29 ene 2023

Bear, Otter, and The Kid, por TJ Klune

 Bear, Otter, and the Kid
TJ Klune
2011
Romance | Contemporáneo
The Seafare Chronicles
1. Bear, Otter, and the Kid | 2. Who We Are | 3. The Art of Breathing | 4. The Long and Winding Road

Three years ago, Bear McKenna’s mother took off for parts unknown with her new boyfriend, leaving Bear to raise his six-year-old brother Tyson, aka the Kid. Somehow they’ve muddled through, but since he’s totally devoted to the Kid, Bear isn’t actually doing much living. With a few exceptions, he’s retreated from the world, and he’s mostly okay with that - until Otter comes home. Otter is Bear’s best friend’s older brother, and as they’ve done for their whole lives, Bear and Otter crash and collide in ways neither expect. This time, though, there’s nowhere to run from the depth of emotion between them. Bear still believes his place is as the Kid’s guardian, but he can’t help thinking there could be something more for him in the world ... something or someone.
MI OPINIÓN
Una vez leí una etiqueta en ao3 que decía “friends to enemies to friends to lovers” y pensé “bah, que aburrido debe ser leer una historia que tiene tantos altibajos”, claramente soy una persona que aprecia el fluff sobre todas las demás cosas. Creo que no había entendido esa etiqueta hasta este libro, el que les puedo adelantar que valió cada maldito segundo. 

La historia se centra en Derrick, mejor conocido como Bear, (¿y vemos este patrón antiguo de Klune a llamar a sus protas como animales? Ahora se decanta por los monosílabos, pero creo que ambas facetas son encantadoras), quien ha tenido que criar a su hermano menor desde que tiene uso de razón, porque su madre es negligente y finalmente decide abandonarlos cuando Bear tiene 17 años, dejándolo a cargo de todo. 

Bear está un poquito enamorado del hermano mayor de su mejor amigo, Otter; sin embargo, no puede admitirlo. Porque tiene novia, porque no tiene tiempo para pararse a descubrirse a sí mismo, porque Otter es como familia y está muy enojado con él por dejarlos, como hizo su madre. La diferencia, es que Otter volvió y está tan enamorado de Bear, y está dispuesto a estar a su lado por siempre, sin importar a qué lo lleve eso. 

Evite leer esta historia por bastantes años (la conozco y la tengo desde que leí por primera vez Wolfsong, años de los años) por prejuicios tontos, añadiendo las portadas horribles (perdón, es cuestión de gustos) que tiene esta saga. Sin embargo, sabía que me iba a parecer muy buena. Mi único motivo para posponerla tanto era que seguramente me pondría muy triste, lo que efectivamente hizo. 

No puedo evitar sentirme como un fracaso cuando leo esta historia, porque Bear es un chico muy juicioso, con mucha motivación, a pesar de todo. Teniendo solo 17 se hizo cargo no solo de él mismo, sino también de su hermanito de forma efectiva y, luego estoy yo, con 23, no salgo de mi casa, ¾ de la población mundial me caen mal incluso si no los conozco y le tengo un miedo aterrador al trabajo y a depender de mí misma. Luego recuerdo que el vato tiene problemas de comunicación serios y se me pasa. 

Esta es una historia centrada en el romance y drama alrededor de él es lo único que obtendremos

Por un lado, porque Bear se está descubriendo a sí mismo después de veintiún años de pensar que es heterosexual. La cantidad de veces que se dice a sí mismo al principio que “no soy así” es exorbitante. Obviamente hay un poco de homofobia internalizada en la que la verdad no se ahonda mucho, lo que también es normal, porque la estigmatización y el prejuicio contra las personas de la comunidad LGBT son profundas incluso hoy, imagínense hace 10 años. Klune llega a utilizar en forma de broma expresiones que aluden a que el pasivo es la mujer en la relación y, aunque estoy segura de que no se hizo con mala intención dentro del libro ni por parte del autor, todavía son palabras que llegan a descolocar un poco. 

También el mejor amigo de Bear, Creed, se refiere constantemente a su hermano como “marica”, situación que se remedia después con bastante fluidez y sentido, gracias a todos los dioses, porque sí que me estaba molestando. Esta situación en particular llegó a generarme un poco de dificultad para conectar con Creed, a quien siempre nos describieron como el mejor amigo perfecto, pero yo, al verlo tan suelto de lengua y desubicado, no encontré en él ningún apoyo para lo que le estaba aconteciendo a Bear, quien, cuando necesitaba, buscaba ayuda en cualquiera excepto en él. 

Posteriormente, se da el drama porque Bear y Otter no saben comunicarse. Mejor dicho, Bear está estreñido sentimentalmente y las palabras de amor y de necesidad no son capaces de abandonar su boca ni aunque le estén apuntando con un arma. Anteriormente he dicho que no me gusta este tipo de dinámica, pero en esta ocasión creo que fue bien llevada. Es decir, lo personajes no se están haciendo ideas falsas en su cabeza por su cuenta y complicando con ello el panorama, sino que están omitiendo. Además, esta situación en particular no dura mucho, se resuelve rápidamente. 

Lo que más peso tiene en el desarrollo de la relación de Bear y Otter son dos personas: Anna, la novia de Bear; y Creed, el hermano de Otter y mejor amigo de Bear. No solo por sus dinámicas actuales, sino porque todos han sido amigos desde siempre. Anna es la única novia que ha tenido Bear desde que era un niño. Creed su soulmate. Creo que incluso hubo un chiste sobre que se habían jurado hermandad, eso me puso muy soft. Entonces, desencajar estas dinámicas resulta ser la parte más difícil, porque no es solo una relación la que podría perderse, sino todo lo que conoce y le queda a Bear, quien, gracias a su madre, ya tiene problemas de abandono. Imagínense qué sentirían ustedes si todos los que conocen y en los que confían desaparecen al mismo tiempo porque te enamoraste… Joder, es muy duro. Y Klune retrata este sentimiento de forma magistral por medio de las pesadillas de Bear, en las que todo el mundo lo deja y él se siente impotente y no lo suficientemente fuerte para aferrarse con valentía a ellos. 

Obviando la forma en la que ya mencioné que se trataba la homosexualidad en este grupo, todo el resto de interacciones entre estos chicos eran realmente lindas. Siempre he admirado de la forma tan asombrosa que tiene Klune de convertir a las personas en sus obras en una gran familia de apoyo emocional y momentos tiernos. Este grupo no es la excepción. Sin duda, todo el mundo se quiere. Sin duda, todo el mundo vendería su alma al diablo para proteger a Ty, el hermanito de Bear. Y el chico, a pesar de que tiene nueve años y que es tal vez demasiado maduro para su edad, lo que resulta poco convincente, aunque no soy nadie para opinar, los quiere de vuelta con la misma intensidad y sin avergonzarse ni siquiera un poco por todo ese amor que recibe sin importar el lugar. 

Algo que me molestó un poco, pero es recurso estilístico de Klune y se lo he visto en casi todos sus libros, es que empieza con una idea que llama mucho la atención y luego se desvía a dos o tres horas o días antes para darnos contexto de lo que sucedió. No, tipo. O sea, se supone que ya nos vienes narrando linealmente, no me hagas esto y juegues con mis ganas de saber, porque a veces no tengo tiempooo. No es este recurso per se el que me molesta, sino que siento que aquí se utilizó demasiado y ya estaba desesperada porque quería saber qué estaba pasando en el presente, no en el pasado. Es un poco cosa mía, porque odio mucho los flashbacks. 

Ya por el final, la historia se vuelve un poco melodramática. Como cuando en tu telenovela al personaje principal ya le está yendo de maravilla, así que deben darle tres enfermedades potencialmente mortales y hacer que le atropelle un carro para que pierda la memoria, excepto que no utilizaron estos tropos sino otros que no adelantaré, por si quieren leerlo. Me decanto por asumir que esto fue premeditado porque Klune quería vender más libros y quería dejar el final lo suficientemente abierto metiendo giros de trama en el último 20% que eran imposibles de arreglar en lo que corresponda ese porcentaje a un libro de 350 páginas. 

Pero bien. Puedo aceptar que la historia no es una maravilla; sin embargo, es bastante encantadora y entretenida. Y sí, ese final me hace desear correr a coger la siguiente entrega, lo que me obligaré a posponer hasta mis vacaciones de mitad de año para poder disfrutar como se debe.

Encuéntrame:

22 ene 2023

The Love Hypothesis, por Ali Hazelwood

 The Love Hypothesis
Ali Hazelwood
2021
Romance | Contemporáneo | Comedia

As a third-year Ph.D. candidate, Olive Smith doesn't believe in lasting romantic relationships--but her best friend does, and that's what got her into this situation. Convincing Anh that Olive is dating and well on her way to a happily ever after was always going to take more than hand-wavy Jedi mind tricks: Scientists require proof. So, like any self-respecting biologist, Olive panics and kisses the first man she sees. That man is none other than Adam Carlsen, a young hotshot professor--and well-known ass. Which is why Olive is positively floored when Stanford's reigning lab tyrant agrees to keep her charade a secret and be her fake boyfriend. But when a big science conference goes haywire, putting Olive's career on the Bunsen burner, Adam surprises her again with his unyielding support and even more unyielding... six-pack abs. Suddenly their little experiment feels dangerously close to combustion. And Olive discovers that the only thing more complicated than a hypothesis on love is putting her own heart under the microscope.
MI OPINIÓN
    Terminé esta historia ayer, demasiado tarde para estar siquiera pensando en qué me había parecido, pero convencida de que, definitivamente, no había cumplido con las expectativas de lo que me comenzó diciendo.

    Como he visto decir a muchas otras personas, si este libro hubiera aparecido en un momento más temprano de mi vida, tal vez lo amaría. No por madurez, ni calidad, ni nada de esas cosas absurdas (para mí, que leo por puro placer); sino por el recorrido en literatura romántica que llevo. Adentrarse en el mundo del danmei, los romances de chinos legendarios en espadas y, quizás también estos amores dulces (con algunas excepciones) de TJ Klune, han hecho que mis estándares de situaciones románticas sean muy altos, por lo que, aunque este libro comenzó perfectamente bien, entretenido, gracioso e incluso hasta innovador (mujeres en la ciencia, vamos), a medida que pasaba el tiempo no pude evitar encontrar cada vez más y más cosas que no me gustaban.

    La historia se centra en Olive, estudiante de posgrado, que investiga sobre el cáncer de páncreas y
cuya amiga, Anh, recientemente se ha visto interesada por un chico con el que ella salió. Por lo que, para que su amiga entienda que en realidad no quiere nada con el susodicho y que es libre de salir con él sin recurrir a esos códigos de amistad absurdos, se le ocurre besar al primer desconocido que se le cruza en el camino para que la otra mire (bueno, más o menos así) que efectivamente sigue adelante y ya está saliendo con otras personas.

    Sin embargo, resulta que susodicho extraño que besa, es nada más y nada menos que Adam, el profesor pesadilla de la facultad, a quien todos odian y le tienen miedo. Dado que este tipo está obviamente enamorado de ella desde el momento uno, accede a pretender ser su novio falso para que Anh salga con la anterior cita de Olive. Se dicen otras excusas en el camino para intentar hacer creíble que salgan, pero sinceramente, no me creí ninguna de ellas.

    Como dije, la historia empieza muy bien, Olive es graciosa, animada. Y Adam, a pesar de darme todas las vibes de Severus Snape desde la portada, es encantador, de verdad. En las primeras páginas estuve sonriendo como estúpida todo el tiempo, porque se nota la química divertida entre ambos. El sarcasmo, las pullas entre amigos, son realmente entretenidos.

    Otra cosa a favor es el friend to lovers, que es mi tropo favorito en el romance. Me encanta cómo dos personas que se llevan absolutamente bien y se consideran muy buenas amigas de repente van un paso más allá de ese soporte emocional y comienzan a sentir atracción. Porque siempre está el miedo de dañar la dinámica, pero es que, además, se tienen interacciones tan bonitas gracias a que ambas partes ya se aprecian y quieren lo mejor el uno para el otro, lo que hace gozar a mi corazón. No sé, lo considero encantador.

    Luego va en caída. 

Para empezar, ni siquiera me gusta el tropo de la cita falsa. Por lo menos esta tiene una razón válida: Adam está enamorado de Olive desde hace mucho tiempo. No son solo dos extraños o dos compañeros de trabajo que de repente, porque uno necesita, se hacen el favor y todo se desarrolla. Sino que uno tiene sus intenciones escondiditas y la otra necesita porque… es tonta, supongo. El problema con el romance, al final no es la cita falsa, es todo lo demás (excluyendo el Friends to lovers) 

                1. Adam se enamora de ella aunque la vio una vez en su vida. Ajá. Podrá ser muy linda, todo lo inteligente que quiera y eso, pero no me resulta convincente que el señor todo poderoso, Adam, se haya enamorado de una random que encontró llorando en su baño porque no tenía dinero para cambiar los lentes de contacto y, que, a partir de eso, se la haya vivido pegado, sin que ella lo descubriera, a conocer sus gustos y todo ese tipo de cosas. 

                2. Su evolución fue demasiado abrupta. Es que, si no te enteras de que Adam está enamorado de ella desde hace años, casi parece instalove. 

                3. La falta de comunicación es horrible. Otro tropo que odio. He conocido muchos personajes ajenos en mi vida: Wei Wuxian, Sam Haversford, Nick Bell, con un largo etcétera, pero todos tenían algo que no tenía Olive: razones. Ella misma se hace sus películas raras en su cabeza, a pesar de que todos le dicen las cosas como son. Ella crea los problemas de la relación, porque se niega a decir algo además de bromas sobre la edad de Adam. Dios, no. Me encanta el drama en el romance, pero cuando el drama es externo a la pareja. O sea, cuando hay situaciones que se salen de su control y que enfrentan juntos como una unidad. Cuando ya en el 80% del libro no puedo encontrar eso, siento que algo me anda fallando.

    A favor de Olive, no es solo ella la ajena. Parece que todos los personajes de este libro sufren de un severo caso de obviar lo que está frente a sus narices. Olive y Adam están todo el tiempo hablando de que salen de mentiras en sitios públicos, si bien no gritando, al menos sí en voz alta. Y nos dan a entender más de una vez que todo el mundo está pendiente de ellos, porque Adam es así como super famoso gracias a que es guapo y el terror de los estudiantes; sin embargo, nadie les escucha nunca, que extraño. 

    Los personajes secundarios me parecen despreciables. Anh, la mejor amiga de Olive, es completamente imprudente y siempre está intentando meterla en situaciones incomodas. Olvídate de que el hombre sea su novio real o no, ¿por qué tiene que obligar a su amiga a ir a besarlo frente a cientos de ojos? Eso no se llama actuar normal con tu pareja, aunque no es que tenga algo contra el PDA, sino que hay parejas más reservadas. ¿Podía cerrar la boca alguna vez y aceptar que Olive no es como ella y capaz no quiere ir a comerse la cara del tipo frente a muchas personas? No lo sé. Nunca lo hizo.

    Los demás no llegan hasta tal punto, pero sí siguen haciendo comentarios desatinados todo el tiempo, que no encuentro necesarios para avanzar con la trama. A nadie le importa a qué huele la bebida extraña de Starbucks que mencionaron tantas veces, yo ni voy a Starbucks. Holden, me gusta tu dinámica con Adam, pero a lo mejor deberías dejar de parecer un adolescente porque ya no lo eres. 

    Creo que me faltó ver el lado serio del mundo científico, porque era como la segunda cosa más importante que se mencionaba: la investigación de Olive. Sin embargo, nunca llegamos a ver que haga avances o que se dedique exhaustivamente a su búsqueda. 

    Al respecto: muéstramelo, no me lo cuentes. Que si hay espacio para dramas introspectivos sobre el mismo asunto una y otra vez, al menos un momento de reflexión sobre el trabajo de la morra no viene taaaaan mal. Esto también aplica para las personalidades de los personajes, porque a pesar de que desde el principio se retrata a Adam como un ogro, siempre vimos su lado solecito. Ni una sola vez hizo algo cuestionable para nada. Parecía un husky, uwu. 

    El final es demasiado abrupto, como que siempre estuvieron describiendo todo excesivamente y, de repente, al final podías leerte los diálogos nomás y entender qué estaba sucediendo perfectamente, porque la descripción ya no agregaba nada.

    La verdad es que el libro me entretuvo, pero no fue más allá de eso. Sufrí mucho ese último 20%, porque no encontraba ya divertido lo que estaba leyendo, al punto de que me planteé no terminarlo estando ya tan cerca del final.

Encuéntrame:
La Biblioteca prohibida || copyright © Hecho por Angelique world design. Todos los derechos reservados