10/30/2017

5 Sagas, que según mi corazón, no debo continuar.

   ¡Hola, queridos míos! ¿Cómo se encuentran? 
   Les cuento, que yo no muy bien. Ah, sí, ayer (que es hoy para mí, pero ustedes estarán leyendo esto mañana, así que ya comprenden y por favor no hagamos que termine en una paradoja porque de aquí no saldríamos nunca, ya que mis puntos a favor y en contra, probablemente serían geniales y no podríamos llegar a una conclusión) la mocosa con la que vivo se enfermó, así que mi tía, (con la que también vivo) me sacó como flash de la casa. Y como si ya la enfermedad de la niña no fuera suficiente, ¡dejó la maldita puerta abierta!, lo que nos lleva a que robaron mi teléfono y ahora estoy sintiéndome como mierda. :D 
   Y como no hay nada que me alegre más a mí que el hate, pues a eso vengo. 

(porque me dan mucha flojera)

Harry Potter

   Si, señores y señoritas. El tan famoso mundialmente Harry Potter. 
   No lo voy a negar, hasta hace cosa de un año, más o menos, podía considerarme la loca de Harry Potter. Yo incluso participaba en rols, en los que siempre era mi por siempre adorado Lord Voldemort, de los que nunca saqué nada y conforme el tiempo pasaba y me volvía más fan de la saga, sencillamente comencé a odiarla. 
   Casi que me sé todos los diálogos de las películas, porque quienes me conocen un poco sabrán que soy una friki sin remedio y me meto muy de lleno en estas cosas. Y cuando pude comenzar con los libros, pues lo hice. 
   Tremenda decepción. Empecé a darme cuenta de los vacíos argumentales que se cargaba. Y podía entender, más o menos, que eran libros para niños y que no necesariamente debían encajar como se debía, pero entre tanta gente adorando y todo el merchandising que constantemente iba saliendo, los errores me parecían muchísimo más notables y ya eran del tipo que ni siquiera podía intentar pasar por alto. 
   Llegué hasta El Prisionero de Azkaban. Y solo de ver los tochos que se me venían encima, más aún que ni siquiera lo estaba disfrutando, pues decidí dejar todo ahí. 
   Amor que llegué a tener por Harry Potter, gracias por desaparecer. 

Crepúsculo

   En serio. Es que no creo que ni siquiera a alguien le sorprenda esto o deba dar explicaciones del por qué. Pero como a mí me gusta enrollarme, pues lo voy a hacer. 
   También fui fan extrema de esta saga. No al punto de saberme todos sus diálogos de memoria, pero por lo menos, me sabía los principales y realmente no podía despegar mi mirada del televisor si acaso encontraba que estaban pasando alguna de las películas. 
   Los libros los comencé creo que el año pasado. O cualquiera que sea el año que hicieron eso de Crepúsculo reinterpretado, porque tiendo a olvidar las fechas. Y en vista de que estos títulos fueron la infancia de muchos niños a los que yo considero desafortunados, aunque bien por ellos si les gustó y los apegó a la lectura, pues quería ver de qué iba tanta vuelta. Además de que, reitero, yo era fan de las películas. 
   Pues que no encontré nada a lo que apegarme. Yo vi una historia plana, personajes planos, un gran y no feliz romance tóxico, que por alguna razón les suele resultar encantador a algunas personas. A cada loco su tema. 
   Y pues que, me leí Crepúsculo, Luna Nueva, Vida y Muerte y estoy por los principios de Eclipse, planteándome seriamente el si dejarlo allí. Pero una cosa que si tengo muy clara, es que Amanecer, ni aunque me apunten con una pistola, entra en planes de lectura. Porque no basta con que no haya historia para contar, sino que además le pusieron como mil páginas a eso. 
   ¡Debe tener más relleno que Naruto! 

Mentes Poderosas

   No, de hecho mi corazoncito ni siquiera odia esta trilogía. Para que no vayan por la vida pensando que yo solo soy un monstruo sin sentimientos y que odio todo lo que veo. 
   Contrario a las dos sagas anteriores, yo creo que ésta los supera en haters (que hayan leído. Porque ya sabemos que Crepúsculo tiene haters hasta salidos de debajo de las piedras que no han visto las películas ni tocado uno de los libros), pero por alguna razón, tal vez la época en que lo leí, yo no pude odiarla. Mi inmadurez lectora es tan bella :D 
   Leí Mentes Poderosas y Nunca Olvidan, con tanta distancia de diferencia, que solo pude sentir que inevitablemente le perdí el gusto que traía con el primero de ellos. Y, ciertamente, pensar en leer el tercero, Una Luz Incierta, ya no entra entre mis planes, porque he olvidado casi todo lo anterior, a excepción probablemente de lo más relevante y ya no le veo sentido. 
   No obstante, ocupará siempre un lugar en mi podrido corazón divino. 

Renacimiento

   Ajá, Cassandra Clare entra en esta agradable lista. 
   Y tampoco voy a ser mala con ella. Ah, que siento que pierdo mi poder. 
   De la saga o trilogía o lo que sea Renacimiento, solo he leído y solo voy a leer Lady Midnight. No vayan a pensar mal, a mí Cassandra me gusta bastante y éste, resulta ser el libro que más me ha gustado de ella. Pero también estoy cansada de su reino de sombras. 
   ¿Qué le resulta bien? Pues sí. Pero yo realmente no quiero estar los próximos mil años leyéndola porque todas sus historias tienden a conectarse de alguna manera, porque no todo lo que escribe me llama la atención y a este punto me he perdido ciertas cosas por la misma causa. 
   Agreguemos a eso que saca más libros por año de los que soy capaz de pagar y que son tremendamente enormes y llenos del tipo de drama que me hace desear darle una bofetada a los personajes por hacer todo mil veces más complicado de lo que realmente es. 
   Probablemente esto no solo abarque esta saga, sino también cualquier cosa que vaya a escribir esta autora a futuro. A menos que estemos hablando de Malec, porque sinceramente, yo no puedo estar sin shippear un día. 

El hogar de Miss Peregrine

   O como rayos sea que se llame esta saga. O trilogía. O lo que sea. 
   Solo leí el primer libro, que realmente no odié del todo, fue interesante, sobretodo por las fotografías, que eran buenos montajes de la época. O no. No sé reconocer montajes, pero esas cosas se veían muy falsas, no obstante no voy a negar que me gustaron y que puesto a que lo estaba leyendo de noche, hubo unas cuantas que me hicieron erizar el vello y mirar al rededor por si acaso Afrodita había llegado. 
   El problema es que, no es mi estilo de historia. La siento, tal vez, demasiado infantil y aunque eso normalmente no me molestaría, en una historia que se supone que me debía dar miedo, pues si que lo hace.
   Bueno, tal vez si me dio miedo. Aquello del romance estaba algo tétrico, pero no pasa de allí. 
   Y... eso fue todo, ah, realmente creo que me estoy ablandando, ni siquiera hice tanto hate como el que me merecía por pasar por tanta mierda hoy. 
   En fin, hay otras. Muchas. Sagas que pienso dejar tal como voy, porque hay muchos libros y muy poco tiempo para joderme con cosas que no voy a poder tragarme. 
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Chau~

10/23/2017

El Diario Azul.

El diario azul.
Malena de Windt.
2017. 
Romance LGBT.

Eduardo es un joven universitario de origen humilde, muy guapo, inteligente, carismático y con un gran talento para la música. Tiene un increíble éxito con las mujeres y su novia es una de las chicas más bonitas y adineradas de la clase. Es el más popular de su facultad y todos lo siguen, especialmente su grupo de amigos, que le profesan una admiración ciega. Pero un día llega a la universidad un nuevo estudiante, Leonardo, quien pone en jaque su reinado; él viene de una familia muy rica, y aunque también es muy guapo e inteligente, es bastante antipático.
Entre los dos se crea una rivalidad y todo el tiempo tratan de opacarse el uno al otro con su inteligencia y sus talentos; sin embargo, todo cambia cuando se ven obligados a hacer un trabajo juntos. A partir de ese día, Eduardo escribe en un diario cómo va cambiando su relación con Leonardo, al igual que sus sentimientos hacia él, hasta que se da cuenta de que está enamorado. Pero lo que no sabía era todo lo que sucedería cuando Leonardo se enterara de esto.
   ¡Hola, soñadores! ¿Cómo se encuentran? Estamos felizmente finalizando octubre, este mes ha sido realmente molesto, en mi opinión, se ha dañado mi computadora, aún aunque se supone que la repararon no le funcionan algunas teclas, así que es un fastidio estar trabajando con ella. Y así. Pero también sucedieron un par de cosas positivas, no hay que quedarnos solo con lo malo, entre estás bonitas cosas están el cambio de apariencia del blog, una belleza, a mí parecer, nunca lo he tenido más bonito que en esta ocasión, todo gracias a mi hermana del mal, Patt, que es una prodigio en temas de diseño. Y, me he comprado un álbum original que realmente deseaba mucho y ha llegado este mes, así que no debo quejarme tanto, más bien agradecer.
   Dicho todo esto, quiero empezar la reseña diciendo que éste libro definitivamente es una decepción de proporciones inimaginables. Lo que más me molesta de todo esto es el precio tan elevado del libro en proporción a la cantidad de páginas y el contenido de éste mismo. Qué tengo que decir, es un robo. Yo realmente no le recomiendo a nadie comprarlo. Y esto va especialmente para los amantes de la literatura LGBT, porque a pesar de que el libro tiene una portada hermosa (realmente es mucho más hermosa en físico) y la temática, NO VALE LA PENA.
   ¿De qué nos habla la historia?
   Eduardo, es un joven universitario que no tiene dinero, pero que sin embargo encuentra cómo salir todos los fines de semana de fiesta sin que le falte la bebida. Y puede asistir a la Universidad, en la que no tenemos ni idea de qué estudia gracias a una beca que le fue asignada por el gobierno gracias a sus buenas calificaciones. Tiene un séquito de niños ricos que lo siguen a todas partes, según él, por interés, porque les puede conseguir entradas a conciertos gracias a lo bueno que es con el baile y presuntamente por calificaciones, aunque yo nunca los vi peleando por hacer equipo con él en algún trabajo y si son ricos, tienen para comprar las entradas, no necesitan ganarlas, digo.
   La cosa es que Eduardo se las cree todas y está demasiado confiado de si mismo, porque parece un chico de oro y todo le sale bien, en todo destaca por sobre los demás. O lo hacía. Porque un día de esos tantos, llega Leonardo, un chico que se ha cambiado del horario nocturno al diurno y que parece opacarlo en absolutamente todo.
   Si a Eduardo se le da bien cantar, Leonardo lo hace mil veces mejor; si Eduardo tenía las mejores calificaciones, Leonardo es un genio. Y así, por eso es que se crea una lucha constante entre ambos, en la que ya sabemos que ninguno va a ganar. Porque, obviamente, terminarán siendo mejores amigos y quién sabe si luego algo más.
   Personajes.
   -Eduardo. Quién-rayos-sabe-su-apellido, no lo dijeron en ningún momento, porque al parecer, los apellidos en este mundo ya no son necesarios. Digo, obviamente todo el mundo conoce nuestro nombre y no nos dicen de otra manera a parte de esa; por lo tanto, Eduardo tampoco tiene un apodo, al pobre solo le dicen así. Tampoco que sea malo.
   Después de todo, qué importa el nombre cuando estás más bueno que Kim Taehyung (no molesten, para mí está bien bueno >:v)  y todos te persiguen, siendo algo así como el líder en tu carrera a pesar de que es una universidad de ricos y tú no tienes ni dónde caerte muerto. Ah, pues eso.
   Demos gracias al cielo, que a pesar de el hecho de que intentan hacerlo un chico súper amable del que debería incluso darte un poco de lástima por su situación, terminas odiándolo con toda el alma. Si bien es cierto que técnicamente es bueno con todo el mundo y la gente mayor, pues también está el hecho de que deja que sus padres se partan el lomo trabajando por sus cosas de la Universidad mientras él está de fiesta en fiesta siendo un hijo de puta con ellos. Y claro, que se la tiene con Leonardo solo por el hecho de que es mejor que él en un par de cosas.
   Obviamente, han intentado que este chico fuera perfecto. De una forma un poco tonta, porque como siempre he dicho, la belleza es completamente subjetiva y aunque esté un tanto sujetada de las estructuras sociales, al final siempre sigue siendo política, así que para mí, si simplemente me dicen que Eduardo está más bueno que el pan, igual y puede ser un caballo; que no es que yo tenga alguna cosa extraña con estos mamíferos, pero siempre son buenos para explicar el punto. Como persona, no tanto, tal vez la autora quería darnos esta cosa extraña de ayudar a nuestros padres, porque o sea, no podemos estar de fiesta en fiesta mientras estos trabajan tan duro siempre; pero por lo demás, igual y se podría decir que el único defecto que tiene es que fuma, aunque solo lo vemos hacerlo una vez y luego de eso igual y se cura por arte de magia, para los que decían que comentar amén en las fotos del facebook no servía para nada, tenemos un ejemplo de que sí; y la cosa es que, nunca se dice que fumar esté mal, e igual y no, pero tampoco es algo que deba idealizarse, como si todo adolescente o Universitario necesitara beber y fumar para poder estar completo. Pues definitivamente no.
   -Leonardo. Igual y si dijeron su apellido, pero para ser sincera no me acuerdo. A duras penas su nombre y eso porque, bueno, está en la sinopsis. Pero venga, de él nos dan un datito más, tiene veinticinco años, lo que me da esperanzas a aproximar que Eduardo también tendrá la misma en un rango de tres años más o menos dependiendo de hacía que línea del tiempo va. Leonardo también es Leonardo, aunque alguna vez llegan a llamarlo El muchacho que golpeo a nuestro hijo y teniendo en cuenta todos los nombres que nos dan aquí, es un gran avance, yo también lo llamaría así, está incluso más bonito que su nombre original, sin ofender a los Leonardos que nos leen, es que Leonardo no tiene cara de Leonardo.
   Y bueno, Leonardo es otro de esos personajes que nos quieren hacer pasar por perfecto, pero multiplicado por tres. O sea, si Eduardo es guapo y tiene a todas las chicas detrás suyo, Leonardo lo es el triple y atrae más atención que google cuando alguien dice que se filtraron nudes de Tyler Hoechlin, no le hablan porque es un amargado, como si eso fuera razón suficiente para que nadie intente dirigirle la palabra y pues, obviamente aquí vuelve a entrar el tema de la belleza subjetiva. A mí me gustan con ojos rasgados y cafés, él los tiene claros, quién dice que a mí va a parecerme guapo. Bueno, también está el que es perfecto en sus clases, el mejor del salón; cantando, incluso tiene un estudio de grabación en su casa, porque o sea, qué persona rica no tiene y venga, que nunca ha tomado clases, pero su voz es perfecta innata.
Ya me dio hambre.
   Perita en dulce, a Leonardo le dan una personalidad mucho más amable para con los mayores, que digo, podrá haber golpeado a Eduardo y querer matar a toda su clase, pero ante los padres del primero, es un amor, cosa que los demás estudiantes riquillos de esa universidad no, porque obviamente como son ricos no hay necesidad de valores morales, excepto en la cada de Leonardo, porque respeta a el señor y la señora sin-apellido. O tal vez será que necesitaba caerle bien a los suegros, porque ahora que lo pienso, son los únicos con quienes no se porto como todo un idiota.
   -Otros: No recuerdo cómo se llaman, porque son más irrelevantes que todo el relleno que tiene Naruto, excepto tal vez por la novia de Eduardo, que es un diablillo. No recuerdo cómo se llama, como dije, pero es una obsesiva celosa, no que no tenga motivos, porque a penas se voltea, Eduardo ya está metiéndose en los pantalones de otra, lo que nos sigue demostrando que no es un espécimen perfecto. Eh, bueno, que la chica está completamente loca, yo no sé si es el hecho de que la criaran en cuna de oro o qué rayos. Es que bueno, primero se quiere casar con Eduardo y como sus padres no la dejan, vende todas sus joyas para ir a comprarse un vestido, cuando Eduardo ya le había dicho que estaban muy jóvenes para pensar en eso y bueno, que tal vez le dio alas diciendo que lo hablarían después de terminar la universidad, pero les digo, que se fue a comprar el condenado vestido y luego empezó a decirle a todo el mundo que ella y Eduardo se iban a casar, porque se amaban y yo no sé qué cosas más. Probablemente sino fuera porque sería ya demasiado drama para la salud mental de una persona, hubiera dicho que hasta estaba embarazada. Por suerte no, porque si ya estaba siendo un asco, ni se imaginen agregando aquella divertida situación.
   Estilo de escritura. 
   Lo primero, es que el libro tiene faltas ortográficas y gramaticales hasta donde es imposible que haya. Yo no soy la persona con léxico más extenso de este planeta, no tengo la mejor ortografía del mundo y meto constantemente la pata, pero esto es una exageración. Normalmente yo no me fijo en la ortografía de los libros, igual y paso mil cosas por delante, pero imaginen la cantidad de errores que encontré, como para haberme percatado de que algo estaba muy mal. Intenté ser lo más crítica posible por una página completa y realmente terminé corrigiendo, por lo menos la mitad, más los comentarios sarcásticos que se me iban, pues no quedó parte limpia en la pobre página, después de eso, ya ni quise mirar más, me entorpecía demasiado la lectura.
   Tiene también la costumbre de nombrar mucho a los personajes, cada vez que habla o bien de Leonardo o de Eduardo, no utiliza artículos o pronombres, que puedan hacer la lectura más llevadera, sino que siempre está utilizando sus nombres. Esto no es especialmente malo, he visto a un par de autores que hacen lo mismo, pero a mí, sencillamente me molesta. porque a duras penas nos introducen algún otro personaje, gracias por aclararnos que de repente no se han convertido en Mauricio y Carlos.
   La lectura no se me hizo nada amena. Dije al principio que este libro era excesivamente caro para el tamaño, no alcanza las trescientas páginas y se lee en un momento, pero no porque la lectura sea amena y queramos saber más, es porque además de lo corto, la letra es grande, se dejan muchos espacios y más de la mitad del libro se basa en diálogos mal elaborados. Entiéndase pues, que las descripciones también dejan mucho que desear.
Hasta me dan ganas de estudiar juiciosa.
   Puntos.
   →Negativos. 
   ♦Personajes: Yo creo que esto ha quedado bastante claro. Pero nunca está de más.
   Los principales son un asco completo. Han intentado hacerlos chicos perfectos, de manera que incluso las cosas que hacían mal, parecían justificadas e incluso creaban razones externas para que el lector no pudiera decir nada, obviamente, les salió mal conmigo. Porque a mí me viene valiendo un huevo, de esos que no tengo, el pasado o presente trágico de los personajes, de ninguna manera eso puede llegar a justificar sus acciones.
   Tampoco existe algo innovador en ellos. O sea, si hubieran dicho que uno estaba loco por los libros, también me hubiera quejado, pero probablemente porque no era creíble en el contexto de la historia. Pero de repente, están los chicos populares, obvio, que hacen cosas de chicos populares, más que obvio. Porque por alguna razón es imposible que al chico popular tenga como pasatiempo rellenar crucigramas, nunca en la vida y tampoco es posible que el nerd al que nadie mira sea el mejor jugador de un equipo. Que siendo objetivos, yo que tuve vida escolar, si tuve ese escenario. Al pobrecito lo alababan en la cancha y a penas salía, hasta bullying.
   Los personajes secundarios parecen más que nada de relleno. Porque obvio, necesitamos drama y eso solo pueden darlo ellos, que van a aparecer justo en el momento necesario para que alguno de nuestros protagonistas desee suicidarse, el resto de la novela, si bien los nombran, es como un: no te olvides de que existen, pero claro que nos olvidamos, porque no cumplen ningún papel en específico más que pulular y ser exagerados como en una novela. Novela colombiana. Y tiene sentido, porque la autora es, por desgracia, de mi país. Y me alegro de que haya escritores colombianos, solo no me alegro de que hagan este tipo de libros.
   Siguiendo con los personajes, pues realmente no los veo. Todos parecen de igual forma, copias idénticas de si mismos, venga, que seguro los han impreso y todo el cuento, porque no podía diferenciarlos unos de otros a menos que me especificaran quién hablaba. Y viéndolo bien capaz y la autora tuvo un acierto repitiendo constantemente que no se habían convertido en Mauricio y Carlos. Ninguno es entrañable, porque como ven, ni siquiera me acuerdo de uno de los nombres y eran varios. Había una Patricia por allí y la recuerdo solo porque es el nombre de mi mamá, la pobre también me cayó mal.
   ♦Romance: Los romances con calzador me encantan, siempre puedo quejarme un buen de ellos.
   Empecemos diciendo lo único positivo que tiene: no hay instalove. Por favor, gente; un aplauso. ¡Ya, ya, mucho, tampoco exageremos! Que bonito es encontrar un libro en el que en la primera página no caigan completamente enamorados, es más, estos chicos en su primer encuentro ya se están echando pullas, porque se caen muy mal, sin motivos, lo que ya sabemos a dónde nos lleva al fin y al cabo, pero se agradece que intenten cambiar un poquito lo típico, aunque sea con otro tópico, por lo menos éste no es tan utilizado en el LGBT. No obstante, ni siquiera eso pudo salvar a este punto de caer en los tan temidos negativos, porque lo que se viene luego es grande y bien tonto.
   Ésta es la parte que me gusta llamar: destroza el libro. O no.
   Y si, eso de arriba fue para rellenar y que pudiera colocar otra imagen sin que se vieran muy juntas. De hecho, esto también lo es. Estrategias de Lexie, sin duda deben seguir este blog al notar tanta genialidad. ¿Qué otro blog lo hace y lo acepta? Pues, eso, aquí hay sinceridad.
   Ahora podemos continuar :'D
   Si bien, no tenemos insta-love, el romance si que surge de la nada. Eduardo, que aún no se convierte en Mauricio, lleva un diario, porque de algún lado debe haber salido el título del libro, tampoco es que la autora esté a ese grado, eh; y en ese diario empieza a anotar sus pensamientos el día que le toca hacer un trabajo en equipo con Leonardo, desde ese momento y a pesar de que antes no se podían ver ni en pintura, Eduardo dice: su sonrisa, blah, blah, blah, estoy enamorado. Así y un montón de cursilerias más, que yo creo que ni los niños la primera vez que se enamoran. Y no es que yo sea poco romántica, aunque si, lo que pasa es que esas cosas no se ven hoy día, y mucho menos si la persona en cuestión tiene alrededor de veinticinco años, porque ya pasó la etapa de poeta enamorado y si que puede que hayan sus excepciones, pero demasiado tonto pensar que esa excepción es justamente Eduardo con lo hueco que es.
   Otra cosa, es que yo podría considerarlo un romance tóxico, porque en cuando Eduardo se da cuenta de que le gusta Leonardo y ve que otra compañera está interesada en él, lo primero que hace es esparcir el rumor de que él tiene una enfermedad de transmisión sexual. ¿De verdad? Y yo en serio que aún me pregunto cómo es que fue capaz de soltar una cosa así. Ya me lo imaginaba incluso diciendo que estaba embarazado para que sus padres los obligaran a casarse. En serio, que eso no tiene pizca de sentido. No está bien, tampoco.
   Y por cuestiones de spoilers, no seguiré tocando este tema, aunque crean que hay mucho más de dónde agarrar para odiar.
   ♦Universidad: Biiiieeeennn, estos chicos hacen algo por la vida además de el tonto. Lo bonito se viene ahora.
   Lo primero, es que no tenemos ni idea de qué rayos están estudiando. Nunca lo dicen. Y aunque la autora probablemente creyó que íbamos a darnos cuenta si se ponía a decirnos que había que desarrollar una empresa, ya que es muy común en Colombia que cuando no sabemos qué rayos estudiar, nos vayamos por administración de empresas, pues la verdad es que no es la única carrera en la que se manejan. Así que, querida Malena, tu historia incluso hubiera sido un poco mejor si nos hubieras dicho esto. O tal vez tendría muchas más cosas de qué quejarme. Sí, tal vez lo dejó tan abierto con el fin de que no se pudiera decir nada del programa que tienen estos chicos.
   Y la que me encantó, en serio, no sé por qué rayos en mi Universidad no hacen esto. Resulta que, si no haces un trabajo o te peleas dentro, ¡mandan a llamar a tus padres! Es enserio, uno creería que todas las responsabilidades vienen siendo ya nuestras, sobretodo si somos mayores de edad. ¡Pero no! En serio, alguien dígame, ¿cómo hago para que en la mía sea igual?
   No hablo de los horarios y materias nada más porque no tengo conocimiento general de cómo se hace en otros lugares, pero también fue un poco chocante para mí, porque en mi Universidad los profesores solo dan una clase por materia que manejen, semanal, pero habrán sus excepciones, supongo y también si es una Universidad para riquillos, seguro los sobornan o algo.
   ♦Mensaje: "Eres buen hijo si nunca vas de fiesta y te quedas ayudando a tus padres en el negocio que tienen" 
   No lo dicen así de literal, pero fue lo que yo entendí con cómo lo tratan.
   Primero, para ser un buen hijo, no tienes que ayudar a tus padres en su negocio. Porque un buen hijo no se basa solamente en eso, si, es cierto que eso puede hacer parte de ser un hijo considerado, que sabe lo que sus padres están sacrificando para que él haga algo por su vida. Pero no lo es todo. Porque ayudes a tus padres no significa que mágicamente eres el mejor, conlleva, sencillamente más cosas.
   Y segundo, el ir de fiesta no te hace un mal hijo. Todos estamos en nuestro derecho de ir con nuestros amigos a hacer algo que nos gusta. Que puede no ser sano en excesos, como lo es con Eduardo, es cierto. Pero a pesar de sus fiestas de cada fin de semana, el chico respondía en sus estudios, que básicamente es lo que sus padres realmente querían. Y no lo justifico, solo digo que salir no te hace malo.
   Porque si salir de fiesta te convierte en un demonio y quedarte en casa mágicamente en un ángel, yo soy un ángel. Y todos sabemos que esa afirmación es falsa.
   •Final.
   Porque para el drama, los finales apresurados y sobretodo tontos, nunca es demasiado tarde. Aquí nos traen la solución fácilona. Solución a la que recurren el 67% de los libros juveniles, con el porcentaje sacado de debajo de mi manga. De pronto hay un enredo bien pendejo y telenovelesco que se soluciona en un dos por tres y sin mayor problema.
   Ahora que lo pienso mejor, si a este libro le hubieran agregado en la descripción o en algún lugar, que era de humor, probablemente la nota sería mucho más alta, porque el nivel de ridiculez que maneja, deja incluso en pena al profesor Lupin y su asombrosa técnica para derrotar Boggarts.

   En conclusión, El diario azul, es un libro que incluso hubiera sido entretenido si no fuera porque está directamente sacado de algún programa barato y la cantidad de errores que tiene. Que, por favor, los editores tuvieron que hacer algo y si no tuviste editorial, querida Malena, tampoco es una cosa tan ridícula pagar uno por tu cuenta, todo hubiera sido pro beneficiar a tu obra. Pero bueno, es que como ven, no puedo recomendar esto a nadie.

   VALORACIÓN.
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