha más alma a lo narrado.
    Por otro lado, el estilo poético adoptado por el autor fue un gran no para mí. No sé si tiene que ver con el hecho de que no consumo poesía, porque a pesar de sentir que pudo llegar a su cometido un par de veces, con párrafos espléndidos, llenos de rima y profundidad en las figuras literarias que utilizó, la mayoría de ellos solo eran repetitivos y tenían la trama estancada, andando en círculos, como las tres o cuatro veces que Jacinto pudo observar el mundo desde una perspectiva más amplia (como dice en la sinopsis) después de hablar un poco con alguno de los dioses. Esto me tenía super loca. Las cuatro veces que pasó, Jacinto fue a hablar con su hermana, para decirle que el cielo, los árboles, el planeta, eran diferentes, hablando de lo mismo, de mil formas distintas, pero sin llegar realmente a nada, porque no había realmente un impacto allí. Su hermana siempre le respondería que no puede comprenderlo, seguramente porque él es más inteligente. 
    Sobre lo que estaba esperando, no recibí demasiado. Cuando leí la sinopsis y la idea del autor, tenía en mente algo muy lleno de sentimiento, pero también algo que involucrara bastante acción. La competencia entre dioses que se menciona apenas y se esboza, limitándose a un par de apariciones de Bóreas y Céfiro diciendo que ellos también son dioses y que quieren a Jacinto para sí mismos. Aunque uno de ellos mantuvo perpetuamente la forma de un niño y nunca peleó, ni siquiera de palabra, y parecía más inclinado a dárselo al otro dios del viento que en intentar conquistarlo por sí mismo, pero eh. La competencia se quedó, entonces, en intercambios de palabras que, en su mayoría, eran bastante tontos, pero que, como si de niños pequeños se tratasen los dioses, les herían el ego hasta lo profundo de sus almas. Lo que por una vez suena más a un dios griego, la verdad. Eso no quita que fueran aburridos hasta el extremo. 
    Entre otras cositas que me molestaron, están los errores de tipeo y las palabras que fueron repetidas hasta el cansancio. "Empero", la que más. Entiendo, el autor mismo lo dice, que el estilo que intentó adoptar pretendía acrecentar ese aire de mito en la historia, que pareciera un texto de la época, empero (xd) exageró un poco. Está bien que quisiera evocar la época, pero los escritos también se adaptan a los nuevos lectores y existen infinidad de conectores. Lo más gracioso es que podía olvidarse del "empero" por un par de páginas, pero una vez lo recordaba, aparecía hasta tres o cuatro veces por párrafo. 
    Me parece una idea excelente para cualquier historia inspirada en la mitología el querer reinterpretar cualquiera de las aventuras de Apolo. Para mí siempre son ideas de mil, porque, vamos (ignoremos esta cantidad desmedida de comas), es uno de los dioses que más juego da. Además, a la mayoría de los lectores nos encanta. Y creo que una parte importante de esas reinterpretaciones es mantener un "quizá" al aire. Sobre si el final va a ser fiel al auténtico o si va a tomar un giro diferente. Aquí, desde el primer momento se nos hizo saber que iba a terminar como el original, lo que, en mi caso, les quita interés a los acontecimientos. 
    En mi opinión, quizá faltó un poco de planeación, intentar hacer la historia más activa. Pero es que cada "despertar" donde por fin podía ver el sol y sentir la brisa, hablar con los animales, qué sé yo qué más, se me hacía eterno. 
    Por otro lado, voy a hacerme la de la vista gorda sobre cómo se desarrolló ese romance (muy rápido, muy sin sentido y repetitivo), aceptándolo solo porque sabemos que, de todas formas, Jacinto y Apolo llegarían allí. 

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25 enero 2025

Somewhere Beyond the Sea, por T.J. Klune

Somewhere beyond the sea
T.J. Klune
2024
Fantasía | Romance
CERULEAN CHRONICLES
1. The house in the cerulean sea | 2. Somewhere beyond the sea 

A magical house. A secret past. A summons that could change everything. Arthur Parnassus lives a good life built on the ashes of a bad one. He’s the master of a strange orphanage on a distant and peculiar island, and he hopes to soon be the adoptive father to the six dangerous and magical children who live there. Arthur works hard and loves with his whole heart so none of the children ever feel the neglect and pain that he once felt as an orphan on that very same island so long ago. He is not alone: joining him is the love of his life, Linus Baker, a former caseworker in the Department In Charge of Magical Youth. And there’s the island’s sprite, Zoe Chapelwhite, and her girlfriend, Mayor Helen Webb. Together, they will do anything to protect the children. But when Arthur is summoned to make a public statement about his dark past, he finds himself at the helm of a fight for the future that his family, and all magical people, deserve. And when a new magical child hopes to join them on their island home—one who finds power in calling himself monster, a name that Arthur worked so hard to protect his children from—Arthur knows they’re at a breaking point: their family will either grow stronger than ever or fall apart. Welcome back to Marsyas Island. This is Arthur’s story.
MI OPINIÓN
🕫Contiene spoilers del libro anterior🕫
    Han pasado 84 años... Pero que alguien le diga a Klune que deje como autoconclusivos los libros que hizo para ser autoconclusivos. Hay segundas partes que no se necesitan, como esta o toda la saga green creek, que divinamente pudieron ser un solo librito épico en su totalidad. Y no es que los demás hayan estado mal, eran buenos, solo no estaban a la altura del primero. Lo mismo pasa con este.
    Esta vez seguimos a Arthur, un personaje que fue bastante misterioso y del que me quedé con muchas ganas de saber más en la primera entrega. Además de estar en el caso de adoptar a los niños de la isla como suyos propios, Arthur también está decidido a hacer que se acaben los abusos contra los niños mágicos, sin pensar que salir a hablar sobre sus propias experiencias traumáticas con los programas del gobierno va a colgar una diana sobre la isla, sus habitantes actuales y un nuevo niño, el cual Arthur espera que pueda llamar a la Isla Marsyas su hogar. 
    Aquí mi opinión más sincera: es como si Klune hubiese escrito esta historia para meterse con J.K. Rowling. Desde el prólogo, donde da una muy buena charla acerca de la visibilización y validez de las personas trans, clamando que Rowling está mal y que la odia, para que en realidad su historia no tenga un solo personaje trans. No sé, queda un poco raro. Comprendo que quizás la idea no era ser demasiado obvio, después de todo, los niños ya representan en sí mismos estas luchas para encajar en la sociedad que teme y/u odia todo aquello que es diferente, ayudada por las propagandas de ciertos grupos políticos. Luego, pasa diciendo cosas como "hay gente a la que nunca podremos cambiarle el pensamiento, pero debemos pararnos firmes y resistir", sí, ya vi por dónde van las cosas. Y no es que no entienda de dónde viene, porque vamos a reconocer todos que la Jotaca se ha pasado muchas veces en sus comentarios (hace rato que no la miro, para mí es inexistente), pero entonces, una historia que en sus inicios fue por completo adorable, cuyo núcleo era ser lo más cozy y esponjoso del mundo, se llena de enojo y odio. Lo que no está mal, pero no era lo que esperábamos los lectores. Yo no, al menos.
    Esta clama ser la historia de Arthur, pero no lo he sentido así. Es cierto que le seguimos a través de un narrador en tercera persona, pero lo que son él y Linus, casi que son diluidos en el fondo, con un par de apariciones hacia el frente para contarnos un poco del pasado de Arthur o darnos un pequeño, pero muy satisfactorio, momento entre ellos. Me encantaría decir que en su lugar obtuve un montón de los niños (de Lucy, en particular, que es mi favorito), pero tampoco fue así. La historia se centró en el gobierno y cómo sus políticas son tan malas que incluso parecían un chiste. Puedo entender el retratar a muchos políticos como payasos, porque soy de latam y es pan de cada día, pero que fuera casi lo único que obtuve durante todo el libro... Al menos la tontería sirvió para sacar a relucir el lado papá protector de Arthur y eso me dio mil años de vida. 
    Las dinámicas son casi las mismas que en el libro anterior, excepto que a la ecuación se añade David, un niño Yeti que está convencido de que aquello que quiere hacer en la vida es ser un monstruo y asustar a las personas, sin lastimarlas. Esto choca un poco con las enseñanzas que Arthur le ha impartido al resto de los chicos y, por tanto, hay un poco de drama allí, intentando encajar nuevos puntos de vista y personalidades distintas, pero nada demasiado grave.
    Y no, no pude conectar. No voy a negar que lo amé, pero solo porque tengo construido todo un santuario interior para estos personajes. Si una quisiera evaluar el libro en sí mismo, con su inicio, nudo y desenlace, encontraría que no hay mucho para decir, más allá de la agenda política, demostrar cómo los fuertes siempre la toman contra los más vulnerables para hacerlos incluso más, y ser anti-JK Rowiling. El mensaje es cierto y perdura, pero eso no quita del medio que sea bastante obvio y nos lo esté dando a cucharaditas como si no entendiéramos. No es que esté mal hacer el tipo de denuncia que hace Klune, porque, como siempre, hay temas que deben visibilizarse, pero es que THITCS había terminado demasiado perfecto...
    Creo que ese es en realidad mi problema con el libro, el hecho de que, aunque puede profundizar en el mundo y mostrarnos el lado más feo de este, que poco pudo notarse en la primera entrega, el primero ya era perfecto. Añadir más, si bien no hizo que se perdiera la magia, sí provocó que debiera llenar huecos argumentales de maneras que, en lo personal, me resultaron absurdas
    Ejemplo de eso es el final, que, a mi parecer, se lo sacó de la nada.
    Eso sí, a pesar de todo esto, disfruté bastante leyéndolo y no me importaría que existieran otros cincuenta libros, siempre y cuando pudiéramos tener más de Lucy, personaje por el que vivo encantada y al que no se le saca tantísimo provecho dado a que hay tantos personajes.
    De lo que más me gustó es que en personajes como él y como Sal se puede notar un montón el desarrollo de personaje que han tenido. La forma en que Sal se planta y decide expresar sus palabras, da la impresión de que ha madurado bastante. Lucy, si bien no tanto en personalidad, porque sigue teniendo siete años, el desarrollo de sus poderes ya habla del mucho potencial que tiene y es la razón por la que quiero otras quinientas historias.
    La verdad, este sí se siente con un final mucho más abierto que el anterior, por lo que, si Klune decide continuar, ahora sí no me extrañaría. Sigo pensando que, si no han tenido la oportunidad de leer este y quieren quedarse con las vibras cozy del primero, es mejor que hagan como si fuera autoconclusivo, olvidándose de este. Si quieren adentrarse en las nuevas vibes, pues no hay problema, ja, ja, ja. 

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