Autor: Jayne Ann Krentz.
Año de Publicación: 1992.
Género: Contemporáneo.
Autoconclusivo.
Casi una década de trabajo en el poderoso imperio familiar de los Gilchrists ha hecho que Katy Wade se sienta secretamente decidida a emprender su propio negocio. Pero debe resolver un último problema antes de sentirse libre para poder marcharse...
Los Gilchrists necesitan un heredero para salvar sus fortunas, y éste sólo puede ser Luke Gilchrists. Pero, durante toda su vida los Gilchrists han hecho pagar a Luke por escándalo que causó su padre, y ahora él se ha convertido en un renegado que ha jurado no volver nunca a su casa. Katy tiene que persuadir a Luke para que, con su experiencia empresarial, impida la ruina de su familia; pero a ella le bastará una mirada para comprender por qué le llaman ''el bastardo''.
Lo que ella ignora es que es mayor el deseo que Luke siente por ella que sus ansias de vengarse. El sólo accederá a salvarlos si tiene a Katy de su parte... una táctica eficaz para hacer que esta osada pelirroja enloquezca por él. Ella es la única mujer que podría transformar a un diabólico villano en un hombre de familia.
Ya sabrán ustedes la debilidad que siento por los libros que
contienen mucho romance, y este libro es exactamente eso. Empecé a leerlo por el simple hecho de que se
encontraba en mi casa y de que su nombre me atraía mucho, también porque pensé
que sería la típica relación de amor odio (que por cierto, me gusta mucho),
pero no fue así. Y aunque no me siento decepcionada, claro está; si siento que
el libro pudo ser mejor.
Hablemos de los protagonistas.
Primero se encuentra Katy, quien es de la clase de chicas
con las que no puedo parar de sentirme disgustada en varios aspectos. Primero,
está el hecho de que es demasiado influenciable, y aunque no sea capaz de
ayudar a los demás, o sepa que ayudarlos la puede poner en peligro o problemas,
de igual forma lo hace, y no es exactamente porque sean buenos amigos, sino
porque como ya dije, es demasiado influenciable. Y segundo, que es una de esas
típicas damiselas en apuros, y para los problemas en los que ella sola se mete
siempre busca la ayuda de Luke.
Y ahora, nos encontramos con el encantador Luke, a quien nos
quieren presentar como un hombre peligroso y sin sentimientos; pero yo
realmente lo que vi, es un hombre común y corriente, un hombre decidido que ama
con locura, un hombre inteligente que haría cualquier cosa por alcanzar sus
metas. La verdad es que a mí nunca me pareció que Luke fuera el diabólico villano
que nos presentan en la sinopsis, para mí, Luke fue encantador desde un
principio.
Ahora, la relación que hay entre los dos me gusto bastante.
Son dos personas que vienen de mundos prácticamente iguales pero a la vez muy
diferentes. Son una pareja bastante dispareja, y esto hace que con cada situación
en la que se ven envueltos todo sea máxima ternura y sensualidad.
La trama que tiene la historia, en realidad no es mucha. Todo
se trata de encontrar los problemas que tiene la compañía de restaurantes
Gilchrists, y que en su camino Katy se meta en otros cuantos de los que Luke
tiene que sacarla (dado a que Katy es su debilidad). Y claro, como no, crear
una relación entre dos personas que son como agua y aceite, pero que desde el
primer momento ya se sienten atraídos el uno por el otro.
Los personajes secundarios, algunos son de trascendentales,
y otros no tanto, pero hacen a la historia mucho más amena y realista. Claro
está también, más fácil de leer, porque si no fuera por su intervención, a la
historia le hubieran bastado 100 páginas y hubiera tenido sin duda el mismo
resultado. Pero sin ninguna cosa interesante.
Claro que el final me encanta, porque es un final rebosante
de felicidad, y aunque esperaba que hubiera más acción y que al final no fuera
tan sencillo, pues claramente para mí el romance puede con todo, sin necesidad
de mayor trama.
Por otro lado, debo admitir, que el libro no me causo
sensaciones diversas (cosa que a mí me gusta mucho). Y es que no hay nada mejor
que no saber si reír o llorar con el final de un libro, pero este ni en el
final ni en ningún otro momento hizo que me sucediera tal cosa. Lo que sí puedo
decir que le sobra al libro es sensualidad, pues Luke definitivamente debe ser
un sex symbol.
¿Lo recomiendo? Claro, para pasar el rato.
VALORACIÓN.
No es un libro que tenga mucha trama, pues es bastante sencillo. Y aunque sin nada más me encanta el romance, no puedo decir que el libro es un cinco sino tiene de todo un poco para ser completamente atrayente.
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