Prince of Death.
Sam Burns • W. M. Fawkes.
2019.
Fantasía • Romance.
Lords of the Underworld Series.
1. Prince of Death • 2. Prisoner of Shadows.
Mi valoración: ⭐⭐
Promedio en Goodreads: ⭐⭐⭐⭐
Mi valoración: ⭐⭐
Promedio en Goodreads: ⭐⭐⭐⭐
Gifted power over life and death, Lysandros has spent millennia in the underworld, listless and alone. The youngest child of Hades and Persephone, he’s been sheltered from the threats in the world above. Theo Ward hasn’t been so lucky. After watching his mother wither away, he’d do almost anything to have her back. When a messenger appears at the Banneker College of Magic and offers the young professor a chance to save her, Theo can’t pass it up, even if it means going straight into the underworld and dragging her home. But Theo gets more than he bargained for when he crosses paths with the prince of Hades. Set against the king of Olympus, they must shed their past burdens and learn to trust in each other, so they can face down a storm that threatens to wipe the nation’s capital off the map.
MI OPINIÓN
Ay, amigos, si de mi subjetividad dependiera mi opinión de esta obra, seguramente les hubiera gritado en el primer segundo que corrieran a leerla.
Pero como siempre intento ser lo más objetiva que me permite mi lado fangirl, no va a ser.
Prince of Death cuenta la historia amorosa (y otros enredos) de Theodore y Lysandros. Theodore es profesor a medio tiempo en un colegio de magia y también la persona más miserable del mundo, porqué los autores nunca tienen suficiente de esto, puesto que nadie cree en su magia -ni siquiera él- y su madre, la única persona en su vida, murió unos meses atrás. Así que cuando recibe un libro que dice cómo traer a su madre de vuelta, se pone en la misión, por más descabellado que suene.
Lysandros es el hijo más joven de Hades y Persefone, dotado con la capacidad de traer de vuelta a los muertos o de llevar a los vivos a la muerte con solo un toque.
Por su familia disfuncional -hablo de los lejanos, no el círculo interno- y sus errores del pasado, Lysandros se ha tornado un chico solitario y un poco apático; sin embargo, en cuanto ve a Theo en las puertas del inframundo a punto de ser devorado por Cerbero, algo que creyó muerto en su interior, vuelve a cobrar sentido.
Como en la vida nada puede resultar tan sencillo, se ven envueltos en una conspiración que busca acabar con una gran parte de la población y juntos, se disponen a terminar con ella, y para agregarle un poco más de drama, también tendrán que enfrentar sus propios demonios si quieren salir victoriosos y con una relación de todo este embrollo.
Theo no me ha gustado mucho al principio, creo que a pesar de conocer la magia, ya que en su mundo es algo común, se ha tomado muy bien estar rodeado de dioses. No es que esperara que hiciera una escena, con desmayo incluido o algo; pero si esperaba un poco más de "eh, que estoy soñando, super chachi". Venga, que no es como si conocieras a los dioses a diario, no por lo menos sin estar muerto y eso te pasa solo una vez. Creo que Theo debe aprender a ordenar sus prioridades, yo no me trago que baje al inframundo por su madre y regrese sin ella -porque no se acordó- y un prospecto de novio gótico.
Me he sentido muy identificada con su forma de pensar demasiado pesimista, además me ha gustado su evolución a lo largo de la trama, lo único que crítico de ella es que se la debe toda a un chico, o sea, el interés amoroso, cómo no.
Lysandros es la personificación de mí existencia, solo que con poderes y el sí es hijo de Hades -yo solo digo serlo-. Sin embargo, me parece que el personaje, para todos sus años de vida, es demasiado torpe. De cualquier forma en la que te puedas imaginar.
Me ha gustado que gracias a él, la relación amorosa ha podido pasar de un "la relación tóxica de turno" a "una relación bonita aunque demasiado apresurada".
A Macaria y Melinoe (ni siquiera puedo distinguirlas) son las hermanas mayores de Lysandros, solo están ahí para que la relación de Theo y Lysandros se lleve a cabo, son adornos pa' no decir más y aunque la trama importante de la historia gira alrededor de los dioses, se podría decir que estos también conspiran para que los protas estén cerquita dándose besitos.
El cómo han tratado a los dioses me ha gustado bastante, se han apegado mucho a los mitos griegos y los han modificado de una forma un poco más normal que Riordan; aunque también tenemos casos que nos hacen decir "qué demonios", como que Persefone y sus hijos vayan a comprar calabazas para una fiesta de Halloween.
La mejor parte, no cabe suda, ha sido Hades. Tenemos esta costumbre moderna de hacer a Hades todo lo malvado que se puede, porqué OMG, está en el inframundo. Pero Hades no es el demonio. En esta ocasión lo hemos visto como un tipo cool, que hace chistes que incomodan a sus hijos y les da consejos de oro.
Por supuesto, han modificado algunas cosas más. Si han leído sobre mitología griega sabrán que Lysandros no existe, pero no me parece que sea un recurso descabellado, después de todo hay un punto en el cuál se dejó de hablar sobre los dioses y en los siglos que han pasado es seguro que ellos no se han quedado sentados mirando el infinito (no existen, pero finjamos que sí).
El punto focal de mi disgusto en la historia son los tiempos de desarrollo. En un solo capítulo, de 15 páginas, Theo fue capaz de viajar al inframundo, conseguir casi ser devorado por Cerbero, ser salvado y enamorarse del hijo de Hades -y olvidarse de su madre de paso, cómo no-, conocer a las hijas de Hades, hacerse su amigo, conocer a Caronte, ser llevado de vuelta a casa, debatir consigo mismo si había soñado o no, decidirse por el "no" porqué el miedo que sintió con Cerbero tenía que ser real, como si una pesadilla no pudiera asustarte demasiado, irse a dormir, por fin; soñar con una chica que no conoce, lo cual es imposible, tenía que haberla visto y no acordarse; recibir una alerta de la conspiración -aunque no la entendió- y, lo más importante, fue capaz de convertir la historia en Percy Jackson y el ladrón rato para adultos.
"Theodore Ward y el ladrón del rayo".
Para quienes aman la idea de que Percy y Nico sean pareja (que yo prefiero el Jasico, pero bueno), aquí tienen. Con plus de sexo y ahí sí no se desarrolla rápido. 25 páginas para un encuentro con a penas descripciones. No sé qué más quieren.
La acción es demasiado mala, lo que también es un error y mucho más teniendo en cuenta el tipo de mundo que han construido para el desarrollo de la trama. Lo triste es que todo se reduce a la relación entre Lysandros y Theodore, por lo que venimos a prestar atención a la desaparición del rayo ya por el 70% y después de vivir la vida loca un tiempo -cosa que se supone no hacen ninguno de los dos protas-. Justo allí es cuando los capítulos pasan a ser la mitad de largos de lo que venian siendo y la narración se torna confusa.
El romance fue de mi agrado, lo cual no era difícil imaginar, creo que se han dado cuenta de que soy un poco menos exigente con los romances LGBTI+, no es mi culpa, es mi lado fangirl.
Me molesta que básicamente se han visto y ya es amor. No lo dicen de esa manera, pero es evidente que ni Theodore ni Lysandros piensan solamente en atracción sexual. Para ellos, tan pronto el otro respira: ¡Bam! Les ha flechado cupido.
Lo demás está bien, es una de esas pocas parejas que se toma el tiempo para hablar en lugar de hacer sus deducciones apresuradas y llevar el drama hasta la estratosfera (además se hablan tan bonito que mi corazón no podía dejar de saltar). No puedo negar que si tuvieron uno que otro drama, porque ninguna pareja es perfecta, pero fue mínimo.
La historia es un poco predecible. Es que hemos tenido suficientes historias con el rayo de Zeus desaparecido como para no hilar nosotros solos desde el momento uno qué está sucediendo y en una familia tan conocida, creo que es lógico quién puede estar causando disturbios con qué. Sabes cómo va a terminar, desde el momento en que se conocen, pero no deja de ser adorable, por lo que si los romances son lo tuyo, puede que termines disfrutando mucho de esta obra.
Me gustaría poder opinar sobre el que la historia esté escrita a cuatro manos, pero no he leído ninguna obra solitaria de les autores para saber cuál es el estilo de cada une y si se notan las diferencias en la narración. Por lo que vi, todo es muy fluido y coherente entre sí.