Autor: Alexandra Bracken.
Año de Publicación: 2012.
Género: Young Adult - Ciencia Ficción - Distopía - Romance.
Primer libro de la trilogía que lleva el mismo nombre.
Posee además un Spin-off
Esta es mi primera distopía y debo admitir que no estaba para nada en mis planes leerla; simplemente una mañana me levante y me dije: ''Debes dejar de pasarte la vida buscando libros de romance'' y para mi propia sorpresa me hice caso, así que cuando fui a por un libro cogí el primero que vi y ya esta, esa fue la forma en la que conocí la trilogía.
La ENIAA es una enfermedad que se presenta en los niño entre los ocho (8) y los catorce (14) años que termina por matarlos, aunque hay otros casos, tal vez más o menos desafortunados que siguen con vida pero a los cuales la enfermedad les otorga diversos poderes mentales.
Dado a que la mayoría de las personas los consideran monstruos, los niños son enviados a campos de rehabilitación en donde se supone deben aprender a controlar o a eliminar la ENIAA de su organismo. Y si están pensándolo un poco, acertaron. La verdad es que la ''enfermedad'' no se pude eliminar, deducimos con esto que en el campo de rehabilitación solo los humillan y los hacen trabajar. Nada de cura.
Los niños de esa generación y las que vienen, son clasificados en cinco colores: verde, azul, amarillo, naranja y rojo, siendo el rojo el más peligroso, aunque dejare que descubran las habilidades de cada uno.
Aclarado lo anterior, proseguiré a hablar de algunos de los personajes que conforman esta historia.
Primero nos encontramos con Ruby, una naranja que durante seis años se ha hecho pasar por una verde. Ruby es un poco torpe y demasiado infantil, ¿pero qué le hacemos? aunque aún así es muy inteligente y en determinados momentos logra demostrarnos toda su determinación y valentía.
Por si se lo preguntaban, la respuesta es NO. Ruby no tiene diez (10) años, fue encerrada a esa edad y seis (6) años más tarde es cuando empezamos a seguir su historia, dando vistazos de vez en cuando a su pasado para lograr comprenderla mejor.
No puedo decir que Ruby me caiga mal, pero tampoco que me caiga bien, admito que para cada uno de esos sentimientos tiene su momento. Esto sería algo así como una relación de amor y odio.
Ahora, sigo con Liam, ¿qué puedo decir de él? además de que me encanto por ser un personaje bastante decidido y a la vez amable, me encanto su forma de tratarlos a todos, pues se nota su sencillez y su carisma. Además, tengo que ver en que posición de mis novios literarios lo coloco.
Liam no es para nada el prototipo de chico malo que vemos hoy día, es simplemente un adolescente que intenta hacer lo mejor tanto para él como para todos aquellos que lo rodean, es bastante tierno y parece sonrojarse con facilidad, sin duda un chico único, un tanto misterioso (por su forma de ser) y además sexy.
También se encuentran Suzume y Chubs (Charles) personalidades que son completamente distintas pero que de alguna forma hacen el complemento perfecto para hacer más divertido el grupo que iremos siguiendo a lo largo de la historia.
La relación que se crea entre estos cuatro personajes no la puedo describir de manera distinta a hermosa. Puesto que entre ellos encuentran lo más lindo que les fue negado: una familia. Saben que pueden apoyarse y contarse cualquier cosa pues de igual forma siempre serán aceptados.
La verdad es que la historia se me paso casi volando, pues estaba inundada en cosas interesantes y solo me llegue a aburrir una vez, cuando nos acercábamos al clímax de la historia y nuestros cuatro amigos se encontraban un poco distanciados. Pues en ese momento empezaron a omitir muchos detalles y a contarlo todo por encima y ese no era el ritmo al que me había acostumbrado el libro. Menos mal, paso rápido.
Como se dará a entender, todos menos ellos mismos están en su contra, por lo que es muy interesante ver como superan juntos cada una de las situaciones mientras aprenden a controlar sus habilidades (algunos).
La historia me hizo pasar por todo, y cuando digo todo es TODO; me enojé, me entristecí, amé, lloré, pataleé, entre otros muchos más, porque las situaciones realmente te transmitían lo que estaba pasando.
No creo que haya un final en esta vida con el que yo haya sufrido tanto como sufrí con este, es que ¡Oh por Patch! ¿Cómo se atreven a terminar las cosas así? Aunque debo admitir que es un buen método para que corras a leer el siguiente libro. Pero la verdad, el final me rompió el corazón.
Si, lo recomiendo. Me pareció genial.
VALORACIÓN.
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