7/31/2019

5 cosas que espero de mis autores favoritos.

¡Hola! ¿Cómo están?

Seguramente se han dado cuenta de que todas sus historias favoritas siguen un mismo patrón. Por ejemplo, mis libros favoritos a veces siempre tienen un dragón (Smaug y Kevin), magos (Gandalf, Sam, Morgan y ese al que Sam le convirtió la nariz en un pene cuando debía oficiar una boda -su nombre es Randall, sólo quería hacer la referencia a la nariz-), criaturas adorables (Legolas -sí-, Gary y Tiggy), caballeros con cara deliciosa (Aragorn y Ryan) e historias densas, hilarantes y súper entrañables.

De acuerdo, estoy mintiendo. Tales from Verania no tiene nada de denso; El Señor de los Anillos tampoco es hilarante. Pero algo debe haber que hace que ambas historias no salgan de mi mente.

Así que, dejando toda esta palabrería de introducción que no nos ayuda a hacernos una idea de qué demonios voy a hablar, les presento...


Personajes súper entrañables. 

Mis autores favoritos tienen un don, vamos. Son capaces de crear personajes épicos e impresionantes.

Son capaces de hacer personajes fuera de este mundo que resultan verdaderamente humanos y por los que empezamos a preocuparnos. Amigos, mi empatía es casi nula; pero estuve llorando toda la segunda parte de Wolfsong [aquí] e incluso tuve que dejar el libro de lado por un tiempo porque mi corazón no podía con tanto dolor. También me di un pequeño duelo en La Comunidad del Anillo, ya saben, por ese personaje que es imposible no amar y al mismo tiempo odiar, sólo un poco.

Sólo para agregarle un poco más de salsa al asunto, quiero decir que mis autores favoritos son tan buenos haciendo personajes, que con una aparición de cinco segundos en alguna de sus obras, tan sólo con que nombren un personaje, se vuelve imborrable ante la caracterización que le dan. Sólo me basta recordar a Todd de The Lightning-Struck Heart [aquí] o a Haldir de, una vez más, El Señor de los Anillos [les dejo las tres reseñas aquí].

Demenciales giros de trama. 

Basta. Recordarlo me duele.

Mis autores favoritos tienen la capacidad de dejarme con la boca abierta ante lo que hacen con mis personajes favoritos y sus historias para agregarle un poco más de trama al asunto. A veces quisiera coger a todos mis pequeñines en brazos, salir corriendo y no volver; luego recuerdo que no existen y... No, efectivamente no se me pasa; tengo que vivir con el dolor de que el autor haga lo que quiera con ellos.

De nueva cuenta, tienen la capacidad de tocarme la fibra sensible y dejarme llorando por horas en posición fetal. No me hagan nombrar de nuevo a Wolfsong y su segunda mitad. Ni hablemos de Into this River I Drown [reseña súper pendiente] de T. J. Klune; porque parece que todo lo que el autor quería era sacarme el corazón por la boca, gracias a la cantidad de información sin censura que me iba soltando.

Y justito, justito, cuando crees que tus personajes favoritos por fin van a ser felices. ¡Boom! Otro giro de trama y resulta que todo está jodido de nuevo.

Hacerme adorar al villano.

Ya sé, esto debería ir entre los personajes súper entrañables; pero es que se supone que los villanos (o antagonistas, no villanos realmente) deben ser todo ¡menos entrañables! Debes esperar su muerte y destrucción, y luego ser feliz cuando ves que por fin los protas son felices en todo su esplendor.

Aunque, no sé si me pasa sólo a mí por esta manía de estar shippeando todo lo que se mueve y entonces querer relaciones que en mi mente son súper adorables -aunque en la realidad, serían un mar de toxicidad- entre el protagonista y aquel que le está haciendo la vida imposible. Ejemplo, Smaug y Bilbo (no me pueden crucificar, hay fics de ellos muy hermosos).

Por suerte, entre mis autores favoritos está Klune y él siempre me da parejas homosexuales muy bonitas y que no tienen ningún tipo de antagonismo; no uno muy fuerte, por lo menos; hay que intentar hacer más relaciones sanas. No obstante, también adoro a los villanos y antagonistas no malvados de Klune (excepto a Lady Tina de Silva, pero ese personaje es medio irrelevante y me resbala. Vamos, finjamos que no existe); por ejemplo, Lartin el Hoja Oscura, el primer mago oscuro que nos encontramos en TLSH; o el Príncipe Justin, que dicen que vamos a amar en algún momento y que me agrada bastante aunque en el primer libro se comporte como un hijo de todo lo malo del mundo.

Para ser un poco más realista, la verdad es que me encantan los villanos de cualquier autor; lo importante es que estos se ganan un lugar mucho más profundo en mi corazón porque son épicos e impresionantes, vuelvo a molestar a Klune.

Una imaginación sin límites.

Ahora me dirán "cualquier autor tiene una imaginación sin límites, por eso hacen libros"; pues no. Digan cuántos de ellos han inventado un sinfín de lenguas como Tolkien. A ver, que ya sé que no pueden considerarse lenguas de verdad, pero dentro de su mundo existían y se utilizaban. Hoy incluso se puede aprender a hablar sindarin, aunque se considere invalido porque, por ejemplo, no hay palabras para términos médicos. ¡Cómo si en Arda se necesitaran!

Algunos de mis autores favoritos, como John William Polidori, hicieron libros geniales sin llegar a las cien páginas y revolucionaron la forma de ver el mundo; por ejemplo, éste autor y su cuento El Vampiro [aquí], le dieron el carácter seductor que hoy conocemos a estos seres oscuros.

Otro caso diferente es el de Klune y, evidentemente, viene ligado a su particular sentido del humor. Nunca encontrarán historias como las de Klune en este aspecto y es que, hasta en sus libros más serios nos hará reír incluso mientras lloramos. No olviden que si son hombres con bigote, lo más probable es que terminen en el infierno, según Blasphemy! [aquí].

Ser épicos e impresionantes.

Creo que en algún momento aparecerá Klune a cobrarme por utilizar tanto esa cita; pero qué puedo decir a parte de que describe perfectamente mi modo fanboy.

Y vamos, todos mis autores favoritos son épicos e impresionantes tan sólo por el hecho de ser ellos. Y de que son unos genios, no nos engañemos. 

No por nada mi buen amigo Tolkien es considerado el padre de la fantasía moderna (o la alta fantasía, que creo es el termino correcto). No hay que olvidar que muchísimas de las obras que tenemos hoy día fueron inspiradas en el grandioso mundo que creo el autor. Ni hablar de música, porque aunque no lo crean, también hay varias canciones inspiradas en su mundo.

¡Gastón Leroux! Bueno, venga, es que El Fantasma de la Ópera es un clásico que vale por mil (y las otras diez mil obras que tiene, igual). Y a pesar de que en muchas ocasiones es una tarea complicada conseguir su obra, eso no ha evitado que inspire a miles y que su obra siga trascendiendo en el tiempo.

Ya hablamos del vampiro moderno que creo Polidori. No sé qué más quieren para considerarlo genial.

Y Klune, es sencillamente épico e impresionante y trágico. Venga, no hay forma de compararlo con los demás; porque sus obras, aunque buenísimas, de momento no inspiran a más que a pasar un buen rato de risas con personajes geniales y entrañables. Pero el hecho de que a mí me guste ya es en su esencia impresionante, así que vamos a dejar que ocupe su puesto aquí.

¿Qué esperan ustedes de sus autores favoritos?

7/24/2019

Broken Colour.

Broken Colour.
Carol Lynne.
2012.
Romance | Contemporáneo | LGBT.

Crazy in love isn’t always a good thing. Frankie Black lives and works at the Isleta Resort and Casino in Albuquerque. He likes the energy and camaraderie at the hotel, and they don’t mind his eccentric behavior. Frankie’s crazy, and he knows it. He also knows people are willing to pay a lot of money for the paintings he painstakingly creates. When he notices a handsome hotel guest watching him, Frankie thinks the man’s just another art lover observing the so-called “genius” at work. Unfortunately, the stranger’s dark brown gaze reminds Frankie of all he’s loved and lost, and his hold on reality starts to unravel. Clint Langley is mesmerized by the funny little man in the bright-colored peasant skirt. Unaware of Frankie’s impressive resume, he takes time out of his boring insurance seminars to spend his days observing Frankie from afar. Eventually, he steps out of his comfort zone and reaches out to the painter, but when he notices changes in Frankie’s behavior, Clint wonders if he’s strong enough to give Frankie the unconditional love it will take to make a relationship work.
MI OPINIÓN

Frankie es un pintor con un trauma psicológico que ha dejado secuelas en él y parece ser imborrable. Cuando nota que un huésped del hotel en el que vive se queda mirándolo, Frankie no puede evitar que este hombre le recuerde a su hermano, a todo aquello que alguna vez amó y perdió. Clint está en el hotel por cuestiones de trabajo, pero en cuanto ve al hombre con falda que se la pasa pintando, no puede evitar sentirse fascinado por él y por la excentricidad de sus acciones. No toma mucho tiempo para que Clint pierda su timidez y se vea a sí mismo intentando acercarse a este hombre que tanto le intriga.

Cuando me presentan una novela corta que se centra tan sólo en personajes y que no tiene mucha trama de fondo, cuando menos espero que los protagonistas estén tan bien dibujados, que no vaya a ser capaz de confundirlos entre ellos o con otro.

De acuerdo, es imposible confundir a Frankie y a Clint, principalmente porque uno de ellos tiene un trauma más que evidente, pero sólo en el sentido psicológico porque la descripción más detallada que tenemos de alguno de ellos es de Frankie y decía algo así: "se quitó la coleta que sostenía su cabello", por lo que voy a intuir que lo tenía lo bastante largo. A parte de esto, es imposible separar a Clint de cualquier otro personaje masculino que haya hecho aparición física ―los que sólo nombraron parecen estar más locos que una cabra, no los tomemos a ellos en cuenta―

Todo lo concerniente al romance entre estos dos es un poquito extraño.

Para empezar, Frankie dice que Clint le recuerda a su hermano nada más conocerlo; al otro día podemos enterarnos de que le atrae sexualmente. Así que, ¿qué deseos reprimidos estaba guardando, todo este tiempo, por su hermano muerto?

Tenemos también una buenísima dosis de insta-love. Para ser sincera, hay veces en las que puedo pasar por alto que se den estos casos porque las parejas encajan en el perfil de alguien que lo entrega todo a la primera por algún motivo; un muy buen ejemplo de esto (que siempre uso) es el de Vince y Paul de Tell Me It's Real. Pero en esta historia no es así; en realidad ambos tienen mucho por lo cual no creer que están enamorados tras dos días de conocerse y que lo hagan, de todas formas, es completamente ridículo.

Creo que se está romantizando el trauma de Frankie, puesto que Clint se siente bastante atraído a él gracias a su peculiar forma de ser y Frankie es así precisamente debido a todo lo que tuvo que vivir y a que es su forma de protegerse y castigarse. Sólo lo acaba de empeorar el que sea una de esas historias en las cuales el amor resuelve mágicamente todos los problemas y de ahí en mas lo protagonistas viven felices por siempre con un pastor alemán.

Todo el trauma de Frankie se me hace muy raro; no por el trauma en sí, sino por la construcción al rededor de éste.

Frankie al principio da a entender que ama a su familia y que haría lo que fuera para volver a verlos, pero conforme avanza la historia nos vamos enterando de una realidad más oscura debajo de todo esto. Una realidad en la cual su hermano lo golpeaba, su padre maltrataba a la familia en general y su madre se limitaba a intentar sobrevivir.

Aun con la imagen de su hermano como una persona violenta, nos intentan hacer creer que es un héroe y que se sacrificó para salvar a Frankie o, por lo menos, para que la situación de su familia acabara. Pero, yo no veo aquí otra cosa que un caso de Severus Snape; que años de maltrato no son perdonados porque se hizo un "sacrificio" que sirve más como una forma de redención para ellos mismos que para pedir perdón con un acto.

La historia es súper corta y si disfrutas de las tramas LGBT puede que incluso llegues a disfrutarla ―aunque eso no va a dejar de lado que esté mal hilada y tenga actos cuestionables―. El antagonista, en realidad, es el mismo trauma que enfrenta Frankie; y como todo lo resuelve un hombre buenorro, sabrán de antemano que mucho desarrollo de conflicto no hay.

Es una trama centrada únicamente en el romance, un poco extraño, pero romance al fin y al cabo.

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