Autor: Jennifer L. Armentrout.
Año de Publicación: 2012
Está la necesidad. Y luego está el destino.
Estar destinada a convertirse en un enchufe sobrenatural no es precisamente algo genial, especialmente cuando "la otra mitad" de Alexandria la sigue allá donde va. Y que, además. Seth aparezca en su sala de entrenamiento, al salir de clases y también en la puerta - o ventana - de su dormitorio, definitivamente no es nada genial.
Aunque su conexión tiene algunos beneficios, como alejar las pesadillas que envuelven lo ocurrido con su madre, no tiene efecto sobre los sentimientos prohibidos que tiene Álex por el puro Aiden. Ni sobre qué va a hacer - y sacrificar- él por ella.
Cuando los daimons se infiltran en los Covenants y atacan a los estudiantes, los dioses envían a las furias, diosas menores con la función de erradicar cualquier amenaza para los Covenants y el resto de los dioses, incluyendo al Apollyon y a Álex. Y si eso y las hordas de monstruos chupadores de éter no fueran suficientes, una amenaza misteriosa parece dispuesta a hacer cualquier cosa por neutralizar a Seth, incluso si eso supone forzar a Álex a la servidumbre o matarla.
Cuando se involucra a los dioses, algunas decisiones ya no tienen vuelta atrás.
Lo último que pensé al terminar este libro fue: ¿En qué estás pensanda Jennifer L. Armentrout?
Nos encontramos frente a la segunda entrega de la saga Covenant. Nuevamente la historia es narrada en primera persona a través del punto de vista de Alexandria y empieza unos días o semanas después de donde quedo el libro anterior.
Alexandria, a pesar de que sigue siendo una chica fuerte, valiente y que no se deja de nadie, ha empezado a evolucionar, a darse cuenta de que si su personalidad explosiva se sale de control no solo la afecta a ella sino también a las personas que se encuentran a su alrededor. Y aunque creo que es un factor característico que me hace amar a esta protagonista, no esta demás que se controle un poquito.
Realmente entiendo a lo que quiere llegar Aiden; ellos no pueden estar juntos. Pero que me parta un rayo si miento al decir que me parece un BAKA (en japones BAKA significa IDIOTA¬¬) . Okay, okay, quiere que las cosas no avancen por lo cual le dice que no la quiere y la hace llorar, pero se contradice con sus acciones y deja confundida a Álex. La pobre que da en plan: ¿Dónde es que está la derecha?
No sé, ya tengo mis problemas con esta pareja, claro que eso hace nuestro complicado trasfondo de romance, pero yo quiero que por el momento Alexandria quede con Seth.
Seth tiene lo que siempre me ha parecido atractivo en un personaje masculino: ojos hermosos, sonrisa arrogante, narcisismo, sarcasmo y sobre protección. Es de los hombres que nunca se ven preocupados por nada, hasta que llega una chica que los cambia y pueden mostrar su verdadera cara con ella.
Atrás, porque voy a Shippear a Alexandria y Seth, creo que por ahora es la pareja que más esperanza tiene y la que me gustaría que quedara junta al final. Aunque hay que ver como se desarrolla todo con la pareja principal.
Como dije con el libro anterior, yo sabía que Jennifer en su momento me iba a hacer llorar como nenita. No miento al decir que estuve todo un capítulo y medio llorando porque creí sentir el dolor de Alexandria, además de mi propio dolor porque era uno de mis personajes favoritos y quería que llegara más lejos. Lo más cruel es que yo ya sabía que iba a pasar solo que no sabía cuando; y la verdad no quería que fuera en este libro, tal vez en el último hubiera sido diferente. Así que inunde mi casa de lágrimas y me toco secar a mi solita. (Dado a que no tengo a un Seth o a un Aiden que me ayuden¬¬).
Como siempre, esta historia me hizo sacar muchas risas. Entre Alexandria y Seth saben como hacer muchísimo más entretenida la historia con sus ocurrencias y peleas. Y también supieron mostrarme el lado tierno. Si, y no fuiste tú, Aiden, fue Seth. Nunca pensé que Seth pudiera ser tan lindo, pero si en el anterior libro me encantaba nada más por su actitud, en este me termino de atrapar completamente con lo tierno que llego a ser en muchas situaciones.
¿Quién no quisiera matar al Patriarca Telly y al entrenador Romvi después de leer este libro? Son unos personajes más que odiosos, y que harían lo que sea para hacer quedar mal a Álex. Si no fuera por Seth y Aiden, yo creo que ella ya les habría arrancado la cabeza a ambos sin importar la Ley de Razas, porque puros tenían que ser.
Y no estoy diciendo que todos los puros sean iguales, porque con Aiden y Ladaan tenemos suficiente como para decir que no todos los puros piensan solo en ellos mismos.
En esta segunda entrega nos encontramos con más acción, el misterio de quien quiere mandar a Alexandria directo a la servidumbre (Yo sospecho de Telly y Lucian¬¬), con nuestro conflicto de amor prohibido y (Cómo no, Jennifer¬¬) muerte. Los peligros sin duda estas en todas partes y yo no me fiaría ni de mi propia sombra. Solo de ti, Seth.
Como siempre la historia me deja con un final que me hace desear tener el siguiente libro. Sé que esta historia cada vez se pondrá mejor porque la escritura de Jennifer es así.
Obviamente yo recomiendo este libro, pero léelo con la mente abierta, sin dejarte influenciar por las opiniones de las demás personas, igual tú piensas diferente a mi o a otro blogger.
VALORACIÓN.
Un mar de sensaciones, un libro ligero y entretenido, un final que me deja deseando más.
¿Qué otra cosa puedo pedir?
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