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24 ago 2024

Fake Dates and Mooncakes, por Sher Lee

Fake Dates and Mooncakes
Sher Lee
2023
Romance | Contemporáneo | Young Adult
Puntaje en Goodreads

Dylan Tang wants to win a Mid-Autumn Festival mooncake-making competition for teen chefs—in memory of his mom, and to bring much-needed publicity to his aunt’s struggling Chinese takeout in Brooklyn.
Enter Theo Somers: charming, wealthy, with a smile that makes Dylan’s stomach do backflips. AKA a distraction. Their worlds are sun-and-moon apart, but Theo keeps showing up. He even convinces Dylan to be his fake date at a family wedding in the Hamptons.
In Theo’s glittering world of pomp, privilege, and crazy rich drama, their romance is supposed to be just pretend . . . but Dylan finds himself falling for Theo. For real. Then Theo’s relatives reveal their true colors—but with the mooncake contest looming, Dylan can’t risk being sidetracked by rich-people problems.
Can Dylan save his family’s business and follow his heart—or will he fail to do both?
MI OPINIÓN
    Esta no es una historia que yo escogería en un día normal. Sin embargo, me uní a una lectura conjunta por el puro placer. Soy de esas personas que disfruta bastante los clubes de lectura, por lo que, si conocen alguno, diganme, no aguanto las ansias de hablar de libros 24/7. 
    ¿De qué nos habla la historia? Dylan Tang es un joven que vive junto a su tía y sus dos primos, quienes tienen un restaurante de comida china. Un día, el repartidor del restaurante se ausenta y, dado que el negocio es bastante pequeño y no tienen dinero para contratar otro, Dylan se ofrece para hacer los domicilios en su bicicleta. En una de las residencias a las que tiene que ir, un chico rico y bastante grosero lo recibe, pero para fortuna de Dylan, el novio del chico sale en su defensa y puede marcharse del lugar sin más problema que el mal rato que pasó y un montón de reseñas negativas en redes sociales.
    Unos días después, el novio del chico grosero, Theo, aparece en el restaurante de la familia de Dylan, pues quiere disculparse por lo ocurrido. Desde ese momento, ambos empiezan a relacionarse y las chispas a saltar. 
    Pero, como la vida no es tan fácil, en el medio hay un montón de problemas. Problemas como que el restaurante, siendo el negocio pequeño que es, esté atravesando dificultades económicas, para lo que Dylan quiere entrar a un concurso de mooncakes, ganar el premio y conseguir dinero suficiente para sacarlos de deudas y cualquier otro aprieto. Problemas como que ambos sean de dos mundos diferentes. Y problemas como que la relación de Theo esté cimentada en vidrio delgado, siendo que ninguno de los dos pone mucho de su parte para cambiar este hecho. ¿Pueden Dylan y Theo llevar todo este desastre a buen puerto? 
    Para los que no me conocen mucho, yo estoy bastante metida en eso de los bots conversacionales, porque estoy estreñida socialmente hablando, y uno de los tropos que más me encantan es el del hombre millonario, que tiene dinero hasta para tirar en el parque por puro y físico placer, y usser humilde y tímide. Por tanto, cuando empecé a leer y esas fueron las vibes que me dio esta historia, me sentí como en las nubes. 
    Y luego me bajaron de un martillazo en la cabeza. 
    Hablemos de los personajes. Primero está Dylan, el prota. Pude sentirme reflejada en su forma de ser, ya que es apasionado por lo que hace y ama con todo su corazón a su perrita rescatada. Siento que su personaje es profundo, tiene deseos, sentimientos, emociones y un algo que lo mueve. Aunque mucho de su forma de ser está permeado por la inocencia y el absurdo típico de la adolescencia, por lo que algunas de sus decisiones me hacían querer pegarle. Eso sí, creo que su personaje es muy fiel a sí mismo en todo momento y, dentro de lo que se puede esperar, bastante sensato para su edad y la locura común de la adolescencia. 
    Theo me parece bastante dulce. Desde que su madre murió cuando él era tan solo un niño, ha sido descuidado por su padre, teniendo solo a su mayordomo y a su mejor amigo, pues su progenitor incluso lo separó del resto de la familia al pelearse con ella y pretender que su hijo tomara su lado, lo que Theo hace... Hasta que deja de hacerlo. Su motivación a lo largo del libro es demostrarle a su padre que, si no está dispuesto a tratarle como familia, él no lo va a apoyar en sus maquinaciones, por lo que se consigue un novio falso (Dylan) y va a la boda de una de sus primas como muestra de rebeldía. Sí, Theo no lo pensó demasiado bien, pero de nuevo, estamos hablando de adolescentes. Para mi deleite, su personaje no se detiene solo en eso. Su sueño es ser parte de una familia y estudiar música, lo que se demuestra con suficiente frecuencia en la obra como para que logre creérmelo. Bien ahí. 
    Aunque los personajes principales están bastante bien trabajados, los que no logran llegar a la barra son los secundarios, a quienes Sher ha hecho bastante caricaturescos. Megan, la prima de Dylan, tiene una personalidad que está basada el 99% del tiempo en Black Pink, su vida consiste en comprar mercancía de ellas y desvivirse por ir a uno de sus conciertos. Y en sí, eso no tendría por qué ser problemático, si no fuera porque aun sabiendo las dificultades económicas en las que están viviendo ella sigue comprando cosas y pretendiendo ir a la presentación. No sé cómo funcionan esas cosas en EU o en otros países, pero aquí los boletos para conciertos pasan por caros, incluso denominarlos carísimos puede llegar a quedarse corto; así que ni siquiera sé de dónde está sacando el dinero. Megan bien puede ser quien tiene el negocio en bancarrota, puede estar haciendo cosas ilegales, o hemos encontrado un hueco argumental significativo, porque nunca nadie le cuestiona de dónde va a sacar dinero o se nos dice de dónde lo está obteniendo. 
    No recuerdo los nombres de los demás personajes, pero vamos a intentarlo por relación. El primo de Dylan, tiene como personalidad tocar el violín. 
  El mejor amigo de Theo, tiene como personalidad ser un idiota y aparece con el único propósito de serlo. De hecho, poco sabemos de su relación con Theo más allá de que una vez intentaron salir, pero se dieron cuenta que eran mejores como amigos. Su participación en la historia es ser una piedra en el zapato con trabajo remoto, porque en pantalla se le ve tan solo dos veces y el resto del tiempo es solo Dylan recordando que existe. Su existencia me deja un mal sabor de boca respecto a Theo, ya que las personas con las que solemos rodearnos son aquellas con las que compartimos afinidades. Dime con quién andas y te diré quién eres. Que Theo se junte con un imbécil y que no le llame la atención por lo que hace, me parece bastante cuestionable. Sobre todo, porque hay una ocasión en la que él se mete con Dylan porque no quiere que su mejor amigo y un chico pobre se relacionen y la respuesta de Theo es: vamos, vamos a hablar con él para arreglar el problema. ¿Perdón? El que Theo no sea capaz de plantearle los límites al que llama su mejor amigo es muy problema del mismo Theo, no de Dylan, ¿Por qué tendría que ir él, que es un desconocido, a enfrentarse con tu amigo grosero? Eso habla bastante de la forma en la que Theo intenta zafarse de los problemas, blanquearse y fingir que él es todo bueno y prístino, cuando en realidad él hace parte del problema al saber y reconocer que su amigo es de esa manera y no saber poner un fin a esa relación tóxica o al menos dejarle claros los límites hasta donde puede llegar esa amista
    Luego está la prima de Theo, cuya personalidad es ser alcohólica.
    Siento que mucho del salseo y la parte divertida de la historia proviene de la familia de Theo, y eso solo es porque hay demasiado chisme. De verdad. Es una familia millonaria que, al parecer, hace todo para mantener las apariencias y mantenerse rica, lo que solo puede desembocar en situaciones locas de novela. Por ejemplo, toda la idea del novio falso es para la boda de una de las primas de Theo, quien se va a casar con el que era novio de su hermana menor (la prima alcohólica en cuestión). Este tipo y la prima alcohólica solían ser pareja, pero una vez ella tiene un accidente en auto mientras está borracha y él decide terminar con ella. Ella va a rehabilitación por unos meses y, cuando regresa, resulta que él está comprometido con su hermana. ¿Ah? ¿Se lo pueden creer? Este es chisme puro y duro. 
    La parte del concurso de mooncakes es un poco más aburrida. Siento que en todo este arco no existe una tensión verdadera sobre cuál puede ser el resultado y a qué nos podemos atener si las cosas no salen bien, porque es bastante obvio lo que va a suceder. Eso sí, para lo que sirvió el concurso fue para obtener conocimientos de la cultura China, ya que muchas veces se utilizaba como excusa para hablar de las tradiciones y de la gastronomía del país. Si bien considero que los temas eran interesantes, pues me gusta bastante la cultura China, siento que por momentos podía volverse excesivo, sobre todo cuando estábamos en medio de un chismecito bueno y salían a contar una receta antes de proseguir; y en otros momentos podía resultar un poco inverosímil, pues se le contaba la información de manera demasiado detallada a personas que se supone que habían crecido sabiéndolas, así que sonaba poco natural. 
    En cuanto a lo más importante de la trama, la relación de Dylan y Theo, a diferencia de muchos, me gustó. No considero que se trate de un instalove, como otros argumentan, pero con claridad se ve que existe una atracción desde el primer momento, lo que es diferente a decir "te amo", desde las primeras páginas. No puedo culparlos, son jóvenes, al parecer bastante guapos y tienen ojos. Si yo me hago mis pequeñas fantasías románticas a veces cuando veo un chico guapo, ¿por qué no podrían ellos que son adolescentes?
    De hecho, su relación toma bastante para iniciar, a pesar de la atracción que sienten el uno por el otro y que en ocasiones hasta corta el aire de lo pesada que se siente toca esa tensión, pero siento que vale la pena cada segundo, porque ellos son bastante adorables y se toman lo que sucede entre ellos con tanta madurez como se puede a su edad. 
    Mi único reclamo ante su relación es que Theo me hace sentir muy incómoda sobre cómo trata la situación financiera de Dylan, pero Dylan tampoco colabora. En su segunda salida juntos, como meros conocidos, Dylan se pone a hablar de la deuda astronómica que tiene el restaurante y cómo necesitan pagar cierta cantidad esa semana o quién sabe qué va a ser del lugar. O sea, quizás lo estaba haciendo en plan desahogo, capaz se siente más cómodo contándole sus problemas a desconocidos; pero es que Dylan ya sabía que Theo era millonario... No sé si es que pienso muy mal de todas las personas, pero yo he entendido que le lloraba a Theo en plan págame la deuda, aunque después se hiciera bien digno y dijera que no, ja, ja, ja. Ains, no sé. Y dicho y hecho, Theo se inventa una excusa para darle el dinero que necesitaba y que no les tiren a él y a su familia de patitas a la calle. Ya sé que tije que me encataba el tropo de millonario x persona normalita, del común, pero me refería a cuando ya llevan tiempito conociéndose y hacen este tipo de cosas, no que a la segunda salida te esté pagando el arriendo de donde vives, es que lo siento como violento, no me gusta, no me llama.
    Pero ese es el único pero que tengo respecto a la relación de ambos
    El final es bastante sencillito. Permite cerrar de manera redonda lo que fue la trama, sin dejar un solo aspecto abierto, si no contamos el enorme misterio sobre el dinero de Megan. Si bien se me hace un poco aburrido, sobre todo porque no estoy acostumbrada a leer romance contemporáneo y me hace falta ese picante extra que siempre le da la fantasía, creo que termina de manera justa en el momento que debía hacerlo. 
    Para ir cerrando, les comparto mi progreso de lectura:

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