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15 diciembre 2025

¿Vale la pena leer Go Luck Yourself, por Sara Raasch?

Go Luck Yourself
Por Sara Raasch ‧ 2025
ROYALS AND ROMANCE
1. The Nightmare Before Kissmas | 2. GO LUCK YOURSELF

REPRESENTACIÓN: Protagonistas LGBTQAI+


Someone has been stealing Christmas’s joy, and there’s only one clue to the culprit—a single shamrock.
With Coal busy restructuring Christmas—and their dad now having a full midlife crisis in the Caribbean—Kris volunteers to investigate St. Patrick’s Day. His cover: an ambassador from Christmas to foster goodwill. What could go wrong?
Everything, it seems. Because Prince Lochlann Patrick, Crown Prince of St. Patrick’s Day, happens to be the mysterious student that Kris has been in a small war with at Cambridge. They attempt to play nice for the tabloids, but Kris can’t get through one conversation without wanting to smash Loch’s face in—he’s infuriating, stubborn, loud, obstinate, hot—
Wait—hot?
Kris might be in some trouble. Especially when it turns out that the mystery behind Christmas’s stolen magic isn’t as simple as an outright theft. But why would a Holiday that Christmas has never had contact with, one that’s always been the very basis of carefree, want to steal joy? Can a spare prince even hope to unravel all this, or will Kris lose something way more valuable than his Holiday’s resources—like his heart?
En el 2024 se hizo más o menos popular una historia que recordaba mucho a Red, White and Royal Blue, excepto que los protagonistas eran el príncipe de la navidad y el príncipe de Halloween, esa obra fue el primer libro de lo que en este año se convirtió en una serie, al salir la historia de uno de los personajes secundarios, pero más queridos de esa obra, Kris, el otro príncipe de navidad, quien ahora estaría en su propia aventura para salvar la navidad, lo que implica enamorarse del príncipe heredero de San Patricio. Con una media de 4.31 estrellas y más de 10.000 personas opinando sobre esta historia, podría decirse que logró su objetivo como secuela, teniendo una recepción increíble por parte del público al que está dirigido.
Este libro contiene los siguientes posibles triggers: ataques de pánico, abuso de niños, padres abusivos, familiares abusivos, uso de alcohol.

Mi opinión corta, en cuanto lo terminé, fue algo así: entre más pienso en la historia, más me disgusta.
    Pero aquí vengo a desglosar. Así que, por qué me disgusta.

LA ESCENCIA DE LOS PERSONAJES ES MUY DISTINTA
    En el primer libro, Kris se presentó como el personaje sensato del dúo de hermanos.
    Seguía las reglas con rigor porque su objetivo no era solo cumplirlas, sino demostrar que podía ser un buen hermano menor, alguien que no pusiera en riesgo la reputación de su festividad, sobre todo considerando que el hermano mayor —heredero y todo— sí solía causar problemas. Kris era el contraste perfecto: prudente, consciente en el uso de su magia y, más que nada, un embajador impecable. Sabía hablar, sabía comportarse, sabía representar.
    Y, claro, todos entendíamos que detrás de esa fachada había represión.
    Sabíamos que le costaba mostrarse tal cual era, que cargaba expectativas ajenas y que había partes de él mismo que prefería esconder. Pero, aun así, su esencia seguía siendo la de un chico dulce, un joven que adoraba fastidiar cariñosamente a su hermano mayor y que jamás habría hecho algo que dañara su festividad.
    Pero en esta nueva entrega, es como si alguien hubiera cambiado las etiquetas de los personajes.
Kris y su hermano parecen intercambiar papeles. Todo lo que antes hacía Coal —ser impulsivo, frívolo con la magia, imprudente al hablar— ahora lo hace Kris, incluso en situaciones donde su rol como embajador debería haberlo frenado. Y vamos, eso molesta, porque no es un crecimiento, ni una crisis (aunque sí pasa por varias crisis el niño), ni un arco de personaje: simplemente parece otro personaje usando el mismo nombre.

LOS NUEVOS PERSONAJES NO DAN LA TALLA
    Algo que disfruté muchísimo del primer libro fue la dinámica entre Coal y Hex. Eran polos opuestos en el mejor sentido: chocaban, se complementaban, tenían química narrativa y emocional. Su interacción era graciosa, tierna, y generaba un interés genuino por saber más de ellos.
    Eran personajes diferentes, sí, pero coherentes, con motivaciones claras y personalidades definidas. Se sentían vivos.
    En contraste, los nuevos personajes de esta entrega no logran sostener el mismo nivel, especialmente Lochlann, que en teoría debería ser una pieza clave de la historia al fungir como interés amoroso de Kris.
    Lochlann no resulta un personaje atrapante. No se siente bien desarrollado ni particularmente distinto de otros secundarios de fantasía romántica. Más que aportar capas o complejidad, sus actitudes parecen limitarse a igualar la imprudencia de Kris, entrar de lleno en un tropo de “del odio al amor” sin suficiente construcción, y manejar “todo bajo cuerda” en su festividad para demostrar, muy de vez en cuando, que no es completamente un imbécil.
    Las hermanas de Lochlann son bastante irrelevantes en la historia en sí misma, más allá de puntos de apoyo ocasionales, y un pequeño indicio de que una de ellas podría tener una relación con Iris, la mejor amiga de Kris y Coal, por lo que no descarto que tengamos alguna vez un tercer libro en la serie para desarrollarlo más allá de una noche de fiesta.

EL ABUSO NO ES NORMALIZADO, PERO TAMPOCO CASTIGADO
    Esta serie aborda de forma constante —y bastante explícita— las dinámicas familiares disfuncionales. El problema no es que lo haga, sino qué decide hacer con ellas.
    La madre de Kris y Coal los abandona cuando apenas eran niños. Años después, mantiene contacto solo para victimizarse: se queja de que sus hijos no la buscan, de que no forman parte de su vida, ignorando por completo que ella era la adulta responsable y que fue quien los dejó atrás. La obra expone claramente esta actitud como dañina, pero nunca la confronta de forma real ni le asigna consecuencias.
    En el libro anterior, el padre de ambos es amonestado en su rol como Rey de la Navidad cuando se revela su carácter tiránico. Sin embargo, en esta entrega, tras años de abuso verbal y psicológico hacia sus hijos, además de sus comportamientos nocivos hacia otras festividades, su resolución es marcharse en busca de su exesposa, abandonándolos una vez más. No hay reparación, no hay rendición de cuentas ni una reflexión profunda sobre el daño causado, ni siquiera alguien ajeno a sus hijos hablando de lo mal que estuvieron sus acciones. Simplemente desaparece, como buen político corrupto, y dicha desaparición funciona más como una evasión que como un castigo, pues él no lamenta nada de lo ocurrido. 

“I altered my whole being into shapes that fit voids in everyone else’s lives so they’d stay, so my life would look perfect, so I wouldn’t be alone again. But I never asked myself what shape I wanted to take.”
    Algo similar ocurre con el tío de Lochlann, el antagonista de esta historia y el único familiar adulto que Loch y sus hermanas tienen. Él se aprovecha de la festividad para absorber toda la magia para sí mismo, descuida por completo su función de mantenerla próspera y, además, ejerce abuso psicológico constante sobre ellos. A pesar de la gravedad de sus acciones, las consecuencias que enfrenta son mínimas o inexistentes, al menos en proporción al daño infligido. 
    Y aquí está el punto central: el abuso no se presenta como algo aceptable, pero tampoco se castiga
    Como lectores, reconocemos que estas conductas son dañinas, incluso traumáticas, pero se queda a medio camino. No hay justicia narrativa, ni reparación emocional, ni un cierre que valide el sufrimiento de los personajes

Y BUENO, EL TÍO DE LOCHLANN TAMPOCO ES UN GRAN VILLANO, ¿SABEN?
    El antagonista de esta historia tampoco logra destacar.
    Su problema principal es simple pero grave: carece de una motivación real. Es malo porque sí, porque puede. Trata mal a sus sobrinos porque tiene poder sobre ellos, no porque exista un conflicto interno, una ideología o siquiera una ambición bien planteada que lo respalde.
    En teoría, su objetivo es reinar sobre la festividad de San Patricio. Sin embargo, sus acciones contradicen constantemente ese supuesto deseo. No hace nada por mantener viva la festividad, no organiza actividades, no procura la felicidad de los humanos —factor clave para que la magia de estas celebraciones exista dentro del sistema de magia del mundo— y, aun así, utiliza la suerte que genera la festividad únicamente para invertirla en sus negocios personales y volverse millonario.
    Esto lo vuelve no solo un villano plano, sino uno incoherente con las reglas del universo. Si la magia de las festividades depende de la alegría humana, resulta absurdo que un antagonista que desea conservar el poder ignore por completo el motor que lo sostiene.
    De hecho, desde una lógica interna, darle el control a Lochlann desde el inicio habría sido la mejor decisión posible. Lochlann habría mantenido la festividad próspera, asegurando un flujo constante de magia, y aun así le habría permitido a su tío quedarse con una parte para invertirla en sus negocios, si eso era lo que realmente quería. Era una solución sencilla, funcional y beneficiosa incluso para el propio antagonista.
    Pero no.
    Elige tomar decisiones torpes y cuestionables, no porque sean estratégicas o trágicas, sino porque la historia lo necesita así. Y, al final, todo se resume a lo mismo: puede hacer lo que quiera porque nunca enfrenta consecuencias reales.

 OTRO AMOR A PRIMERA VISTA DISFRAZADO DEL TROPO DE RIVALES A AMANTES
    Kris y Lochlann se conocen en circunstancias bastante interesantes. 
    En la universidad, Kris reserva un salón de estudio. Pero, al llegar, encuentra que está ocupado por Lochlann, a quien le pide que se retire con amabilidad. Este decide ignorarlo, por lo que Kris decide utilizar la magia de la Navidad para darle una lección. Resultado desproporcionado: Lo humilla públicamente sin saber que es el príncipe de San Patricio. 
    Esta decisión impulsiva por parte de Kris, hace que las personas se cuestionen la capacidad de Loch para ser el heredero de su festividad, como si las decisiones de otros tuvieran que ver con su competencia personal.
     Y, aun así, desde ese primer momento, la tensión no es de enemistad real, sino de atracción evidente. La mitad de las pullas que se lanzan funcionan solo para subrayar lo atractivos que se encuentran mutuamente.
    Pero nos tenemos que creer que ellos se odian, eh.
    Su relación, en todo caso, no me parece convincente. 
    Lochlann es antipático la mayor parte del tiempo, rebaja a Kris con sus palabras y lo hace sentir humillado de forma constante. La historia intenta justificarlo al decir que es irlandés y esa es su forma de coquetear. Pero, en lo personal, ser un imbécil, sin importar tu país o tus traumas, nunca me ha parecido una buena forma de demostrar interés romántico
    Kris no está en una mejor posición, pues, aunque se arrepiente de la broma de mal gusto por solo un cuarto de estudio, su orgullo herido le lleva a tomar decisiones muy cuestionables en cuanto a cómo se comporta. De nuevo, no es una decisión que ayude a empatizar con la pareja.
    Decir que toda la rivalidad al amor sucede en el transcurso de una semana no es exagerar. Es el tiempo real de la novela. Y, lamentablemente, no es lo que busco en un libro cuyo único tema para ofrecerme es el romance. Le falta desarrollo a la relación, le falta alma, tensión real y profundidad emocional.

“You aren’t an awakening. You’re the whole dawn. And I can’t believe I ever thought I’d seen the sun before you.”
LA MAGIA DE REALEZA SE ROMPE DE FORMA CONSTANTE
    Hagamos un énfasis especial en que estos personajes son príncipes de festividades. Desconocidos para el mundo mortal, sí. Pero todavía con una reputación para mantener y prensa que les sigue de forma constante para las revistas de chismes en el sistema mágico de su mundo
    Pero, por alguna razón, son las personas menos dignas que encuentro.
    Podría decirse que tiene más gracia y decoro un NPC. 
    Kris se presenta a las actividades oficiales como embajador de la Navidad con camisetas con frases de doble sentido. Es más, la de la portada del libro dice "kiss my snowballs". Y sí, sale así, sin ironías ni consecuencias. 
    Esto resulta aún más absurdo cuando el propio texto establece que Kris cuenta con un equipo encargado de diseñar su imagen pública y escoger su vestuario para representar adecuadamente a su festividad. Se supone que hay protocolo, criterio y estrategia detrás de cada aparición. Pero, por alguna razón, ese equipo decide que la mejor opción no es una corbata con copos de nieve, ni un suéter elegante, ni algún símbolo festivo… sino camisetas sugestivas.
    Decisiones narrativas, entonces. Se pone en duda la capacidad de Lochlann debido a una broma ajena a sus decisiones, que no hace referencia a su personalidad o a su competencia como heredero; pero al mismo tiempo nadie crítica las elecciones estéticas de Kris, aunque las decisiones sobre la ropa sí que tienen que ver con gustos y personalidad. Interesante. No en el buen sentido.


Para resumir lo ya dicho, repito lo del inicio: entre más pienso en esta historia, más me disgusta.
    Los personajes pierden coherencia, y los nuevos no logran compensar esa pérdida, en especial Lochlann, cuyo desarrollo y romance se apoyan casi por completo en tropos poco trabajados.
    El abuso familiar se expone, pero nunca se confronta ni se castiga. El villano carece de motivación real y actúa en contradicción con las reglas del propio mundo mágico, y las consecuencias se aplican de forma selectiva según convenga a la trama.
    A esto se suma un romance apresurado y poco convincente, una representación de la realeza que rompe constantemente su propia solemnidad y decisiones narrativas que castigan a personajes por actos ajenos mientras ignoran responsabilidades evidentes.
Por estas razones, no podría decir que recomiende Go Luck Yourself.


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24 noviembre 2025

Kill the Beast, por Serra Swift

Kill the Beast
Por Serra Swift  ‧ 2025
REPRESENTACIÓN: Protagonista LGBTQAI+

The night Lyssa Cadogan's brother was murdered by a faerie-made monster known as the Beast, she made him a promise: she would find a way to destroy the immortal creature and avenge his death. For thirteen years, she has been hunting faeries and the abominations they created. But in all that time, the one Beast she is most desperate to find has never resurfaced.
Until she meets Alderic Casimir de Laurent, a melodramatic dandy with a coin purse bigger than his brain. Somehow, he has found the monster’s lair, and―even more surprising―retrieved one of its claws. A claw Lyssa needs in order to forge a sword that can kill the Beast.
When the witch Ragnhild decrees that Alderic and Lyssa must gather the other ingredients to forge the weapon together, or else the spell will fail, Lyssa gets more than she bargained for. Alderic is ill-equipped for the task at hand, and almost guaranteed to get himself killed.
But as the two of them search for the materials that will be the Beast's undoing, Alderic reveals hidden depths: dark secrets that he guards as carefully as Lyssa guards hers. Before long, and against Lyssa's better judgment, they begin to forge a blooming friendship―one that will either lead to the culmination of Lyssa's quest for vengeance, or spell doom for them both..

Kill the Beast, publicitado como una mezcla de El Castillo Ambulante y The Witcher, fue una de las novedades más esperadas del mes de octubre, teniendo a la fecha una calificación promedio de 4.15 (829 ratings). Esta buena recepción no se debe solo de la encantadora mezcla de dos franquicias con públicos enormes, sino porque la obra se vendió como uno de los subgéneros de la fantasía que más auge tiene en la actualidad, el cozy fantasy. Se trata del primer libro de la autora, Serra Swift, de quien poco más sabemos, pues mantiene una vida personal bastante privada.
Este libro contiene los siguientes posibles triggers: Abuso de poder, amputación, asesinato, depresión, misoginia, muerte, muerte de un menor, pérdida de un hermano, procedimientos médicos, sangre, suicidio (intento), uso de alcohol, uso de armas y violencia.

Por supuesto, vuelvo a ser la única y diferente, pues además de no encontrar aquí las vibras que me prometieron de las otras historias, también encontré que, en general, este es un libro bastante problemático.
    En un mundo de fantasía donde los faes y los seres humanos conviven de forma poco amistosa, Lyssa se dedica a acabar con estos monstruos como forma de vida y como manera de obtener venganza, pues su hermano fue asesinado hace bastantes años por aquel conocido como La Bestia. Sus intentos, sin embargo, han sido un poco infructuosos, pues este monstruo en particular se ha escondido y no es habitual verlo. Eso hasta que aparece Alderic, un hombre rico que parece tener más dinero que cerebro y que dice saber dónde se esconde La Bestia. Juntos deben emprender un viaje para recolectar elementos que les permitan forjar una espada mágica y así acabar con el monstruo maldito de una vez por todas.

¿PROTAGONISTA FUERTE? NO, PROTAGONISTA MATONA
Es común en la literatura actual que quieran reivindicar lo femenino, dejar de vernos débiles, dependientes de los hombres y como si, en general, no nos pudiéramos cuidar en absoluto por nuestra propia cuenta. Eso es genial, buenísimo, pero hay que aprender a trazar esa línea entre una mujer fuerte y una que solo es una bully, Lyssa resulta ser del segundo tipo.
    Se caracteriza sobre todo por no dejar que nadie se acerque a ella, siendo su única compañía un perro, Brandy, que le dieron cuando todavía era pequeña. Para mantener su imagen de persona poderosa e inaccesible, es común que recurra a la violencia física y verbal, haciendo de menos a los demás, invalidando las experiencias y sentimientos ajenos, pues según ella, no le competen, aunque a todos les debe interesar su mal humor. Esto se puede ver desde el principio, pero quiero comentar dos casos en particular:
    1. Al inicio de la obra, Lyssa mata un troll y decide hacerse una capa con su piel. Ella, y todos los personajes con los que se cruza, dice de forma constante que los trolls son las criaturas más apestosas del mundo, así que imaginen cómo va oliendo mientras lleva esa capa inmunda por la ciudad, solo para hacer el punto de que es una chica súper mala y poderosa, porque en realidad no la necesita. Así que, cuando la gente inevitablemente se cansa de ella, y un valiente decide quemar la horripilante capa, su reacción es ir a partirle la cara al pobre tipo.
    Sí, él no tenía el derecho a quemarla. Pero también, ella se aprovechó de la reputación que tenía para poder llevar eso a todas partes sin ser vetada, porque le tenían miedo. 
    2. Al conocer a Alderic, él la lleva a su casa, en donde Lyssa encuentra un montón de bordados y tejidos, de por sí le causa mucha gracia que alguien se dedique a hacer eso, porque ella es única y diferente y, por supuesto, rechaza todas las cosas femeninas, como los baños y la ropa limpia (estoy mofándome de su carácter). ¿Pero cuando se entera de que es Alderic quien los hizo? Bueno, digamos que va un poco más allá. 
    Ella no puede concebir que existan personas que se dediquen a cosas tan lindas y finas, que les guste la ropa y verse bien, pero que al mismo tiempo sepan defenderse. Por eso, su relación con Alderic en gran parte de la historia es tan solo mirarlo desde arriba, con una superioridad que raya en lo ridículo. No entiendo si la autora quiso hacer la contraparte de cómo se comporta la sociedad con la mujer, pero no me ha colado. Si era una crítica, no le siento la fuerza.
    Finalmente, a pesar de toda la superioridad que se jacta de tener, termina siendo Alderic quien la rescata en diversas ocasiones, porque se sume tanto en la violencia, que no es capaz de pensar de manera racional. Bien sea que esté ante faes o ante otros seres humanos, pareciera que la única herramienta que tiene disponible son sus puños y la lengua viperina.
    Por supuesto, una podría alegar que su comportamiento es necesario para su desarrollo de personaje, excepto que nunca lo tiene. A pesar de sus constantes metidas de pata con todas las personas que conforman su casi inexistente círculo social, son ellos los que se terminan disculpando con ella, mientras Lyssa asiente, como una pobrecita niña ofendida, a pesar de que ella se ha portado fatal con todos y cada uno.

TIENE MÁS ACCIÓN UNA PARTIDA DE AJEDREZ ENTRE RECIÉN NACIDOS
Bueno, el problema aquí es que nos han vendido a la protagonista como una asesina de monstruos, pero a la vez nos han vendido la historia como cozy fantasy, es decir, que una no sabe si esperar acción abundante, o que todo se resuelva por el poder de la amistad. Así que obtenemos los dos. 
    Un rato todo es asombroso y los problemas se resuelven porque Lyssa ama mucho a su perro, su hogar de la infancia y, por supuesto, insultar a otras personas.
    Al momento siguiente nos dan los momentos de acción más feos y rebuscados de la vida. No es solo que la narración sea paupérrima, parece que a Serra de verdad se le dificulta escribir si se requiere movimiento, sino que todo es demasiado rápido, del tipo: "y entonces corrí, y llegué al lago, y me metí y le clavé la espada a la sirena. No sé cuánto tiempo, pero ya estaba oscuro. Y algo me tocó, pero era Alderic". 
    O sea, preferiría que pusiera nada. Si total solo nos sirve para que Lyssa abra la boca e insulte a diestro y siniestro. Y cada vez que Lyssa maldice, muere un hada. Bueno, quizá por eso le encanta hacerlo. 

UN LIBRO ADULTO CON LOS MISTERIOS DE UN LIBRO INFANTIL (O MENOS)
Por los temas tratados a lo largo de la historia, que incluyen menciones de intento de suicidio, lenguaje vulgar, y mucha, mucha violencia, esta obra está catalogada para un público adulto. Sin embargo, parece que la autora ha olvidado eso por completo a la hora de querer introducir el plot twist de la misma, siendo que incluso a quienes les ha encantado cómo ella ha hecho las cosas, coinciden en que se veía venir desde el primer momento, pues no hay que ser un genio para que, si nos han vendido esto como inspirado El Castillo Ambulante, conectemos que el rubio dramático y encantador esconde más de lo que deja ver a primera vista. ¡Y es el único giro argumental que tenemos!

NO TODO ES MALO, TENEMOS EL PODER DE LA AMISTAD
Y aunque la historia está catalogada como romance, se trata de un romance platónico. Lyssa y Alderic desarrollan una "bonita" amistad, que incluye bastante violencia de ella hacia él, pero que funciona para los propósitos de la trama. Si esto fuera al revés, lo estaríamos condenando, pero bue... Lo cierto es que, desde mi punto de vista, nunca tuvieron ninguna especie de química que les ayudara a conectar más allá del trauma que sufrieron a manos de La Bestia. Un segundo Lyssa le está tirando súper duro a Alderic, al siguiente se vuelve loca porque le tocan un pelo. No me pregunten cómo funciona su cabecita retorcida, no lo he descifrado.
    Se considera a la protagonista bisexual por su relación tranqui con Alderic, aunque ciertamente nunca vemos que sea algo más allá de amigos. Pudiéramos decir que, si hay un romance aquí, entonces se trata de uno muy casto, o uno muy abusivo, donde los besos son puños. Teniendo en cuenta que se nos narra la relación pasada de Lyssa con una mujer llamada Honey, en donde castidad era lo que menos existía, yo considero a la prota lesbiana.
    En todo caso, aunque la relación de Alderic y Lyssa, romántica o amistosa, no me parece que tenga las bases ni las interacciones correctas, le abono que traiga a la mesa algo diferente. Sobre todo, porque es un libro de fantasía adulta, los cuales en los últimos años se han caracterizado por ser lo más explícitos posibles sin que les cataloguen como fantasía erótica.  


Para resumir un poco, Kill the Beast presenta expectativas que no llegan nunca a término. Se trata de una historia que promete demasiado, pero que tiene una ejecución un poco pobre. Lo cual, teniendo en cuenta que es la primera novela publicada de la autora, puede entenderse bastante.
    La obra tenía una base interesante, pero les ha faltado desarrollo a sus personajes. Aunque ha llegado al objetivo planteado en la misma, haber echado mano de obras y autores tan establecidos a la hora de hacer publicidad, considero que le ha jugado en contra, pues como lectora me he creado expectativas basadas en esas historias que me gustan tanto y, al no encontrar un buen resultado con las mismas, me he decepcionado más. 
    No considero que Kill the Beast sea una novela entretenida tal y como está, por el contrario, me resultó bastante soporífera. Por tanto, no me atrevo a recomendarla.


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12 julio 2025

King of Ashes, por S.A. Cosby

 King of Ashes
Por S.A. Cosby  2025

REPRESENTACIÓN: Autor BIPOC | Protagonista BIPOC

When eldest son Roman Carruthers is summoned home after his father’s car accident, he finds his younger brother, Dante, in debt to dangerous criminals and his sister, Neveah, exhausted from holding the family—and the family business—together. Neveah and their father, who run the Carruthers Crematorium in the run-down central Virginia town of Jefferson Run, see death up close every day. But mortality draws even closer when it becomes clear that the crash that landed their father in a coma was no accident and Dante’s recklessness has placed them all in real danger.
Roman, a financial whiz with a head for numbers and a talent for making his clients rich, has some money to help buy his brother out of trouble. But in his work with wannabe tough guys, he’s forgotten that there are real gangsters out there. As his bargaining chips go up in smoke, Roman realizes that he has only one thing left to offer to save his himself, and his own particular set of skills.
Roman begins his work for the criminals while Neveah tries to uncover the long-ago mystery of what happened to their mother, who disappeared when they were teenagers. But Roman is far less of a pushover than the gangsters realize. He is willing to do anything to save his family. Anything.
Because everything burns.
Con una media de 4.27 estrellas (6,612 opiniones) en GoodReads, King of Ashes fue una de las novedades más esperadas y alabadas en el mes de junio. Cosby, su autor, parece ser un genio en lo que a la escritura de thrillers respecta, sin embargo, a pesar de las excelentes críticas recibidas para su nueva obra por parte del público general, sus lectores más habituales parecen coincidir, en su mayoría, en que esta es una de las obras más deficientes del estadounidense y, aunque pude disfrutar bastante durante el tiempo que estuve perdida en estas páginas, estoy plantada sobre la idea de que, en lugar de ser el thriller del año, viene siendo uno bastante mediocre, aunque con buenas intenciones.     
Este libro contiene los siguientes posibles triggers: Perdida de los padres | Procedimientos Médicos | Uso de drogas | Uso de alcohol | Asesinato | Abuso de poder | Uso de Armas | Chantaje | Manipulación | Muerte | Tortura | Amputación | Infidelidad | Depresión | Personaje en coma

King of Ashes nos cuenta la historia de Roman, quien vuelve a casa después de que su padre termina involucrado en un accidente de auto que lo deja en coma. Pronto se da cuenta de que esto no fue solo obra de la crueldad del destino, sino de que su hermano menor, Dante, le debe dinero a una banda criminal bastante peligrosa. Dispuesto a hacer cualquier cosa para salvar a su familia, Roman se ve involucrado en una red de violencia y mentiras, trabajando para estos gánsteres mientras intenta destruirlos desde adentro e intentando que su hermana, Neveah, no se dé cuenta de esto.
    Por su parte, ella, cansada de siempre haber sido quien lleva el orden del hogar, decide investigar la misteriosa desaparición de su madre hace muchos años atrás. Neveah sospecha de su padre en coma, pues era bastante conocido que su madre le era infiel, un crimen pasional no sería nada raro. No obstante, todo el mundo parece guardar secretos. 
    La historia está narrada en tercera persona, con narrador cuasi omnisciente que en su mayoría sigue a Roman y Neveah, pero que nos permite dar vistazos cortos a otros personajes importantes y a algunos más que solo son carne de cañón. Aunque yo tengo una preferencia bastante marcada por los narradores en tercera persona, creo que la elección de narrador fue algo que, en el gran esquema de las cosas, perjudicó mi percepción final de la obra, ya que la selección de información que decidió darnos no me pareció la adecuada. Por ejemplo, hay muchas escenas que hablan de las preferencias sexuales de Roman, que, si bien son parte importante de la trama, pudieron reducirse un poco, para dar paso a que nos contara pequeños detalles de cómo iba el proceso de destrucción de esta pandilla que amenazaba a su familia, pues lo único que obtenemos de esa parte de la historia es a Roman haciendo dinero para ellos y diciendo que cada vez se acerca más el momento de cobrar venganza.

“Whatever bond you think you have, money will make that shit dissolve.”
    La venganza es una parte fundamental de la historia, pues, de hecho, atraviesa a todos los personajes principales en mayor o menor medida. Roman, que quiere vengar a su familia. Neveah, que busca darle un cierre a la desaparición, y muy posible, muerte de su madre. Y Dante, que persigue uno de los tópicos de la tragedia, consumiéndose en el autosabotaje por el odio a sí mismo, que también puede verse en obras como Anna Karenina o Madame Bovary. Sin embargo, estas venganzas, que podrían verse como actos nobles y motivados por el amor, necesidades catárticas e indispensables, son el motivo de que los personajes terminen cayendo tan bajo en su conducta autodestructiva, potenciando el punto álgido de la novela
    A pesar de lo poderosa que puede parecer esta carga temática, lo cierto es que el tratamiento narrativo le resta fuerza, haciendo que, para mí, el discurso de familia en el que se cimienta la trama se caiga un poco por la borda y es que, si tu familia es tan importante para ti que no te importa involucrarte con criminales, por qué los has abandonado en principio, como hizo Roman, o por qué nadie ha intervenido de forma realista en los problemas de adicción de Dante, por qué, a pesar del dinero que poseen, no se llega si quiera a insinuar que haya estado alguna vez, o que quieran llevarlo alguna vez, a un centro de rehabilitación. Por qué solo lo dejan estar.
    Así que, como pueden notar, la historia se centra más en contarnos que en mostrarnos y aquello que nos muestran no encaja con lo que nos cuentan en su gran mayoría, erosionando la identidad de los personajes, lo que no podría decir si es usado de forma deliberada por Cosby para reforzar el hecho de que en la historia todas las verdades se cuentan a medias y las mentiras y omisiones abundan, o si fue una falta de habilidad para escribir a sus personajes.
    En el caso de Roman, diría que es la primera opción. Se nos presenta como un personaje serio, educado, muy intuitivo e inteligente, cuyo propósito mayor en la vida es generar dinero, le encanta. En su línea de trabajo ya es una persona que vende lo que habla, no necesariamente lo que hace, y aquello que hace, no siempre es por la vía legal. Eso es incluso antes de involucrarse con los gánsteres que amenazan a su familia, por lo que tener doble cara, ser ambicioso y oportunista es solo parte de su día a día.
    Dante, por su parte, es el personaje más simple en tanto a su pensamiento y acciones, concuerdan de forma casi triste y es que, lo que se ve de él, es todo lo que es. Estando involucrado en el mundo en que está, sabemos que solo puede terminar mal desde un principio y, aunque saber eso evita que una sienta mucho por él desde el inicio, no quita el hecho de que sea trágico en todo sentido. Es un hombre que nunca creció y que está enfrentándose al mundo adulto sin las herramientas para hacerlo, porque nadie conocía la terapia normal aquí.
    Las mujeres son una de las mayores quejas que tengo de esta historia y es que Cosby se ha limitado a dibujar arquetipos que ni siquiera son importantes para la trama principal. Hay solo dos mujeres que aparecen de forma constante. Una es Neveah, a quien han diseñado como el arquetipo de madre cuidadora. A pesar de vivir en la misma casa que Roman, se encuentra totalmente desligada de la trama principal, dándole una secundaria, la búsqueda de la verdad de su madre, en la cual solo la vemos hablar con dos personas para hacer dos o tres preguntas que no llevan a nada; su única característica importante es que es bastante histérica, ejerciendo una sobreprotección sofocante sobre sus hermanos, que solo se acentúa más en los aspectos negativos cuando estos insisten en dejarla fuera para protegerla; y su papel solo queda más marcado cuando nos damos cuenta de que es la única que visita a su padre más de dos veces en el hospital. La otra es Jae, hermana de los pandilleros antagonistas, aunque, una vez más, no está involucrada de ninguna forma en el negocio de sus hermanos y oh, vaya, el arquetipo de femenino de la amante, la única que ha sido capaz de seducir y crear una conexión emocional real con Roman, pero a la que, de nuevo, deja afuera de cualquier otro aspecto importante de su vida. Así que me pregunto, para que metió mujeres en su obra. 
    Los otros personajes no se exploran lo suficiente como para llegar a hacernos una idea. A algunos se les da una tarea y se les explota hasta el límite, de modo que se tornan caricaturescos. Otros ni siquiera tienen ese placer, existen y parece que fueran fotocopias de papel que se mueven por el objetivo de la trama, cero trasfondos, cero relevancias. 
“Sometimes the man wearing the crown ain’t the man that’s supposed to be the king.”
    A decir verdad, esto no fue algo que noté mientras lo estaba leyendo, pues la historia en sí misma tiene una forma de atrapar bastante fascinante, que va de la mano con un ritmo veloz en el que de forma constante están sucediendo cosas. Eso no deja mucho espacio a rumiar lo que se consume. Pero, antes de empezar la cuarta parte del libro, tuve un periodo de no lectura en el que finalmente pude sentarme a reflexionar sobre él, fue entonces que pude notar estos aspectos que no me convencían del todo, entre ellos lo ya comentado sobre las mujeres; y, por otro lado, las pandillas de latinos.
    Quitemos el hecho de que americana no soy. Pero los pandilleros latinos que Cosby retrata en esta historia, al parecer, no tienen acceso a armas y hacen de las suyas con machetes. Machetes. Quiero decir, en la mayoría de los países de latam (por no decir todos, ya que no tengo la información) está prohibido el porte de armas y las regulaciones para que se las den a un civil son bastante rígidas. Sin embargo, nuestros pandilleros tienen armas de fuego y son bastante creativos a la hora de hacer bombas caseras y otras cosas. Por lo que, el hecho de que Cosby venga aquí a decirme que, estando en Estados Unidos, donde hemos visto a través de un montón de hechos, que las armas son más fáciles de conseguir, ellos no tienen ninguna y tienen aterrorizada a la gente por medio de machetes, me toca una fibra. Está bien que usen machete, me recuerda a los taxistas de mi país. Pero que no se hayan podido conseguir una sola arma de fuego... Estoy sin palabras. 
    Otra cosa que pude notar fue que, efectivamente, la historia no tenía demasiado sentido, pues los personajes decidieron ahogarse en un vaso de agua con sus problemas. Claro, de no haber sido así, no existiría el libro, pero es que, al pensarlo, sus decisiones ni siquiera parecen haber pasado por un filtro de pensamiento coherente. Voy a hablar de la única que no es spoiler, pero créanme que hay bastantes situaciones de estas: cuando Roman se ve involucrado con los gánsteres por culpa de Dante, él contrata a un asesino a sueldo que es buenísimo, no solo a nivel local, sino que va un paso más allá. En lugar de pedirle de una buena vez que se deshaga de los mafiosos, lo que decide hacer es empezar a meterse con ellos a sus espaldas, mientras de frente, les trabaja. O sea que, cuando hablan de tú a tú, Roman les da dinero, pero cuando le dan la espalda, llama a su amigo para que destruya un par de bodegas. Hombre, lo común. Mientras dice que todo es parte de su increíble plan para deshacerse de una vez por todas de ellos. Mi veredicto: le gusta complicarse la vida. Con la cantidad de recursos y gente que tiene de su lado, haberse ido por la vía larga fue una tontería. Una tontería que permitió un libro, pero que, si te paras a pensar, le resta potencia. 
    Encontré que muchas personas estaban un tanto decepcionadas con el final del libro. Cuando recién lo terminé, a mí también me pareció una decisión pobre por parte del autor. Pero, después de analizar los comportamientos de los personajes, solo me pudo parecer un final bastante adecuado. Hace que cobren sentido muchas cosas que sucedieron y es coherente con al menos dos de nuestros personajes principales.


Para resumir un poco, King of Ashes se presenta como una historia con mucho potencial emocional, pero no termina de lograr construir una historia clara. A pesar de apuntar a ser una novela densa, desgarradora y terriblemente humana, su impacto quedó reducido por culpa de la simpleza de la mayoría de sus personajes y una estructura que deja cabos sueltos difíciles de ignorar.
    Los temas más potentes, como la familia y la venganza, aparecen desdibujados por un narrador que no siempre trae a la mesa escenas que aporten a la evolución de personajes o la trama, centrándose en el sufrimiento como eje narrativo, aunque sin explorar de forma correcta el impacto real que este puede tener.
    Por eso, aunque considero King of Ashes una novela entretenida, que juega bastante con la tensión del lector, me cuesta recomendarla sin reservas, pues parece una contradicción en sí misma, aunque quizás sea ese aspecto el que revele su verdadera intención.


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31 mayo 2025

Storm and Sea, por Tereza Kane

Storm and Sea
Por Tereza Kane ‧ 2025
Storm and Sea Saga
1. Storm and Sea | 2. ¿?


Atreus has carved out a quiet, stable life among humans on the island of Baia Vita, earning their respect while hiding a dangerous he is Mer. Exiled by his own people for the color of his scales, he has learned to navigate life as an outsider, finding solace in the rhythms of the fishing village. But his fragile peace is shattered when Nyel, a naïve and determined runaway Mer fleeing the suffocating traditions of his home, lands on the island.
Nyel’s arrival disrupts everything Atreus has built. Though they clash at first, their growing friendship—and the flicker of something more—forces both men to confront the prejudices and traditions that shaped them. But their personal struggles are interrupted when a powerful criminal family begins stripping Baia Vita’s bay of fish, threatening the village’s survival. As starvation looms, Atreus and Nyel must join forces to save the humans they’ve both come to care for. Yet, with their secrets on the verge of exposure, they must tread carefully. After all, the very people they hope to protect might destroy them first.
Recibí un ARC por parte de Netgalley a cambio de una opinión honesta
    ¿Recuerdan Luca? Sí, sí, la película de Disney sobre dos tritones, o pececitos, que se embarcan al mundo de los seres humanos y tienen un montón de aventuras bien lindas aprendiendo sobre ellos y descubriendo sus sueños por el camino. ¿Y recuerdan que hubo una época donde se armó tremendo revuelo porque algunos decían que era representación LGBTIQ+ y otros que solo estaban representando una bonita amistad y que eran muy pequeños para querer estar insinuando algo más? Pues bueno, esta es la historia de lo que hubiese pasado si ambos personajes no solo fueran LGBTIQ+ sino también un poco más grandes
    Se supone que debería haber publicado esto hace más de un mes, pero ejem, no me voy mucho con los horarios (ya me acordé porqué nunca colaboro). Por lo que esta historia ya está más que disponible, si acaso quieren hacerse con ella.
    Como les dije, esto es básicamente Luca con personajes adultos. La historia tiene cinco puntos de vista. El de Atreus (nuestro Alberto), un mestizo que es rechazado por todos los mer, por lo que decidió vivir en la tierra, pasando las épocas de lluvia escondido en una pequeña isla; y las de sol, fingiendo que es un chico que quiere ayudar con las labores de pesca. Las que están lejos del agua, al menos. Sus planes se ven un poco interrumpidos cuando aparece Nyel. Este es un sireno que acaba de huir de sus padres porque querían involucrarlo en un matrimonio con alguien que no le gusta. Para los mer, los vínculos de apareamiento son bastante sagrados, es por eso que Nyel no quiere atarse a una persona que no ama, pero dada la insistencia de sus padres, termina en la pequeña isla en la que se refugia Atreus, quien ahora no solo debe esconderse de los humanos, sino también de Nyel, pues ser mestizo significa que la locura le persigue. 
    Por otro lado, tenemos a Nephi, quien es el medio hermano de Nyel. Nephi es un mestizo, producto de una relación que tuvo su padre fuera del vínculo antes de asentarse con la madre de su hermano pequeño. Rechazado tanto por su especie, como por los humanos y acosado por la supuesta locura que persigue a su tipo, Nephi los odia a todos y busca formas para vengarse, lo que lo lleva a estar involucrado en una exploción que no solo le arrebata a su compañero, sino que también le quema la mitad del cuerpo. Con la excusa de llevar a su hermano devuelta a su hogar, Nephi se aproxima a la superficie, dándose cuenta de que hay un humano que se está ahogando. Por algún motivo, este humano le recuerda a su pareja recién fallecida y, en un acto que no comprende, termina salvándolo.
    El humano resulta ser Leofel, amigo de Atreus, quien es el único sustento de su familia. Con un padre alcohólico y una buena cantidad de hermanos menores, su vida consiste en proveer, a como dé lugar, para ellos, razón por la que estaba afuera a pesar de que había una tormenta y casi se ahoga. Leofel solo recuerda que fue salvado por un color de escamas, pero esto le ronda la mente todo el tiempo.
    Finalmente, tenemos a Marina, la cual es, de lejos, el personaje menos interesante que nos presenta la autora. Su núcleo es que no encaja en ninguna parte porque es única y diferente. En el colegio la creen una chica humilde, sin saber que su madre era una famosa y, por tanto, está forrada en dinero. Pero, en la isla, la creen una pija, porque, aunque no va mostrando lo que tiene, ella se va a estudiar en escuelas de élite. Marina tiene el sueño de organizar las competencias físicas del festival de la isla y esa es su meta a través de la novela. Organizar. Por ahí se le pretende dar un interés romántico que podría estar interesante dependiendo de cómo lo lleven en los siguientes libros, pero que no tiene mucho de dónde agarrar en este
    Siento que al hacerlos adultos y con preocupaciones más acordes a lo que viven, la autora ha logrado darle más profundidad a la historia, hablando de problemáticas vigentes como la contaminación, la corrupción y un montón de situaciones de trauma, abuso y desordenes, siendo esta lo que supondría la punta del iceberg, pues es un primer libro bastante introductorio.
    Tenemos a Atreus hablando sobre el sentimiento de no pertenecer de la soledad e incluso de la locura. Enfatizando, en él más que en cualquier otro, a través de los recursos visuales de la historia, la importancia de la salud mental. Nyel, hablando de las expectativas ajenas, el peso que estas suponen en nosotros y el aprender a poner límites. Nephi, que es la historia de cómo la segregación puede repercutir en la vida de las personas, pues él se siente solo en el mundo y, a diferencia de Atreus, que encontró otro camino lejos, lo único que añora es venganza. Leofel, hablando de las responsabilidades y las cargas que nos ponemos encima; además, en su subtrama se nos habla de abuso sexual (no explícito), agresiones y la corrupción, donde aquel que más dinero tiene parece poder hacer con los demás lo que le viene en gana. La trama más débil, como ya dije, recae en Marina, cuyos problemas resultan bastante infantiles en el gran esquema de las cosas, pero que, cuando menos, sirve para hablar de las cosas positivas, ya que en ella se destaca la familia, la aceptación de lo diferente y el mantener nuestros valores a través de las pruebas de la vida.

He'd once heard Marina call Atreus' freckles 'angel kisses.' Nyel preferred to think of them as tiny constellations, like a map of stars scattered across his skin. He wondered where they led.

      Lo cierto es que, además de sentir que la escritura de la autora es bastante hermosa cuando se centra en ello, las formas en las que jugó con su historia y lo que permite un formato de libro, me parecieron bastante bien logradas. Cuando Atreus tiene uno de sus episodios de ataques de pánico, se cambia la fuente, se ve mucho más tensa y ruidosa, menos pulida y tranquila, como suele ser él. Los tamaños también cambian, demostrando el impacto que aquellos triggers desencadenan en su mente. Es un recurso simple, pero contundente. Personalmente, a mí el sentimiento sí me afectó, ayudándome a entrar en la historia y a empatizar con su situación. 
    Sobre las relaciones creadas, siento que más allá de crear vínculos más o menos estrechos con los intereses amorosos, no se siente como si la mayoría de ellos se interesara los unos por los otros la mayor parte del tiempo. Llevan vidas bastante separadas, al punto de que cuando aquellos momentos de trauma están sucediendo frente a las narices de los demás, estos ni siquiera saben identificarlos. Claro, tenemos casos como el de Atreus en el que es más sencillo que se abra sobre sus problemas con Nyel, siendo de especies similares; pero luego tenemos a Leofel, que se supone siempre ha pasado tiempo con Atreus y Marina, y está viviendo un infierno que incluso le lleva a tener moretones por todo el cuerpo, y ninguno de los dos se da cuenta o se preocupa en indagar más allá de lo aparente. Resultando curioso que quien más lo odia, Nephi, sea el único que lo reconoce. No intenta endulzar las cosas ni darle ánimo con palabras, pero al menos descifra que algo gordo le está sucediendo. 
    Estrechar los lazos entre los personajes, y no hablo solo entre los diversos narradores de la historia, sino sobre todos aquellos que se hacen presentes de una forma u otra a lo largo de la trama, les hubiese dado más credibilidad a los sucesos, los cuales, quieras o no, traen a la mesa sentimientos de confianza, apego y nostalgia que no fueron profundizados, sino utilizados de forma conveniente para lograr un cierre de arco que se sintió un poco antinatural. No puedes apelar a una relación filial que nunca me has mostrado para salirte con la tuya en los planes de tu obra y esperar que me lo crea. En este tipo de casos es cuando el “muéstramelo, no me lo cuentes” tiene más sentido, pues de nada me sirve que me diga que, por ejemplo, Atreus y Leofel tienen años de conocerse y son mejores amigos, cuando en el desarrollo de la historia lo único que veo entre ellos es desinterés mutuo a menos que se trate de Nyel, por quien se pelean románticamente sin reconocerlo. 
    En sí, la parte del romance me resulta interesante. Atreus y Nyel me resultan bonitos porque me remiten a Luca y Alberto. Es como leer un fanfic de ambos cuando son ligeramente más grandes. Pero el punto fuerte es la relación de Leofel y Nephi, quizás porque también me parecen los personajes más interesantes de toda la historia, siendo quienes tienen pasados y presentes más turbios, y quienes, además, se repelen y atraen al mismo tiempo. El progreso de su relación es bastante simple, teniendo en cuenta la forma en que se conocen, las situaciones en las que suelen coincidir y sus personalidades, pero eso es lo que, a mi parecer, lo hace más entrañable, que sea lento y natural, teniendo en cuenta que para Nephi los humanos son de sus mayores enemigos y que Leofel está atravesando uno de sus peores momentos, en donde no puede confiar en nadie. El desarrollo de su relación en esta primera entrega tan solo pasa de extraños a extraños ligeramente amigables, lo que me hace desear que en futuras entregas tenga ese mismo aire. Pasos lentos, pero seguros, en crear algo sólido y profundo, quizás un poco sangriento en los bordes, pero impactante de una buena forma.
    Mi principal problema con la historia es que toma tantas referencias del original, que a veces se olvida de ser una obra diferente que debe funcionar por sí misma. La forma en que los Mer se transforman es la misma, los sueños de todos son los mismos y las reacciones de todos a los diversos sucesos, son las mismas. Esto en sí mismo no es tan chocante hasta que las acciones dejan de concordar con las edades de los personajes, que ya no son tan pequeños, logrando que el lector se desconecte un poco de la lectura. 
    El punto donde más lo sentí fue en el festival con la forma absurda en que la autora intentó que los tres principales de la película estuvieran involucrados. Todos sabemos que en la peli este festival fue un punto importante para la revelación de quiénes eran realmente Luca y Alberto, pero era solo cuestión de sentido común saber que eso no funcionaría de la misma manera en una historia con los tintes de esta. Si bien no son ellos los que montan esa bicicleta, la forma en que intenta hacerlo coincidir sigue sintiéndose forzada. 
    Lo cierto es que esta es una historia con muchas posibilidades. Posibilidades porque hay demasiadas formas en que la autora puede seguir trabajando en lo que ha presentado para esta introducción. Siento que con todos los temas y pequeñas tramas que ha soltado solo puede ir cuesta arriba o estrellarse de forma estrepitosa en el fondo. Deseo, de corazón, que sea la primera, porque me interesa mucho saber en qué va a derivar lo que ha traído a la mesa, especialmente la relación de Leofel y Nephi. Es una obra que, sin ser lo mejor en el género, es bastante disfrutable e interesante, con posibilidades de convertirse en una obra que genere impacto, dependiendo de cómo se trabaje en las próximas entregas. 

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17 mayo 2025

The Bright Years, por Sarah Damoff

The Bright Years
Sarah Damoff
2025
Ficción Histórica | Ficción Literaria 

Ryan and Lillian Bright are deeply in love, recently married, and now parents to a baby girl, Georgette. But Lillian has a son she hasn’t told Ryan about, and Ryan has an alcohol addiction he hasn’t told Lillian about, so Georgette comes of age watching their marriage rise and fall.
When a shocking blow scatters their fragile trio, Georgette tries to distance herself from reminders of her parents. Years later, Lillian’s son comes searching for his birth family, so Georgette must return to her roots, unearth her family’s history, and decide whether she can open up to love for them—or herself—while there’s still time.
Told from three intimate points of view, The Bright Years is a tender, true-to-life novel that explores the impact of each generation in a family torn apart by tragedy but, over time, restored by the power of grace and love.

Hay una razón por la que no me gusta leer ficción literaria: indagar y reflexionar sobre la condición humana siempre me rompe por lo injusto que es el mundo real. Esta es una característica que más personas parecen compartir conmigo, al menos con este libro en particular.
    The Bright Years nos habla de la historia de la familia Bright a través de cuatro generaciones en, alrededor de, 60 años. Con tres puntos de vista diferentes, la historia empieza cuando Lillian y Ryan se conocen y enamoran, nos cuentan su amor a través de los años, hasta que se casan y tienen una pequeña niña, llamada Georgette, entonces las adicciones aparecen. Ryan se convierte en un alcohólico y la familia termina separándose. En los años siguientes, todos atraviesan una serie de altibajos, enfrentándose a sus demonios y a las cicatrices que las malas decisiones y las injusticias de la vida dejan no solo en ellos, sino en aquellos que los rodean, explorando el impacto que estas tienen a través de diferentes generaciones
    Como toda novela del género, esta historia viene de la mano de personajes bien desarrollados, situaciones realistas y un montón de temas serios que, incluso si no hemos llegado a vivir directamente, podrán ser los causantes de tomar nuestro corazón, hacerlo una bola y luego pisotearlo sin arrepentimiento, al mismo tiempo que nos harán gozar, reír y enamorarnos una vez más, aunque sabemos que en cualquier momento podríamos caer en el ciclo repetitivo y es que, así es la vida. Un intentar, caer, levantarse y volver a intentar.
    La historia se divide en capítulos que representan los años que pasan. En estos años la autora nos cuenta algunos de los acontecimientos más importantes para el narrador, lo que nos permite conocer a grandes rasgos cómo avanzan sus vidas, pero, sobre todo, los pormenores y momentos más alegres que viven. 

People always say not to forget because then history will repeat itself. But maybe history will repeat itself anyway, and forgetting is how we bear it.

      La primera narradora es Lillian, trabajadora de un banco a la que un día, mientras está en la biblioteca, se le acerca Ryan, quien le comenta que la ha visto un par de veces allí y la invita a salir con algo de timidez. Por cuestiones de la vida, Lillian acepta y así es como comienza su historia de amor. 

    A decir verdad, no me sentí tan conectada con los años vividos por Lillian, quizás porque es un personaje un poco cerrado. Es una mujer que guarda secretos y, aunque al seguir su perspectiva podemos enterarnos de ellos, al ver que los mantiene de los demás, siempre queda la sensación de que es una narradora que oculta cosas. No necesariamente revelaciones importantes, pero cuestiones como sentimientos o pensamientos, la mayor parte del tiempo, fueron solo suyos. Esto, sumado al ya mencionado estilo de los capítulos, no me permitieron conectar con ella.
    Sin embargo, no sucedió lo mismo con Jet, la hija de Lillian. Conocerla desde que nació y haber sido parte de todos y cada uno de los momentos que marcaron su vida para que ella fuera como era, tuvo un encanto desgarrador. Sus éxitos y caídas se sentían como los míos y su historia de amor me tuvo sufriendo cada segundo. 
    Hablando de historias de amor, creo que eso fue lo que encontré menos realista en todo esto (y hago un énfasis muy grande en que soy yo y solo yo). Me explico. No es que ambas mujeres encontraran al amor de su vida en el primer intento y fueran felices por toda la eternidad gracias a eso, no. Pero los hombres con quienes estaban resultaban estar profunda e irrevocablemente enamorados de ellas. Sé que esto sucede, lo juro. Sé que hay chicas que consiguen a esa persona que las adora, pero en mis entornos eso no sucede. Ni yo ni nadie que conozca ha tenido esa suerte de tener a un hombre que cuelgue la luna por ellas, así que, aunque lo disfruté mucho, sobre todo con Jet, no me lo podía creer del todo. 
    El último punto de vista que encontramos en la novela es el de Ryan. Esto me resulta interesante, porque la escena de apertura es suya. Lo primero que vemos en el libro es cómo una madre huye de un hogar abusivo, donde reina el alcohol, llevando a su hijo consigo. Este niño es Ryan. Un bebé que creció en un hogar donde la adicción le robó a su padre, un niño y adolescente que juró que nunca iba a ser como él y que los vicios nunca iban a reinar en su cuerpo; y un adulto que terminó cediendo, viéndose condenado a repetir la historia por sus propias malas decisiones.
    Aunque la historia de vida de Ryan no fue una con la que pude conectar, pues soy la persona más rencorosa del mundo, creo que es una representación magistral de lo que los vicios pueden hacer con las personas y las familias. Cómo pueden ser estos males acechando desde las sombras y cómo pueden detonar de un momento a otro cuando hay traumas que no sanamos.
    Ryan pasa por un montón de intentos de sobriedad y un montón de recaídas, lo cual también es bastante realista. Pero considero que lo más importante de los altibajos de este personaje es que invitan a reflexionar un montón
    Todas las perspectivas que hay en esta historia están marcadas, de alguna forma u otra, por adicción que él tiene. Hay momentos de su vida en los que sabe que debe parar, pero no tiene la voluntad de hacerlo y eso no solo le hace sufrir a él, sino también a todos a su alrededor. Lo cierto es que, viendo su lucha, llegué a sufrir bastante. Sí sentía que se lo merecía, pero sí, también quería aventar su botella por la ventana y darle un enorme abrazo.
    Hubo bastantes menciones sobre la necesidad de ir a terapia para sanar las heridas y traumas, lo que me parece genial, porque un trauma generacional en el que se ha hecho tanto daño, es bastante importante sanarlo de la manera correcta. Sin embargo, siento que aparte del tema del alcoholismo, no muchos otros temas fueron tratados de la forma adecuada. Por ejemplo, la autora nombra indicios de un trastorno alimenticio, el cual se deja pasar bastante fácil sin que ningún personaje lo llegue a reconocer por lo que es. A pesar de que la historia no necesitaba más trauma, traer un trastorno tan delicado a la mesa para dejarlo correr, se me figura un poco fuera de lugar. 
    En cortas, esta es una historia que nos demuestra que el amor no es la salvación o cura inmediata para todos los problemas, pero que puede ser un punto importante para decidirse a sanar. Una historia rica y brillante, pero también desgarradora debido a los temas que trata.

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