The Woman in the Window.
A.J. Finn.
2018.
Misterio | Thriller | Suspense
No sabe si lo ha visto o si lo ha imaginado.
Anna Fox vive sola, recluida en su casa en Nueva York, sin atreverse a salir. Pasa el día chateando con desconocidos [Como todes nosotres :D], bebiendo vino (quizá más de la cuenta), mirando películas antiguas, recordando tiempos felices... [mucho suspenso] y espiando a los vecinos [es una señora muy aterradora, sí].
Entonces llegan los Russell al barrio: una pareja y su hijo adolescente. La familia perfecta. Hasta que una noche Anna ve algo desde su ventana que no debería haber visto. Todo su mundo empieza a resquebrajarse y sus propios secretos salen a la luz.
¿Qué es lo que ha visto? ¿Y qué ha imaginado? ¿Quién está en peligro? ¿Y quién está manipulándolo todo? En este thriller absolutamente fascinante, nada ni nadie es lo que parece [excepto por todos :D]
MI OPINIÓN
Me gustan los thriller. No me gusta esta historia. Suele ocurrirme el que no me gusto lo que a todos los demás sí, aunque debo aceptar que esta obra tiene cosas buenas.
En primera instancia, los personajes. Que si me metes a una mujer alcohólica no es que me vaya a encariñar mucho, pero la dama (nótese el respeto) tiene sus matices, ¡bien por ella! Acepto que fue Anna quien menos me gustó en la historia, a parte de otros personajes que meten para que hagan relleno por al menos 300 páginas antes de que empiece lo que interesa y por lo que compré la obra.
No logré empatizar en ningún momento con ninguno de los personajes ni las situaciones que estos vivían. Y como aquí no falta que aparezca alguien a decirme que es porque no he vivido lo mismo: siento no ser tolerante al alcohol, amiguites. Y obvio, también lamento tener sentido de autoconservación y no ponerme como una cabra por ver que a mi vecina le han hecho colgar los tenis.
El misterio, no lo fue tanto. Generalmente soy muy intuitiva, descifré la mayoría de las cuestiones, incluso cuando algunas no habían ni dado indicio, desde el segundo capítulo. Ya pueden decir todes que soy un genio y hacerme un altar. O decirle a los del CSI que me contraten. Las dos opciones me vienen muy bien.
Sí que hubo un giro de trama que me dejó muy conforme. O sea, que por un giro de trama no me vale lo costoso que fue el libro, pero una cuarta parte de mi bolsillo se sintió satisfecha ante lo que se proponía.
Esperé hasta casi la mitad de la obra para que comenzara la trama por la que quedé pobre y, a pesar de que luego de eso ya estaban todos los elementos en la mesa, disponibles para usarlos, nuestra querida Anna se va muy feliz de la vida mientras juega ajedrez y bebe vino, hasta que, una vez cada diez páginas se acuerda de la vecina y que ella debe buscar al asesino porque la policía es mu' tonta, esto como por dos páginas y luego, de vuelta al principio.
Más o menos desde ese periodo hasta que nos quedan cinco o seis capítulos, que es cuando se comienzan a revelar las cosas, lo único que hace la protagonista es beber vino y jugar al ajedrez.
No tengo idea de enfermedades, so, no quiero tocar ese punto aquí, pero quiero resaltar el hecho de que se utilice; sobretodo porque le aporta a la obra ese algo más, que bien utilizado para la trama general, podría haber hecho maravillas.
La narración es un poco confusa y no porque la prota mantenga borracha y la obra vaya en primera persona. Sino que hay cosas que no cuadran, como párrafos dejados al aire; de repente en algún lugar dice "vamos a la policía", pero la policía o estación de policía ni fu, ni fa. Además, también se dejan muchos espacios abiertos, algunos más interesantes que la que trama que en principio se plantea.
El final es triste, en el sentido de que no se la curraron ni un poquito por el final memorable que nos debía con toda la trama inexistente. Pero, en realidad, tampoco esperaba más, ya sé mucho de decepciones.
